Carta Abierta
Gaudiano vuelve a desaparecer Jorge Núñez Twitter: @jorgenunez63 El excandidato del PRD a la gubernatura se había tomado un año sabático en 2019 luego de perder la gubernatura. A mediados de 2020 reapareció con las espadas en alto, criticando con dureza a la 4T y al Gobierno de Adán Augusto. Ahora vuelve a desaparecer de […]
8 de octubre de 2020

Gaudiano vuelve a desaparecer

Jorge Núñez
Twitter: @jorgenunez63
El excandidato del PRD a la gubernatura se había tomado un año sabático en 2019 luego de perder la gubernatura. A mediados de 2020 reapareció con las espadas en alto, criticando con dureza a la 4T y al Gobierno de Adán Augusto. Ahora vuelve a desaparecer de la escena pública y quién sabe si de forma definitiva.

En efecto. El exalcalde de Centro ha vuelto a replegarse, por coincidencia o no, tras la captura de uno de sus principales operadores políticos: el exdirector del Tecnológico de Comalcalco, Juan José Martínez Pérez.

Este alejamiento de la escena política estatal podría adelantar el fin prematuro de su carrera política. Primero no se le vio en el campo de batalla durante la etapa más fuerte de la pandemia. Y ahora no ha vuelto a dar la cara frente a los estragos que las inundaciones han dejado en varias regiones de Tabasco.

El caso de Gaudiano es llamativo porque fue, en el sexenio de Arturo Núñez, uno de los políticos más poderosos de Tabasco. Pese a su juventud, había logrado un meteórico ascenso político al pasar de una diputación federal a la alcaldía de Centro y de ahí postularse como abanderado del PRD al Gobierno de Tabasco.

Fueron años de fortaleza donde cualquier adversidad le hacía “lo que el viento a Juárez”. Sin embargo, llegó el momento en que su inexperiencia política salió a flote y lo puso contra la pared. Dicen que si lo hubiera pensado mejor, si hubiera estado mejor asesorado, ahora mismo sería senador de la República y Juan Manuel Fócil estaría en la penumbra, como él lo está ahora.

Cuentan que uno de los empresarios más cercanos a su causa le recomendó no aceptar la postulación a la gubernatura y, en cambio, esperar seis años más. “Eres muy joven aún y tienes mucho tiempo por delante”, dicen que le aconsejó. Pero el impetuoso joven ignoró estas palabras.

Ahora que se ha iniciado el proceso electoral local para las elecciones intermedias, el nombre de Gaudiano se escucha cada vez menos para aparecer en las boletas electorales. El joven perredista está supeditado a la alianza que su partido hará con el PRI y el PAN. Y quién sabe si le alcance para una diputación plurinominal.

Por lo demás, dicen que se ha quedado marginado, sin la cercanía de quienes estuvieron en su círculo más cercano. Los comentarios más diversos salen a flote, entre ellos que les dejó solos, sin respaldarlos en sus respectivos proyectos individuales, como si nunca hubieran trabajado a su lado.

Para el colmo, vuelven los rumores de que el Congreso de Tabasco podría reabrir algunos expedientes sobre su cuenta pública en el Ayuntamiento de Centro. Y sí, pesa mucho que Juan José Martínez, una de sus gentes más cercanas, haya sido encarcelado por presuntos casos de corrupción.

Este es el oscuro panorama que se le presenta a un Gaudiano atrapado en las contradicciones de su inexperiencia política, una falta de madurez que lo ha alejado de la cercanía con los ciudadanos; sobre todo en los momentos tan cruciales de la pandemia y las inundaciones.

: Volvió a librarla
Por inaudito que parezca, el exrector de la UJAT, Juan José Piña Gutiérrez, parece que ha vuelto a escaparse de enfrentar la justicia tras el quebranto dejado luego de ocho años de estar al frente de nuestra Máxima Casa de Estudios.

De nada han valido las acusaciones del actual rector Guillermo Narváez Osorio. Piña Gutiérrez le ha rezado a todos los santos y parece que sus oraciones han sido escuchadas.

Todo indica que no se le procesará por la millonaria deuda dejada con proveedores, trabajadores, investigadores y autoridades hacendarias.

El curso de los acontecimientos marca su salvación. Todo indica que los trabajadores tendrán que apretarse el cinturón para que la UJAT pueda pagarles sus salarios y prestaciones de fin de año.

De lo que no se salvará el señor Piña será del juicio de la historia. En los anales de la comunidad universitaria ha quedado catalogado como el peor rector que ha tenido la institución.

Y pensar que algunos llegaron a mencionarlo como un serio prospecto para ocupar un cargo en el gabinete de Adán Augusto. Eso sí que es tener un muy buen humor negro.

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