“La dictadura de la burguesía o del proletariado, es siempre tiranía y la libertad no puede alcanzarse por medio de la tiranía”.
Ricardo Flores Magón

Iván Aguirre Aguilar

Bien se dice que “no hay que estirar tanto la cuerda”. Las circunstancias van pidiendo de manera natural, como debe actuarse en consecuencia para no incurrir en situaciones que a la postre se puedan salir de control sin posibilidad de resolver algo que no ha sido tratado con sensatez y objetividad. O, en términos coloquiales “ni tanto que queme  al santo; ni tanto que no lo alumbre”.
Eso, sin temor a equivocación, podría “avecinarse” en los próximos tiempos de darse por hecho lo que, pretenciosamente, buscan las actuales autoridades respecto a la nueva reglamentación en el tema del transporte en la entidad.
Dictatorial y coercitiva para con los reales intereses de miles de familias que de una u otra forma dependen del servicio público en sus distintas modalidades, el anteproyecto presentado (que no a todos los que injiere el tema) prevé, terminar de  tajo con las concesiones tradicionales para “incorporar el servicio” hacia un esquema de empresas contempladas dentro de la Ley de Asociaciones Público Privadas.
La interrogante que se desprende es ¿Qué acaso José Antonio de la Vega Asmitia no conoce a fondo la ley en vigencia? Porque la misma ofrece figuras que redundan en la búsqueda de mejoramiento sustancial para ofertar un servicio de calidad y modernista a como siempre lo ha exigido la ciudadanía.
Más bien, es innecesaria una nueva ley en la que se  atenta contra el sustento diario de muchas familias (más de 6 mil entre directos e indirectos) que desde hace muchos años han venido prestando el servicio, con sus bemoles sí, pero con el firme propósito de contar con un servicio que cubra con los mínimos requerimientos para toda una sociedad.
Mejor aún, si el empecinamiento consiste en “desmantelar” el sistema actual, por qué no se libera el precio del pasaje que, en comparación con muchas otras ciudades de la Nación es barato.
Trece pesos –a decir de muchos transportistas- sería la cifra idónea para alcanzar esa independencia que se refleje en “el rompimiento del cordón umbilical” con el Gobierno.
De nada ha servido que se cuente con un fideicomiso de más 178 millones de pesos anuales que, a decir de los conocedores, sólo ha servido para tres cosas.
Y, qué decir del apoyo a los estudiantes. Ese punto recomendaría a la autoridad, crear un sistema de apoyos desde la misma SCT para con los escolapios de manera mensual.
Hemos escrito en miles de líneas que, si bien el paternalismo ha causado daños por su proteccionismo justamente, también es importante señalar que, los transportistas han sido utilizados como “clientela electoral” lo que invita a reflexionar acerca de una posible venganza  política que en nada abona a la armonía entre la autoridad y quienes, desde hace muchos años, han dedicado su vida a esa importante tarea para con los que no  cuentan entre su propiedad un vehículo y tienen que trasladarse de esa manera.
Sí, a esos miles de mujeres, hombres y niños que le cuestionarían a De la Vega Asmitia ¿acaso contamos nosotros para tomar decisiones que al final de cuentas nos afectarían en lo económico?
A lo que remataría este columnista, de concretarse  dicha Ley ¿contemplaría que los nuevos dueños, siquiera tributaran o derramaran esas divisas en suelo tabasqueño? Al tiempo.
-DE REOJO-
Veinticinco años ya de la partida de mi padre (Lenin Aguirre González). Por supuesto que guardo  de él sus buenos consejos. Sobre todo, los he puesto en práctica, sumando cada día, dando lo mejor de mí. Recordando una frase que regularmente me externaba “no te fíes de los idiotas ni de los estúpidos” en franca alusión a quienes, desde siempre, pugnan por “contaminar a los demás”. . . Datos fríos arrojados por investigaciones serias a nivel internacional refieren que, lo mismo que en América, en Europa y Asia se subsidia el transporte público. Ciertamente, hay otros modelos mediante organismos y empresas que coadyuvan para favorecer a las clases más vulnerables económicamente hablando. . .Independientemente del resolutivo que traiga la impugnación en lo tocante a las candidaturas comunes, la gente manifiesta su indignación ante “los oídos sordos” de sus Diputados Locales (los del PRD) tachándolos de incongruentes, ya que, una de sus principales banderas siempre había sido la de “consultar al pueblo”. Los comentarios que se dejan escuchar versan en “salió más malo el giro que el colorado” . . . .