Abiud Pérez Olán
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Desatada la polémica sobre el cambio de nombre que podría sufrir el Partido de la Revolución Democrática, que no es lo mismo que desaparezca, vale la pena remontarnos a su origen y quienes lo conformaron primero como el Frente Democrático Nacional, que sería la incisión más fuerte que ha vivido el Partido Revolucionario Institucional, se lanzaron a la lucha integrados en diversos partidos de izquierda que encabezó el Partido Mexicano Socialista, que prácticamente es quien da origen a lo que ahora es el PRD, la lucha fue seria y fuerte, el candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, le hizo la competencia al candidato oficial, Carlos Salinas de Gortari, a quien se le acusa de haberse robado la elección, a través del entonces secretario de gobernación y encargado de las elecciones, Manuel Bartlett Díaz.

Pasada la lucha electoral, dio comienzo la formación e integración del Partido de la Revolución Democrática y la cohesión de la izquierda mexicana que se arropó en ese instituto político que dio la lucha y acarició en diversas ocasiones la presidencia de la República, pero que no la pudo conquistar y se replegaron en una lucha interna que se le denominó tribus, por aquello de que todos tenían su coto de poder y así, el PRD caminó durante más de 25 años, pero con un liderazgo basado en Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, quienes al dejar el partido, prácticamente lo desarroparon y caminó a la deriva en alianzas antagónicas, como la del Partido Acción Nacional, en donde fue junto en gubernaturas y en el 2018, a la Presidencia de la República, viviendo el descalabro que lo puso en la antesala de desaparecer, o renovarse.

El PRD no tiene la capacidad para renovarse, le hace falta liderazgo, pues al haberse aliado con partidos antagónicos, la izquierda se replegó en el movimiento de Andrés Manuel López Obrador, llamado MORENA y por lo tanto, el PRD quedó totalmente en el aire, convertido en una fuerza política sin competencia, sin representaciones en las gubernaturas, pírrica en el Congreso de la Unión y por ello, quienes regentean los escombros del PRD buscan desesperadamente renovarse a través de una nueva institución, como Futuro 21.

En 1988, cuando el PRI vive la incisión más fuerte y que se integra el Frente Democrático Nacional, conformado por partidos políticos de izquierda, intelectuales, líderes obreros, campesinos y los emboscados que dentro del PRI subsidiaban este movimiento, como el líder petrolero, Joaquín Hernández Galicia y Jonguitud Barrios del SNTE, caminaron y dieron la lucha integrados en partido político, como el PRD, después vino la respuesta del Presidente Carlos Salinas de Gortari, quien prácticamente lo desmembró al encarcelar al líder petrolero y al persiguir a líderes magisteriales que coincidían con la izquierda, el PRD no defendió a quienes lo subsidiaron y así caminó durante 25 años con algunas gubernaturas que sostuvo en Quintana Roo, Michoacán, Baja California, Tabasco y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, pero que no les alcanzó para constituirse como una verdadera fuerza política, porque todas las gubernaturas conquistadas, habrían sido por priístas resentidos, que al final de cuentas, buscaron alianzas con sus antecesores y no con el partido que los llevó al poder.

El Partido de la Revolución Democrática está a punto de cambiar de nombre, por Futuro 21, pero le hace falta información hacia las bases, pues la reunión del fin de semana como asamblea constitutiva de Futuro 21, se vió la asistencia de los principales líderes del PRD y también de algunas corrientes políticas y en donde se habló de que el PRD podría ceder su registro a la nueva organización para que en las elecciones intermedias, precisamente de 1921, puedan competir por diputaciones federales, alcaldías y renovaciones de congresos locales, la idea no es tan descabellada y esto podría ser la competencia del partido que gobierna, que vive luchas internas de todo tipo.

El PRD nace como un partido de izquierda, pero nunca supo mantener la alianza con los verdaderos luchadores sociales de este país, la intromisión de políticos priístas que abandonaron el tricolor para cobijarse en el partido amarillo, fue lo que propició la desbandada de quienes formaron ese partido, entre ellos el hoy presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que abandonó el PRD, para formar su movimiento que lo abanderó y llevó a donde hoy se encuentra y que seguramente, dentro del PRD le habría sido imposible llegar.

El PRD cambia de nombre, pero son los mismos que llevaron esa perversa alianza de derecha con izquierda, que no les dio resultados, ante un liderazgo de Andrés Manuel López Obrador que sepultó a todos los grupos políticos que se encontraban a su paso, si la ideología perredista, con que fue formado este instituto político, está basada en la izquierda e ideologías socialistas, habrái que enterarnos sobre cuál es la ideología y pensamientos de quienes proponen el nuevo nombre del PRD.

Grillos y grillas
Si no se actúa en contra de los ex funcionarios señalados de corrupción durante el gobierno de Arturo Núñez en Tabasco, MORENA perderá muchos espacios y seguidores que en el 2018 le dieron el voto a ciegas, porque una de las solicitudes de los tabasqueños es que se haga justicia contra quienes depredaron el dinero público, la lista y los nombres, es muy larga y no puede quedarse en borrón y cuenta nueva, como dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, de no actuarse para recuperar los miles de millones de pesos que se encuentran en las cuentas bancarias de los ex funcionarios MORENA no tendrá argumentos en la próxima campaña política cuando se jugarán 17 presidencias municipales y lo más importante, que no deben olvidar los que gobiernan, el Congreso del Estado… Nos leemos mañana.