Arriesga 16 mil tabasqueños Plaza Sendero
Habitantes de las colonias Tierra Colorada, Asunción Castellanos, La Compuerta, Valle Verde y el fraccionamiento Valle Marino en peligro de inundación, denunció el regidor Leoncio López Montoya Jorge Macario Rumbo Nuevo A cinco años de que el poderoso grupo regiomontano empresarial “Costa Verde” y organización Soriana, firmaran un acta de cabildo donde se comprometían a […]
4 de marzo de 2013

Habitantes de las colonias Tierra Colorada, Asunción Castellanos, La Compuerta, Valle Verde y el fraccionamiento Valle Marino en peligro de inundación, denunció el regidor Leoncio López Montoya

Jorge Macario
Rumbo Nuevo
A cinco años de que el poderoso grupo regiomontano empresarial “Costa Verde” y organización Soriana, firmaran un acta de cabildo donde se comprometían a construir infraestructura hidráulica para las 15 hectáreas del vaso regulador que fue rellenado ex profeso para la magna obra denominada “Plaza Sendero”, a la fecha ninguna de esas obras existen, con el riesgo latente de inundación  para más de 16 mil personas que habitan las colonias Tierra Colorada, Asunción Castellanos, La Compuerta, Valle Verde y el fraccionamiento Valle Marino, denunció el regidor del PRI en la comuna del Centro, Leoncio López Montoya.
“En total son entre cinco y siete sectores de esa zona de la ciudad que se verían amenazados con nuevas inundaciones, ya no por la creciente de los ríos, sino por el relleno de ese vaso regulador que sirve de soporte a Plaza Sendero y porque las obras hidráulicas que se comprometieron hacer esos ricos empresarios no las hicieron nunca”,  acusó molesto el regidor priísta.
Desde enero de este año, el poderosos grupo empresarial continuó con las obras en la zona, pero sin respetar los convenios firmados con la administración municipal 2007-2010, y lo más grave: trata de evadir una responsabilidad legal, al rellenar un vaso regulador que amortiguaba la zona de posibles inundaciones, sin tomar ninguna medida al respecto.
“Eso es lo inaudito, estos señores además de venir a Tabasco a comprar tierras bajas a precios ridículos para hacer sus grandes consorcios, nos quieren dejar el problema de las inundaciones, cuando ellos están obligados hacer toda la infraestructura hidráulica que se requiere y no se le debe permitir”, advirtió el ex secretario particular de Raúl Ojeda.
El conflicto en ciernes, inició apenas la semana pasada, cuando delegados municipales, jefes de manzana y líderes sociales fueron al ayuntamiento con el regidor del PRI, Marcos Quintero Buendía, para denunciar las anomalías que los empresarios regios están haciendo con esa obra, y porque no están respetando el acuerdo logrado en el lejano otoño del 2008, cuando apacibles y calladitos, aceptaron hacer todas las obras necesarias, para que la inversión de la Plaza Sendero no se frenara.
«Desde 2008 hay ese acuerdo, y hoy parece que estos señores ya no lo quieren respetar, lo tratan de desconocer, lo cierto es que si la empresa se comprometió a realizar las obras, el ayuntamiento está obligado hacer respetar la ley, meter en cintura a estos magnates y no darles ningún chance de nada», dice molesto el funcionario municipal.
Y remata: «independientemente de lo político y lo económico, el ayuntamiento tiene que velar por esa gente, tiene que pensar en el beneficio de las más de 4 mil familias asentadas en la zona, entonces se tiene que revisar muy bien ese acuerdo y no permitir ni darles canonjías a esos magnates».
En mi condición de regidor del PRI, votaría por hacer cumplir la ley, que estos señores cumplan y como dice el presidente municipal, que se abstengan al imperio de la ley.

La negra historia
La mañana del 15 de junio del 2008, el grupo empresarial Costa Verde y Grupo Soriana, firmaron con el entonces edil de Centro, Evaristo Hernández Cruz, tras largos nueves meses de negociación, un convenio en el que los ricos empresarios se comprometían llevar a cabo las obras hidráulicas necesarias en las 15 hectáreas que conformaban ese vaso regulador, hoy desaparecido, para evitar futuras inundaciones en la zona.
«La garantía es que esta obra que se va a realizar no afectará a nadie, porque estamos acordando con los empresarios acciones que les van a beneficiar y van aumentar su calidad de vida, pues dejarán de vivir entre aguas negras y, también, con el temor de que sus casas puedan inundarse por lluvia», manifestó esa vez en tono presumido el entonces alcalde, tras sostener un encuentro con delegados municipales, jefes manzana y vecinos de los sectores Santa Lucía, El Recreo, Valle Verde, Valle Marino, Isabel de la Parra, Transparencia Tabasco y San Julián, de esa colonia, con quienes hasta foto sé tomó.
Ese primer acuerdo con los poderosos empresarios regios, se vino a dar nueve meses después de disputas y jaloneos entre el entonces edil y los representantes de los magnates norteños, pues estos alegaban que el ayuntamiento debía poner una parte de los más de 50 millones de pesos que se requerirían para salvar de la inundación esa zona, donde ellos pretendían edificar ese monstruo comercial, con plazas, cines y restaurantes de lujo.
“A los hombres del dinero, nunca les importó que esa zona, donde se estiman viven más de 16 mil personas, se fueran al agua en tiempos de lluvia, ellos venían por lana, y como ahora sucede, quieren abrir, pero sin cumplir ese acuerdo con el ayuntamiento”, alertó López Montoya.
Tras las intensas negociaciones, los magnates acordaron hacer las obras, invertir más de 50 millones de pesos en las mismas, pero al final desistieron de hacerlo, pensando quizá que con la llegada de otra administración la historia les cambiaría.
Con Jesús Ali de la Torre (2010-2012), las negociaciones estuvieron paradas, debido a que al parecer el grupo regiomontano enfrentó problemas de tipo económico, por la caída del mercado bursátil y la crisis en Europa, que les pegó fuerte y tuvieron que frenar su política expansionista en el territorio tabasqueño.
Por dos años y medio, los empresarios se abstuvieron de tocar el tema con la administración municipal y con el gobierno estatal, hasta finales del 2012, cuando se acercan de nuevo para explorar la posibilidad de continuar con las obras de expansión del grupo comercial Soriana, que sin importarles nada, pretenden otra vez evadir la autoridad y pisotear la ley.

El monstruo
Lo que será la impresionante plaza comercial Sendero, está proyectada sobre lo que era un predio irregular y un importante vaso regulador, ubicado entre el periférico Carlos Pellicer Cámara y la avenida Universidad, una zona de regulación natural de más de 15 hectáreas, conformada por zona de agua, espadañales, selva mediana y bajos o lodazales.
Pese a eso, Grupo Acosta Verde y Organización Soriana, persisten en invertir en ese lugar más de cien millones de dólares por los próximos meses, pues la mega plaza contará como tienda ancla a Soriana, y en sus instalaciones integrará otras 12 firmas más, entre ellas, Coppel, City Club, Famsa, Woolworth, Del Sol y 12 salas de Organización Cinépolis.
Además se tienen proyectados crear cien locales, 12 islas de ventas, 17 puntos de comida rápida, área común y un estacionamiento con capacidad para dos mil 276 vehículos; proyectó que generará más de 7 mil 700 empleos, desde su comienzo a la terminación del mismo.

Arriesga 16 mil tabasqueños Plaza Sendero

 

Foto: Jorge Hernández

 

Habitantes de las colonias Tierra Colorada, Asunción Castellanos, La Compuerta, Valle Verde y el fraccionamiento Valle Marino en peligro de inundación, denunció el regidor Leoncio López Montoya

 

Jorge Macario

Rumbo Nuevo

 

A cinco años de que el poderoso grupo regiomontano empresarial “Costa Verde” y organización Soriana, firmaran un acta de cabildo donde se comprometían a construir infraestructura hidráulica para las 15 hectáreas del vaso regulador que fue rellenado ex profeso para la magna obra denominada “Plaza Sendero”, a la fecha ninguna de esas obras existen, con el riesgo latente de inundación  para más de 16 mil personas que habitan las colonias Tierra Colorada, Asunción Castellanos, La Compuerta, Valle Verde y el fraccionamiento Valle Marino, denunció el regidor del PRI en la comuna del Centro, Leoncio López Montoya.

“En total son entre cinco y siete sectores de esa zona de la ciudad que se verían amenazados con nuevas inundaciones, ya no por la creciente de los ríos, sino por el relleno de ese vaso regulador que sirve de soporte a Plaza Sendero y porque las obras hidráulicas que se comprometieron hacer esos ricos empresarios no las hicieron nunca”,  acusó molesto el regidor priísta.

Desde enero de este año, el poderosos grupo empresarial continuó con las obras en la zona, pero sin respetar los convenios firmados con la administración municipal 2007-2010, y lo más grave: trata de evadir una responsabilidad legal, al rellenar un vaso regulador que amortiguaba la zona de posibles inundaciones, sin tomar ninguna medida al respecto.

“Eso es lo inaudito, estos señores además de venir a Tabasco a comprar tierras bajas a precios ridículos para hacer sus grandes consorcios, nos quieren dejar el problema de las inundaciones, cuando ellos están obligados hacer toda la infraestructura hidráulica que se requiere y no se le debe permitir”, advirtió el ex secretario particular de Raúl Ojeda.

El conflicto en ciernes, inició apenas la semana pasada, cuando delegados municipales, jefes de manzana y líderes sociales fueron al ayuntamiento con el regidor del PRI, Marcos Quintero Buendía, para denunciar las anomalías que los empresarios regios están haciendo con esa obra, y porque no están respetando el acuerdo logrado en el lejano otoño del 2008, cuando apacibles y calladitos, aceptaron hacer todas las obras necesarias, para que la inversión de la Plaza Sendero no se frenara.

«Desde 2008 hay ese acuerdo, y hoy parece que estos señores ya no lo quieren respetar, lo tratan de desconocer, lo cierto es que si la empresa se comprometió a realizar las obras, el ayuntamiento está obligado hacer respetar la ley, meter en cintura a estos magnates y no darles ningún chance de nada», dice molesto el funcionario municipal.

Y remata: «independientemente de lo político y lo económico, el ayuntamiento tiene que velar por esa gente, tiene que pensar en el beneficio de las más de 4 mil familias asentadas en la zona, entonces se tiene que revisar muy bien ese acuerdo y no permitir ni darles canonjías a esos magnates».

En mi condición de regidor del PRI, votaría por hacer cumplir la ley, que estos señores cumplan y como dice el presidente municipal, que se abstengan al imperio de la ley.

 

La negra historia

La mañana del 15 de junio del 2008, el grupo empresarial Costa Verde y Grupo Soriana, firmaron con el entonces edil de Centro, Evaristo Hernández Cruz, tras largos nueves meses de negociación, un convenio en el que los ricos empresarios se comprometían llevar a cabo las obras hidráulicas necesarias en las 15 hectáreas que conformaban ese vaso regulador, hoy desaparecido, para evitar futuras inundaciones en la zona.

«La garantía es que esta obra que se va a realizar no afectará a nadie, porque estamos acordando con los empresarios acciones que les van a beneficiar y van aumentar su calidad de vida, pues dejarán de vivir entre aguas negras y, también, con el temor de que sus casas puedan inundarse por lluvia», manifestó esa vez en tono presumido el entonces alcalde, tras sostener un encuentro con delegados municipales, jefes manzana y vecinos de los sectores Santa Lucía, El Recreo, Valle Verde, Valle Marino, Isabel de la Parra, Transparencia Tabasco y San Julián, de esa colonia, con quienes hasta foto sé tomó.

Ese primer acuerdo con los poderosos empresarios regios, se vino a dar nueve meses después de disputas y jaloneos entre el entonces edil y los representantes de los magnates norteños, pues estos alegaban que el ayuntamiento debía poner una parte de los más de 50 millones de pesos que se requerirían para salvar de la inundación esa zona, donde ellos pretendían edificar ese monstruo comercial, con plazas, cines y restaurantes de lujo.

“A los hombres del dinero, nunca les importó que esa zona, donde se estiman viven más de 16 mil personas, se fueran al agua en tiempos de lluvia, ellos venían por lana, y como ahora sucede, quieren abrir, pero sin cumplir ese acuerdo con el ayuntamiento”, alertó López Montoya.

Tras las intensas negociaciones, los magnates acordaron hacer las obras, invertir más de 50 millones de pesos en las mismas, pero al final desistieron de hacerlo, pensando quizá que con la llegada de otra administración la historia les cambiaría.

Con Jesús Ali de la Torre (2010-2012), las negociaciones estuvieron paradas, debido a que al parecer el grupo regiomontano enfrentó problemas de tipo económico, por la caída del mercado bursátil y la crisis en Europa, que les pegó fuerte y tuvieron que frenar su política expansionista en el territorio tabasqueño.

Por dos años y medio, los empresarios se abstuvieron de tocar el tema con la administración municipal y con el gobierno estatal, hasta finales del 2012, cuando se acercan de nuevo para explorar la posibilidad de continuar con las obras de expansión del grupo comercial Soriana, que sin importarles nada, pretenden otra vez evadir la autoridad y pisotear la ley.

 

El monstruo

Lo que será la impresionante plaza comercial Sendero, está proyectada sobre lo que era un predio irregular y un importante vaso regulador, ubicado entre el periférico Carlos Pellicer Cámara y la avenida Universidad, una zona de regulación natural de más de 15 hectáreas, conformada por zona de agua, espadañales, selva mediana y bajos o lodazales.

Pese a eso, Grupo Acosta Verde y Organización Soriana, persisten en invertir en ese lugar más de cien millones de dólares por los próximos meses, pues la mega plaza contará como tienda ancla a Soriana, y en sus instalaciones integrará otras 12 firmas más, entre ellas, Coppel, City Club, Famsa, Woolworth, Del Sol y 12 salas de Organización Cinépolis.

Además se tienen proyectados crear cien locales, 12 islas de ventas, 17 puntos de comida rápida, área común y un estacionamiento con capacidad para dos mil 276 vehículos; proyectó que generará más de 7 mil 700 empleos, desde su comienzo a la terminación del mismo.

 

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