Elección tabasqueña se tiñe de rojo

Jorge Núñez
jorgenunez63@hotmail.com
Un activista del PRD muerto en Jonuta y una candidata del PAN con heridas menores en el municipio de Centro se presentan como los dos hechos violentos que han empañado el proceso electoral de Tabasco. Otro suceso preocupante es que la violencia electoral en Jonuta y Centro no haya movido al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana a investigar lo sucedido y asumir una posición al respecto.

Si las autoridades civiles, penales y electorales continúan sin actuar estarán enviando una señal de permisividad para que sucesos similares se repitan en los próximos días en diferentes puntos de Tabasco. Ahora se entiende por qué el candidato único de la alianza PRI-PAN a la alcaldía de Centro, Andrés Granier, no exageraba al solicitar al Instituto Electoral la protección policiaca para él y para su hijo Fabián, candidato a diputado local.

Las agresiones y los enfrentamientos registrados en Jonuta, donde impera el cacicazgo del perredista Tito Filigrana, no deben quedar impunes. Morenistas y perredistas se han acusado mutuamente por la muerte del joven activista del PRD, Oswaldo Gómez Padilla, en la madrugada del lunes. El candidato de Morena a la alcaldía, Erick Garrido Argáez, asegura que un grupo de “vándalos” del partido del PRD atacaron la casa de la candidata a regidora Elidia Kristell Ramírez Juárez.

Afirma que fueron grupos de choque pagados por el alcalde con licencia Alfonso “Tito” Filigrana quien busca reelegirse. Garrido asegura que tras cometer destrozos en la vivienda de la candidata de Morena, al retirarse se les accionó accidentalmente un arma y mataron a su propio compañero.

Por su parte, Alfonso “Tito” Filigrana, alcalde con licencia del PRD, quien busca reelegirse, responsabilizó de los actos de violencia a su oponente Erick Garrido. En tanto, la madre del joven fallecido denunció los hechos en busca de castigar a los culpables y saber qué sucedió en realidad.

En Centro, la candidata a diputada local por el Distrito X del PAN, Heimy Lili Martínez, fue agredida cuando hacía campaña en Villa Ocuiltzapotlán. En un video publicado en redes sociales muestra su mano derecha vendada. De 23 años de edad, expuso que durante su recorrido fue atacada con armas blancas. Por ello exhortó a la población a respetar la ideología política de los demás y no ser demasiado «apasionada».

Y es que el tema no está para bromas. La titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Rosa Icela Rodríguez, ha informado que de septiembre de 2020 a febrero de 2021 se presentaron 73 delitos contra precandidatos y aspirantes, 64 de los cuales fueron asesinados. Asimismo, más de la mitad de la violencia política se ha concentrado en siete estados: Oaxaca, Guanajuato, Veracruz, Guerrero, Morelos, Baja California y Jalisco.

Los dirigentes estatales del PRI y del PAN, Dagoberto Lara y Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres, han condenado los hechos. Y lo mismo ha hecho el líder estatal de Morena, Pedro Hernández Jiménez, estableciendo que su partido, el partido gobernante, no alienta ningún tipo de violencia contra los candidatos electorales.

Aunque suene a un discurso demagógico barato, la realidad es que el presidente Obrador ha convocado a todos los partidos a actuar con altura de miras y que sean las propuestas las que definan el voto de los electores.

En realidad, ningún tabasqueño bien nacido está a favor de generar encono entre los ciudadanos. La convocatoria sigue abierta a celebrar unas elecciones justas, transparentes y legales, que respeten la voluntad de los electores.

Por lo pronto, dos hechos no están sujetos a discusión: la urgencia de esclarecer la muerte del activista del PRD en Jonuta y la participación enérgica de las autoridades a fin de evitar que hechos similares empañen las votaciones del 6 de junio. Ojalá no sea demasiado tarde.