Cambios del PRI (2)
En caso fortuito o fuerza mayor que amenace o altere el desarrollo normal del proceso interno para elegir dirigentes o postular candidato a cargos de elección popular, el Comisionado Presidente de la Comisión Nacional de Procesos Internos en acuerdo con el Presidente del Comité Ejecutivo Nacional, tomará las medidas urgentes que permitan garantizar la unidad […]
18 de abril de 2013

En caso fortuito o fuerza mayor que
amenace o altere el desarrollo normal
del proceso interno para elegir dirigentes
o postular candidato a cargos de elección
popular, el Comisionado Presidente de la
Comisión Nacional de Procesos Internos
en acuerdo con el Presidente del Comité
Ejecutivo Nacional, tomará las medidas
urgentes que permitan garantizar la unidad
y fortaleza del partido. Artículo 48 / Reglamento
para la elección de dirigentes y postulación de
candidatos

Erwin Macario
erwinmacario
Sin operadores políticos, pues la gran mayoría desertó, cuando el barco priísta empezó a hacer agua, y se fue al PRD, —hasta el mismo actual alcalde del municipio de Centro, Humberto de los Santos Bertruy, que ganó como candidato externo de ese partido pero se niega a inscribirse como miembro, aunque se asume “como un gobierno de transición no sólo a nivel municipal y estatal en los que llevamos 83 años de gobierno de un único partido que dejó graves daños al estado”—, Evaristo Hernández Cruz quiere ser el nuevo dirigente del tricolor.

Tal vez una de su gente que sigue en el PRI, también por conveniencia, sea el alcalde de Paraíso, Jorge Alberto Carrillo Jiménez, quien fue su director de Decur en el Ayuntamiento de Centro, donde demostró incapacidad: la que ahora es su directora del DIF, en vez de su esposa, era la que mandaba en esa dependencia municipal, como ahora lo hace en Paraíso.

Que Evaristo se haya quedado del lado del partido que lo hizo diputado local y presidente municipal de Centro no convence, empero, a nadie. Toda su gente está ya en el perredismo o al menos trabajando en los gobiernos municipales y estatales del PRD. Fue, en la contienda interna pasada a la gubernatura, uno de los aspirantes a candidato por el PRI. Lo frenaron con las cuentas pendientes. No operó por Jesús Alí y su gente sí lo hizo por Arturo Núñez.

Sin embargo está entre los doce aspirantes a la dirigencia. El mismo error comete el PRI con tantos nombres, como en la selección de su candidato pasado al gobierno, cuando quienes en verdad tenían opción eran Luis Felipe Graham, Gina Trujillo y quien resultó el favorecido, Jesús Alí de la Torre.

Pero Evaristo es de los candidatos que no llena los requisitos que exigen los estatutos priístas para un cargo partidista. Principalmente ser cuadro de comprobada disciplina y lealtad.

Y ya se sabe como coqueteó con el PAN para asustar al PRI en las pasadas elecciones.
Quienes pelean contra el dedazo y contra un mal dirigente, exigen, además de la lealtad al PRI que no tengan aspiraciones a ser diputado federal o gobernador en las próximas elecciones del 2015 y 2018.

El grupo de ex dirigentes estatales priístas que se reunieron antier están tan preocupados que, incluso, aceptarían que un ex presidente repitiera en el cargo, para lo cual le están buscando la vuelta al artículo estatutario que impide claramente la relección.

Dice el artículo 163: “El Presidente y Secretario General electos de los comités Ejecutivo Nacional, Directivos de los Estados y del Distrito Federal, durarán en su función cuatro años; los municipales, delegacionales y seccionales, durarán en su función tres años, sin posibilidad de ser reelectos en ningún caso”.

Se agarran, como un fuego ardiente, de la palabra “electos” para interpretar que aquellos que llegaron como interinos por prelación o por Consejo podría serlo. ¿No es por votos acaso del Consejo o la asamblea que algunos llegaron? Es pregunta.

Enredados en tanto llega el delegado nacional, los dinosaurios olvidan también que para evitar mayor divisiones se debe optar por una candidatura de unidad. Aspirantes como el propio Evaristo Hernández Cruz y Gregorio Arias Pérez luchan por que se haga una elección directa por la base militante. Las otras dos opciones que establecen los estatutos son asamblea de Consejeros Políticos o Asamblea Estatal.

De esta dos, la de Consejeros está en veremos, pues se ha acusado que ese cuerpo orgánico partidista se formó a modo del gobernador Andrés Granier, con la inclusión de “choferes y guaruras”, según acusación de la entonces diputada local y hoy aspirante a la secretaría general priísta, Lorena Beauregard, que iría en fórmula con Guillermo Narváez Osorio, apoyados desde el DF por Benito Neme Sastré.

Guillermo y Lorena, como ayer se dijo en esta columna, se reunieron recientemente con Carlos Prats Pérez y Jesús Madrazo Martínez de Escobar. Por un error se dijo que ahí había estado también Víctor Manuel López Cruz, cuando en realidad quien asistió como acompañante de Narváez fue Víctor Manuel Cruz Romero, a quien nadie conoce por su nombre sino por su alias, “Huimanguillo”, lo que motivó el enredo en que cayó la columna Cayuco y hizo zozobrar a la columna Transparencia.

Esto hace recordar aquella vez que en una comunidad un gobernante abonaba a favor de  Julio César Pérez Oropeza, en Macuspana, y uno de los campesinos le dijo que ellos no votarían por ese señor, que ni lo conocían, que ellos votarían por “el Cucaracho”. Pérez Oropeza —uno de los protosaurios del PRI— llegó a ser alcalde.

Noticias del reino
En el feudo de Pedro Landero López, Nacajuca, hubo la primera baja en la Dirección del Registro Civil. Al parecer se relaciona con la elección de delegados municipales, donde el ex diputado priísta David Cerino y la titular de esa dependencia meten mano.

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