En Alepo, los bombardeos causaron este sábado numerosos heridos en los barrios de Sajur, Bab al Hadid, Saladino y Karm al Jalal

Beirut
Agencias
En Damasco, el ejército bombardeó las localidades de Guta oriental, cerca de la capital, donde los combatientes rebeldes están muy presentes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
En Nueva York, la oposición siria, que desde el comienzo de la revuelta de marzo de 2011 contra el régimen de Bashar al Asad reclama una ayuda de la comunidad internacional, obtuvo el viernes decenas de millones de dólares de ayuda adicional por parte de Estados Unidos, pero esencialmente humanitaria.
En Alepo, los bombardeos causaron este sábado numerosos heridos en los barrios de Sajur, Bab al Hadid, Saladino y Karm al Jalal. Según el OSDH había también combates en Arqub y Azizié.
De acuerdo a esta organización, que tiene su sede en Londres, las tiendas con puertas de madera del célebre mercado del centro de Alepo estaban en llamas.
«Un bebé de un año de edad pereció, mientras que su hermano y su madre resultaron heridos, por el bombardeo de la localidad de Maskana» en la provincia de Alepo, indicó el OSDH, y hubo también violentos combates en Saladino, tras un ataque lanzado por los rebeldes contra un centro militar ubicado en este barrio del suroeste de Alepo.
El viernes, al menos 120 personas murieron en los enfrentamientos violentos, entre ellos 71 civiles, en una jornada caracterizada, como cada viernes desde hace más de 18 meses, por manifestaciones contra el régimen, indicó el OSDH, que estima que más de 30.000 personas han perecido desde el comienzo de la rebelión.
Cerca de Damasco, los bombardeos sobre Guta oriental tienen como objetivo a los combatientes rebeldes. «Las fuerzas armadas quieren aniquilarlos de una vez por todas», afirmó a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Ese sector es el feudo de los rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL) y del batallón Tajamo Ansar al Islam, un grupo yihadista que reivindicó el doble atentado del pasado miércoles contra la sede del Estado Mayor en Damasco.
«El ejército quiere vengarse, y son los civiles quienes pagan el precio», afirma Matar Ismail, un periodista de Damasco, asegurando que el régimen estaba «ejecutando mucha gente de manera sumaria».