Carta Abierta
Oposición virtual Jorge Núñez jorgenunez63@hotmail.com Siempre ha sido más fácil dar consejos que predicar con el ejemplo. Siempre se ha facilitado ver mejor los toros desde la barrera que lidiarlos de frente en la arena. Este parece ser el caso de una oposición virtual que se ha desbocado en dar toda una serie de recomendaciones […]
21 de mayo de 2020

Oposición virtual

Jorge Núñez
jorgenunez63@hotmail.com
Siempre ha sido más fácil dar consejos que predicar con el ejemplo. Siempre se ha facilitado ver mejor los toros desde la barrera que lidiarlos de frente en la arena.

Este parece ser el caso de una oposición virtual que se ha desbocado en dar toda una serie de recomendaciones al Gobierno estatal con motivo de la pandemia.

Desde la computadora, desde la comodidad del hogar, desde el confinamiento, desde la ventaja de no estar en una oficina pública, algunos personajes antagónicos al Gobierno de Tabasco han venido criticando todas y cada una de las acciones tomadas para gestionar la emergencia sanitaria.

Y no, no es que los gobiernos estatal y federal no tengan alguna responsabilidad. Claro que la tienen y en su momento, una vez terminada la cuarentena, deberá hacerse una exhaustiva evaluación al respecto. Se tendrá que revisar la actuación de cada uno de los funcionarios, empezando, desde luego, por el gobernador Adán Augusto y siguiendo con la secretaria de Salud, Silvia Roldán.

Sin embargo, no es válido contar con una oposición acomodaticia que piensa tener las mejores estrategias para enfrentar el coronavirus. La invalidez de las criticas se acrecienta cuando se entiende que la irresponsabilidad ciudadana es la principal causa del aumento de los contagios y las muertes.

Una muestra de esta contradicción la representa Juan Manuel Fócil. Un día después de que el exdirigente estatal del PRD, Roberto Romero del Valle, cuestionara a los alcaldes por impedir el libre tránsito de los ciudadanos, ahora el senador perredista critica que el cierre de accesos y comercios en municipios como Paraíso y Nacajuca “haya llegado tarde”.

No se ha quedado ahí. Ha aconsejado identificar los focos del contagio y “establecer mecanismos de salud urgentes para la contención en Tabasco”. Ha señalado el aumento del 40 por ciento de los contagios en una semana. Y que, en promedio, se estén enfermando 104 personas y muriendo 12 más por día.

Y no, no es que no le asista la razón en suponer que no se está haciendo lo correcto, o que luego de sesenta días encerrados sigan aumentando las cifras adversas. O que las despensas gratuitas a los más pobres sólo hayan beneficiado al 17 por ciento de la población.

El cuestionamiento radica en observar que estas críticas se dan desde una oposición virtual, encerrada en sus hogares, incapaz de sumarse activamente a las diversas acciones que las autoridades han llevado a cabo para enfrentar al maldito virus.

A ninguno de esta clase de opositores se les ha visto visitar a los enfermos en un hospital. Tampoco se sabe que hayan donado mascarillas, respiradores, caretas de protección o una buena dosis de medicamentos para el COVID. A ninguno. Salvo una que otra entrega altruista de alguna despensa, a ninguno se le ha sorprendido haciendo alguna donación de su salario o algo parecido.

Esta oposición virtual, atrincherada desde la comodidad de una computadora, sólo le ha dado por dar entrevistas para corregir el rumbo de las acciones gubernamentales.

Más allá de que les asista o no la razón en sus señalamientos, lo ideal sería verlos de cuerpo entero en el campo de batalla. Allí donde se juega la vida a diario y donde miles de paisanos sufren los estragos de la enfermedad. Al menos esto les redituaría mucho de credibilidad y empatía con los ciudadanos. También les daría la suficiente calidad moral para criticar las acciones de las autoridades. Lo demás es puro bla, bla, bla.

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