Carrito sandwichero
Aquel espectáculo desagradó al Todopoderoso, mas no queriendo borrar de la tierra el perfeccionamiento por medio del dolor, y el merecimiento por las buenas acciones, permitió que bajara del cielo un suave rocío…la humanidad conoció un amor desinteresado que lleva por nombre caridad. Ritual masónico Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com De los carritos sandwicheros con que los […]
1 de agosto de 2013

Aquel espectáculo desagradó al
Todopoderoso, mas no queriendo
borrar de la tierra el perfeccionamiento
por medio del dolor, y el merecimiento
por las buenas acciones, permitió que
bajara del cielo un suave rocío…la humanidad
conoció un amor desinteresado que lleva por
nombre caridad. Ritual masónico

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
De los carritos sandwicheros con que los televidentes mexicanos empezamos, virtualmente, con Laura, a pagar culpas por la desigualdad social que existe en nuestros países latinoamericanos, y de los apoyos para tendejones del gobierno panista, ahora pasamos a los negocios familiares. ¡Pero sólo en casos como el del niño tzotzil humillado en Zona Luz.

Tal parece que la caridad se mueve sólo en casos extremos. Cotidianamente tropezamos con niños indígenas que, canasta al hombro deambulan con su venta de dulces ¡y cigarros! Por las calles céntricas de Villahermosa y se concentran en la llamada Zona Luz, el centro histórico de la capital tabasqueña.

Todo mundo intuye que son niños explotados por alguna banda que los mantiene prácticamente como esclavos. En las mañanas le entregan la mercancía y por las noches los concentran en sus dormitorios o los retiran a los que algunos ya tienen.

Nadie se ha preocupado por ellos, como tampoco ninguna autoridad ha buscado erradicar otro problema social que crece en los cruceros de Villahermosa, tomados como territorio para quienes ha pretexto de limpiar parabrisas son iniciados en la delincuencia.

No muy pocos tabasqueños han sufrido la agresión de estos jóvenes procedentes de otras entidades vecinas. Muchos de ellos andan, y se nota, bajo la influencia de alcohol u otros químicos que le alteran voluntad.

Pero la misma sociedad, en este caso, es culpable. Prefieren muchos tabasqueños acallar su conciencia ante la pobreza que obliga a estos jóvenes y niños con extender una moneda por un servicio que no se necesita. Esto mantiene el negocio de los cruceros, que como en el caso de los niños vendedores ambulantes también forman parte de una red que los protege.

Mas preocupados en que a sus presuntos electores les regalen licencias de manejo o les rebajen o condonen infracciones de tránsito, los diputados no han podido realizar un estudio socioeconómico de estas dos manifestaciones de pobreza extrema que son hoy por hoy una imagen urbana.

Con la alternancia se pensó que algo iba a empezar a cambiar. Principiar, cuando menos. Pero un video fue el dedo en la llaga de la corrupción que por siempre ha habido en el Ayuntamiento de Centro en tratándose de ambulantaje.

Antes porque les significaba votos al PRI. Hasta regidores hizo ese partido a algunos líderes que tasan los espacios de las banquetas de esta ciudad, así como de la zona luz, o centro histórico y comercial, convertido de nuevo en un mercado de baratijas, espejitos y hasta de explotadores de la ignorancia de algunos tabasqueños, de merolicos que bajo la cuota del Ayuntamiento se dedican a estafar incautos, como uno que hizo de las suyas ayer miércoles cerca del sitio donde fue agredido el niño tzotzil, Feliciano Díaz Díaz.

El merolico reunía incautos con el cuento que se iba atravesar el cuento con un punzón, que incendiaría si cerillo ni encendedor un pañuelo. Al final les vendió unas imágenes. ¡Pero no les cobró! No. Les pidió una cooperación de 50 pesos por cada vela que encendería en su templo para que a esos incautos les fuera bien.Pero es el asunto de la caridad la que motiva este texto. Del carrito sandwichero, de las computadoras y otros regalos de Laura.

Lado Claro
Como un mentís a los que circulan rumores de que Arturo Núñez se encuentra enfermo; y como advertencia a los que se restriegan las manos deseando el síndrome Michoacán, el gobernador sigue realizando actividades al frente de su gobierno.

Una prueba es el documento informativo emitido ayer por su vocería:
El gobernador Arturo Núñez Jiménez se reunió esta tarde (miércoles) con investigadores del Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad en el Sureste (CCGSS), en el marco del taller que durante los días 31 de julio y 1 de agosto se efectúa para la elaboración del plan estratégico de desarrollo del organismo, que es auspiciado por las universidades Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) y Nacional Autónoma de México (UNAM), así como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

La reunión se llevó a cabo en el aula magna del Centro Internacional de Vinculación y Enseñanza de la UJAT, y además del rector José Manuel Piña Gutiérrez y el director del CCGSS, Rafael Loyola Díaz, participaron el director de Desarrollo Regional de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Díaz Cuervo, e investigadores de la talla de Julia Carabias Lillo y Fernando Tudela Abad.

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