Se requieren nuevas formas
 de pensar para resolver los
problemas creados por las viejas
ormas de pensar. Albert Einsten

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com

Con el perdón de las presuntas víctimas de agresión por parte de agentes de Tránsito y el anuncio de que los empleados de esa corporación se van a capacitar en trato a la ciudadanía, se desactivó uno de los conflictos que vienen provocando las malas actitudes de servidores públicos de la administración de Arturo Núñez Jiménez, que como lo admite se mantiene en actitud de apaga fuegos.

Sin embargo las declaraciones del director de la Policía Estatal de Caminos, Sergio Guerra, no quitan el mal sabor que crece en los tabasqueños por la percepción que se tiene del desempeño de los encargados de la seguridad pública y vial.

Que la familia que se dijo agredida no pueda ya probar el abuso de la autoridad porque el propio agente del Ministerio Público que conoció del caso, Rodolfo Torres, informó que los agredidos habían otorgado el perdón a los agentes de Tránsito, no elimina la duda natural entre los tabasqueños.

En mucho contribuyen las redes sociales que han venido, incluso, a ganar espacios que la prensa cotidiana tiene. En ellas nos enteramos que en la valoración que hizo el ,médico legista resultó que también los agentes de la corporación vial estaban golpeados. El propio Sergio Guerra aseguró que los agentes fueron agredidos de primera instancia y que es falso que quisieran extorsionar a la familia.

Aparte de los dimes y diretes que aparecieron en los espacios cibernéticos, poco de los cuales aportamos para una mejor concepción, lo cierto es que esta vez no se dejó crecer el problema. Y qué bueno en abono al gobierno de Arturo Núñez que ha gobernado no sólo tiempos difíciles por la administración desastrosa recibida, sino que como primer gobernante de la oposición ha sentido el natural rechazo al cambio de actitudes dentro y fuera del Gobierno del Estado.

No se puede, de la noche a la mañana, cambiar la mentalidad creada a través de muchos decenios. En las corporaciones de Policía y Tránsito se ha denunciado siempre la existencia de mafias a las que no interesa sino el negocio que estas dependencia significan. La honradez, la honestidad, la ética, la responsabilidad no pueden instituirse por decreto.

Pero tampoco se puede engañar al pueblo. Se tiene que probar que ciertamente, como lo dice Sergio Guerra, “hay más de 30 elementos de la PEC que están siendo investigados por la Comisión de Honor y Justicia” y que la próxima semana sesionará este órgano interno de su corporación. ¿a cuantos castigará, con nombres y no sólo dando cifras?

Información en abierta defensa de Tránsito dice que “Sergio Guerra, señalo que derivado de las supuestas agresiones de las que fueron víctimas los ocupantes de la camioneta retenida por los agentes de Tránsito, se dio inicio a la averiguación previa VHSA-ADF-A-391/2014, misma que arrojó como resultado que todo lo ventilado en el video difundido en redes sociales, se encuentra completamente alejado de la realidad”.

Es necesario que la autoridad, ya de Tránsito, ya de la Policía o de cualquiera dependencia oficial, se olviden un poco siquiera de su propia visión de autoridad y atiendan la visión de los ciudadanos. Con ello ganaría mucho el gobierno de Núñez, gobernante que llegó con todas las expectativas del cambio no sólo de la administración publica sino de la misma actitud de un pueblo que en las urnas depositó en él confianza.

Así comprenderían mejor las reacciones, los comentarios, la s opiniones no sólo del pueblo sino de muchos periodistas a los que persigue el estigma de ser oficialistas o enemigos del gobierno. Percepciones de las que por cierto no es ajeno el propio Arturo Núñez.

Hacer esto, escuchar afuera y no sólo adentro, provocaría los cambios necesarios que todavía faltan y urgen para mantener el rumbo que desde un principio marcó el gobernante tabasqueño. Se vería no sólo como un resultado de la política gubernamental sino como una de las estrategias de seguridad.

Debe entenderse que casos como estos mandan un mensaje no únicamente al interior del Gobierno sino a la gente, a los tabasqueños que esperan sentirse al menos tranquilos y, si se puede, protegidos por agentes de Tránsito y policías.

La prepotencia tiene que desaparecer. Y no me diga usted que no se ve altivo y casi dictador Sergio Guerra cuando declara: “que en dichos videos la supuesta parte agraviada, argumenta tráfico de influencias, así mismo de acuerdo a la investigación realizada por parte del agente del ministerio público investigador, se decretó por certificado médico que ambas partes presentaban lesiones, por lo que en el curso de las diligencias ambas partes se otorgaron el perdón.

A pesar de los argumentos propiciados por parte del director de la Policía Estatal de Caminos y del agente del ministerio público asignado al caso, en el mismo video donde los supuestos agraviados amenazan a los agentes que estaban cumpliendo con su deber, los efectivos ya presentaban daños en sus uniformes, lo que indica que también habían sido agredidos”.
En fin.