Carta Abierta
Regreso, con pánico, a la “nueva normalidad” Jorge Núñez Twitter: @jorgenunez63 Con una estimación de que la pandemia en Tabasco tendrá 11 mil casos confirmados, de ellos tres mil graves o muy graves, los ciudadanos regresan este lunes a la “nueva normalidad” con un pánico justificado. Hasta el sábado, se reportaron 137 nuevos casos positivos […]
1 de junio de 2020

Regreso, con pánico, a la “nueva normalidad”

Jorge Núñez
Twitter: @jorgenunez63
Con una estimación de que la pandemia en Tabasco tendrá 11 mil casos confirmados, de ellos tres mil graves o muy graves, los ciudadanos regresan este lunes a la “nueva normalidad” con un pánico justificado.

Hasta el sábado, se reportaron 137 nuevos casos positivos de coronavirus por lo que la cifra de contagios se elevó a más de 4 mil. Hubo 23 muertes más para la elevar la cifra total a 508.

De acuerdo a los datos de la secretaria de Salud, Silvia Roldán, de los cuatro mil pacientes positivos, dos mil 251 son hombres (56%) y mil 758 mujeres (42%). Los casos se concentran en la zona conurbada de Centro y Nacajuca, con casi 2 mil 500 afectados. También hay que decir que 2 mil 563 pacientes se han recuperado.

El regreso a la “nueva normalidad” llega con miedo, mucho miedo, a la población tabasqueña por las nuevas proyecciones a la alza en cuanto al número de infectados y fallecidos.

La “nueva normalidad” no significa que el peligro de contagio se haya reducido o que el virus haya desaparecido. Más bien se trata de una etapa obligada a fin de no seguir hundiendo al país en la aguda crisis económica derivada de la pandemia.

En una especie de “control de daños” en época de guerra, el Gobierno de López Obrador no ha tenido otra alternativa que permitir el regreso paulatino a la normalidad, aún con el gran riesgo que esto conlleva. Porque de hambre también se muere, y a estas alturas es casi imposible que México siga paralizado, afectando a millones de personas urgidas de un sustento diario.

En este “control de daños” bélico hay la resignación de aceptar que un determinado porcentaje de la población enfermará y luego morirá. Parece no existir otra alternativa a fin de salvaguardar los intereses de la mayoría. Por frío y calculador que parezca esta es la nueva realidad mundial en torno al maldito virus.

El número de muertes en México podría ser mucho más alto ya que mientras el porcentaje de letalidad mundial se sitúa poco arriba del 6%, en México estamos por encima del 10%. Una gran diferencia, por desgracia, para los mexicanos.

Se especula mucho sobre lo que será esta nueva etapa de la pandemia. ¿Dejaremos un asiento vacío entre pasajeros cuando viajemos en avión, en autobuses o en el transporte público? ¿Llevaremos mascarillas a todos lados? ¿Podremos comer con seguridad en lugares públicos? ¿Se volverán a celebrar grandes eventos alguna vez?

Hay mucha inquietud acerca de cómo operará la sociedad en los próximos meses, pero la decisión del presidente Obrador ya está tomada.

: “CLIENTELISMO POLÍTICO”

Como un mensaje “irresponsable para los tabasqueños y los mexicanos”, ha calificado Dagoberto Lara la próxima gira de Obrador por Tabasco, uno de los estados con el mayor número de contagios y muertes por el COVID.

El dirigente estatal de PRI recuerda que Tabasco está en “Semáforo Rojo” y la “gira turística” del presidente podría alentar a que los tabasqueños relajen las medidas sanitarias.

Dice que mientras a la población se le exige quedarse en casa, ordenando el cierre de comercios, el presidente “deja claro que por encima de la salud de los tabasqueños está el clientelismo político”.

Ahí quedan las palabras del dirigente opositor. Empiezan a ser más duras en torno a diversos temas de interés general.

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