INTERES MALCRIADOS II Heberto Taracena Ruiz El progreso no puede ser feliz accidente. No cabe en él aquello de que “no hay mal que por bien no venga”. Nada tiene qué ver con la eventualidad de que alguien llegue al poder por casualidad. Y así una serie de sutilezas que al paso de los años pasan y...

Heberto Taracena Ruiz Si la vida te ofrece puertas, por supuesto, ábrelas… Estás aquí y ahora y eres lo que quieres: nada que te lesione ni dañe a los demás. La llave girará a tu conducción. ¿Pretensioso? Allá tú… Debe tomarse por ventaja no saber el día ni la hora. Ah, qué fastidio, leer lo que...

Heberto Taracena Ruiz Todos hemos recorrido el mismo trecho. CIPIAN CABRERA JASSO. De la vida pulimos una franja al repasar la holgura que le ocupemos… Nadie habrá de cubrirla en su totalidad. La vida no empezó cuando nacimos -obvio-: podemos ser continuación si decidimos andarla a plenitud. La...

Heberto Taracena Ruiz Crítica no es pecado capital, pero nadie está libre del revés; si bien la cosa pública apunta ser su primera estación. Aunque el autor de las más acerbas, debe no sólo ser escuchado sino atenerse a la réplica del criticado: ¡piso parejo! Al espacio de la libertad se llega con...

Heberto Taracena Ruiz Expresiones vienen a menos por no usarse o mal usarse. Cosa de entrever antes que saber. Crítica acalorada es insondable abismo que rueda como roca frontal al sinsentido. En cambio aquello que se retroalimenta en la objetividad, -sin aspirar a gozos eternales-, reviste...

Heberto Taracena Ruiz Entre escribir LO QUE NOS PASA y trazar LO QUE PASA, es más socorrido lo primero que lo segundo. La distancia es total. Aquello va con el interior de pretendientes, no escogidos. Esto otro puede meterse en honduras, herir susceptibilidades. Decidir es papel de quien trasiega....

Heberto Taracena Ruiz Hay retratos hablados y retratos callados. Estatuas vivas que apenas si por el pellizco responden el pulso. Personas que usted y yo conocemos, muy buenas por la razón o sinrazón de que si llueve se mojan y si hay sol se queman. Ni frías ni calientes. No se meten con nadie...

Heberto Taracena Ruiz Nadie sabía de Él. Nadie de Ella. Él cobijado en el anonimato que con nadie se mete. Ella en las mismas, sin romper olas en sus vaivenes. Para nadie contaban bien o mal. En el bajo perfil que no se proponían iban, intrascendentes, acurrucados a su sombra de vida. Cumplían las...

Heberto Taracena Ruiz No es necesario un día de suerte, salir de caza y regresar cargada en hombros la mejor presa que a tarascadas se consuma. Tener un día desos inmensos que hacen del mundo tantos añicos como pizcas y al siguiente no soportar el mal aliento al interior y el exterior. No se...

Heberto Taracena Ruiz Si cada espíritu fuese motivado por efectos iguales, el mundo resultaría de una repetición desesperante. El ser humano no debe ser volcán que abrase lava o luces de bengala, y de un momento a otro estalle prisionero de las motivaciones. Cuentan para él -ser humano- tantas...