Argentina permite decir «adiós» a enfermos
Cuando el argentino Augusto Briceño acarició a su madre gravemente enferma en una sala de terapia intensiva para infectados de Covid-19 sintió que el calor del cuerpo de la anciana atravesaba los guantes que lo protegían. Esa despedida lo llenó de paz.
25 de agosto de 2020

Cuando el argentino Augusto Briceño acarició a su madre gravemente enferma en una sala de terapia intensiva para infectados de Covid-19 sintió que el calor del cuerpo de la anciana atravesaba los guantes que lo protegían. Esa despedida lo llenó de paz.

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