Carta Abierta
La dirigencia priista se juega la vida Jorge Núñez Twitter: @jorgenunez63 El Comité Directivo Estatal del PRI, encabezado por Dagoberto Lara Sedas, se enfrenta a lo que podría llamarse su primera gran prueba de fuego desde que entró en funciones, allá por enero de este año: la renovación completa del Consejo Político Estatal, CPE. Integrado […]
31 de julio de 2020

La dirigencia priista se juega la vida

Jorge Núñez
Twitter: @jorgenunez63
El Comité Directivo Estatal del PRI, encabezado por Dagoberto Lara Sedas, se enfrenta a lo que podría llamarse su primera gran prueba de fuego desde que entró en funciones, allá por enero de este año: la renovación completa del Consejo Político Estatal, CPE.

Integrado por 450 miembros, el CPE es el órgano deliberativo de dirección colegiada en el que las fuerzas más significativas del partido son corresponsables de la planeación, decisión y evaluación política, en los términos de los estatutos. Es un espacio de dirección colegiada que acerca y vincula a dirigentes, cuadros y militantes. Es un instrumento que promueve la unidad de acción del partido. En otras palabras, es una especie de contrapeso al CDE que tiene mucha influencia, por ejemplo, en la elección y validación de los candidatos en tiempos electorales.

El jueves 30, el CEN del PRI emitió la convocatoria para cambiar a todos los integrantes el Consejo Político. Esta orden deberá concluirse a fines del mes de agosto. El Consejo obedecerá a la paridad de género: mitad de hombres y mitad de mujeres. También deberá acatar el reglamento de dar el 30 por ciento de los espacios a los jóvenes.

El 50 por ciento del CPE ya está decidido. De acuerdo a los estatutos, estos cargos serán ocupados por los miembros del actual CDE, exgobernadores, expresidentes del partido, diputados locales y federales, regidores y dirigentes de sectores y organizaciones. La otra mitad, llamada de planilla, se integrará con el resto de las fuerzas representativas del partido.

El cambio tendrá a un árbitro con toda la credibilidad para encauzar un proceso transparente: Freddy Priego, presidente de la Comisión Estatal de Procesos Internos. En sus hombros estará la carga de aterrizar una renovación que no derive en enfrentamientos entre priístas.

En esta integración del nuevo Consejo Político es donde el Comité Directivo Estatal se juega prácticamente la vida. No sólo en lo que toca al proceso electoral de 2021, sino en lo que resta de los tres años y medio de su mandato.

En la medida en que el PRI logre un CPE con integrantes colaborativos con el actual proyecto de partido en Tabasco, en esa medida se fortalecerá el trabajo del presidente Dagoberto Lara Sedas. El CDE necesitará de un Consejo Político que no boicotee sus decisiones; que se abstenga de ponerle piedras en el camino.

La tarea no será fácil. Desde el inicio de su gestión, Dagoberto ha encontrado una fuerte oposición interna con el grupo encabezado por el exgobernador Manuel Andrade Díaz. Entre los seguidores de Andrade está otro expresidente del partido: Adrián Hernández Balboa. Y junto a ellos aparece la presidenta de la Fundación Colosio, Lorena Beauregard. No es descabellado suponer que esta corriente buscará meter al mayor número de sus adeptos al Consejo Político.

Es aquí dónde entra el reto de Dagoberto y del resto del Comité Directivo Estatal: hacer una pulcra maniobra de cabildeo para que sus opositores no tomen el control.

Si del otro lado está Andrade, del lado del presidente del partido está otro exgobernador: Andrés Granier Melo. El Químico le ha mostrado todo el respaldo antes, durante y después de su llegada a la presidencia. Esto es significativo teniendo en cuenta la reivindicación moral que Granier ha logrado ante los priistas luego de haber pasado a la historia como un perseguido político del Gobierno perredista de Arturo Núñez.

En la forma en que Dagoberto Lara afronte el cambio de los 450 consejeros políticos, en esa medida podrá decirse si hay luces o sombras en el horizonte de su gestión. Es, en efecto, una dura prueba de fuego con las llamaradas puestas en todo lo alto.

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