Abandonados a su suerte se encuentran los artesanos de la zona indígena de Monte grande, aseguran que debido a la crisis no existen apoyos de ninguna clase, hay que trabajar para ganarse el pan de cada día, aunado a que están desamparados carecen del respaldo económico del gobierno local.

Jonuta
Carlos Palmeros
Corresponsal
Y es que la citada comuna es un refugio natural de talentosos artesanos, en este municipio muchas familias viven de los trabajos que con sus manos construyen diariamente, muchos se la pasaran trabajando, debido a la crisis económica.
Gilberto de la Cruz, un de varios artesanos del poblado Pueblo Nuevo, que transforman la madera en figuras diversas, cayuquitos, máscaras, y diferentes formas de la fauna silvestre, entre otras cosas que comercializa en la ciudad y hasta la capital del estado.
En entrevista con Rumbo Nuevo señaló que lleva  toda una vida como artesano y lo que gana le sirve para cubrir las mínimas necesidades de su familia, quienes a la vez lo ayudan a elaborar los distintos trabajos en sus tiempos libres.
«Nosotros trabajamos la madera cedro, caoba, macuilís, hacemos máscaras, llaveros, así como una infinidad de artículos para las mesas de centro y adornos para las viviendas; mi mujer es la que me ayudan a realizar las artesanías, por lo menos ahí la vamos llevando para la papa del día», comentó.
Dijo que vende las portas lapiceras y los barquitos a 20 pesos, llaveros en forma de manatí 35, y  caballos, y hasta toros de entre 150 y 750 pesos dependiendo del tamaño, «de esto vivo», no recibimos ningún apoyo de alguna institución, ya que los créditos están un poco complicado para lograrlo».