César Graciano Calvario
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Una de cal, y otra de arena. Primero, en la de cal, el Congreso de Tabasco avala los cambios a la legislación electoral promovidos por el PRI-PAN, en el Congreso de la Unión, con una celeridad sospechosista, y aun a costa de de que los llamen mandilones de Peña. Pero la bancada local priista pide al tribunal judicial supremo la revocación de dicha ley por anticonstitucional. Dicen. Para ello hacen montón con todos sus diputados locales y echan mano de 3 mercaderes para completar el requisito. Dos de estos últimos provienen de la coalición gobernante. El insufrible Roger Arias del PT y la Abue Jovita original del MC y que ya no está para andar en las manos y la bocota de todos. El complemento lo hace la senadora consorte en papel de diputada local del Panal, Aracely Quevedo. De esta forma el priismo tabasqueño continúa dando bandazos a trote y moche.

La de arena es la que acaban de dar los diputados locales de esa coalición, quienes unidos a los diputados federales y Senadores de Tabasco de esos mismos partidos, habiéndoseles unido los del PAN, han hecho un bloque para demandar ante el Congreso de la Unión que sea reconocida la crisis financiera que mantiene empantanado al gobierno de la alternancia como efecto del inapropiado trato fiscal que se le da y que no le permite más que disponer de recursos escasos para pagar la nómina de la administración pública, local y estatal.

Con esta acción, los legisladores se solidarizan con el ejecutivo estatal, quien desde el año pasado mantiene intenso cabildeo con las máximas autoridades financieras del país buscando revertir la desventajosa situación. Al mismo tiempo hacen la presión necesaria, en el lugar conveniente, para no dejar de motivar la intención original del presidente Peña, quien ha hecho oferta pública de apoyar la economía del estado y le ha manifestado al gobernador Núñez su voluntad de apoyo en la revisión del Convenio de Coordinación Fiscal, para mejorarlo en favor de Tabasco.

Y encontramos una virtud más profunda en la iniciativa de los congresistas tabasqueños. La carta abierta, que con el título TRATO FISCAL JUSTO PARA TABASCO hicieron del conocimiento público, ayuda a dimensionar correctamente la actuación del gobierno de la alternancia, acusado de todo por no poder cumplir sus promesas a la población ¡aunque no disponga de recursos! Y –lo más importante- por qué no dispone de ellos. La demanda congresista demanda los recursos fiscales que en legítimo derecho como estado productor de petróleo nos corresponden y que no se han entregado desde 2007.

Que Granier y sus secuaces hayan metido mano a los recursos presupuestales de origen federal -etiquetados para satisfacer las necesidades más urgentes de la población- cambiándoles de dirección rumbo a sus alforjas, y que si no se llevaron más fue porque no les dieron más, ya no es justificante ni satisfactorio a estas alturas. Ni para los priistas de aquí, que sufren las consecuencias por los excesos de sus ex jefes -tanto como los de todos los otros partidos- ni para los priistas de allá. Los federales. Tampoco debiera serlo para los santones hacendarios. Eternamente priistas.

….a pie de carretera
Julio César Cabrales
¡Así nace la oposición al gobierno de la alternancia! Arrastrando el membrete del Colegio de Economistas de Tabasco bajo el brazo, quien fuera propuesto a la candidatura de la diputación por uno de los distritos de centro por el PRD y que por cuestiones de estrategia y normatividad fuera sustituido por Ana Bertha Vidal, la actual diputada, se dedica ahora a trinar lindeza y media contra ese gobierno, sus programas, sus hombres y mujeres y aun ¡contra su gobernador! Lo malo del asunto es que lo hace a nombre de todos los economistas. Pero estos ya le preparan la cama. El gremio del gobernador no puede ser uno de sus detractores.

¿Usted votó por Fox? ¡Qué fuerte! Mejor le busco mañana SDQ. Adiu
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