Aquí… Tabasco dice
Abiud Pérez Olán abiudperez@hotmail.com Mucha alegría ha causado, al menos en los medios de comunicación, la designación de la senadora Mónica Fernández Balboa, como futura presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Senadores, aunque políticamente, al partido MORENA lo haya fraccionado y mostrado los intereses que convergen en torno al poder Legislativo Federal, […]
22 de agosto de 2019

Abiud Pérez Olán
abiudperez@hotmail.com
Mucha alegría ha causado, al menos en los medios de comunicación, la designación de la senadora Mónica Fernández Balboa, como futura presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Senadores, aunque políticamente, al partido MORENA lo haya fraccionado y mostrado los intereses que convergen en torno al poder Legislativo Federal, la lucha abierta desde ahora, entre Ricardo Monreal Ávila y Martí Batres está al descubierto, y al menos, en el primer raund, el zacatecano mostró de qué está hecho y de lo que es capaz, recurriendo al antiguo PRI que tanto desprecian los morenistas y donde fue formado y construido el carácter político de quien ahora preside la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Senadores.

Los tabasqueños celebran cada designación que se hace en la persona de cualquier paisano y sus razones tendrán, después de una larga, pero muy larga temporada de que los tabasqueños poco participaban en política nacional y desde que llegó Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, los tabasqueños destacan en cargos demasiados importantes y a muchos de ellos, hasta les quedan grandes; acciones que a ojos cerrados se celebran, este último, al designarse en una asamblea que dejó mucho qué desear, a Mónica Fernández Balboa, se nota la alegría de quienes buscan el fortalecimiento de los tabasqueños en la vida de la política nacional.

Mónica Fernández Balboa es una política producto de la enfermedad colectiva en favor de una corriente política que después de más de tres décadas de lucha y tres intentos por la Presidencia de la República, llegó; fue diputada federal, es muy cierto, arropada por el PRD, en donde Andrés Manuel López Obrador habría sido candidato presidencial, ahora senadora de la República, en donde los morenistas, bajo el manto del tabasqueño se llevaron todo y así nacieron nuevos políticos que ni entienden, ni saben de este oficio, pero ya se creen iluminados, sin embargo, la razón no fue un voto que los haya llevado con claridad al poder, sino una simpatía hacia un luchador social y un hombre que habría convencido a las masas por su discurso incendiario, revolucionario y acusativo.

Quizá en estos momentos en que discutimos la paridad género, la afrenta al sector femenino, un género golpeado históricamente desde el nacimiento de la humanidad y que nunca se ha podido recomponer el trato hacia la mujer y la igualdad de género en todas las sociedades del mundo, pero al menos en la Ciudad de México, las cosas están muy difíciles para el sector femenino, la nominación de Mónica Fernández Balboa se celebra como un logro hacia la mujer, que en realidad nada tiene que ver con la lucha femenina, porque hasta donde sabemos, esta señora jamás ha alzado la voz, ni ha participado para defender a este género tan maltratado, todos los cargos que ha tenido, han sido regalos del poder, comunicación social en Tlaxcala, asesora en el gobierno de López Obrador y ahora senadora, por la bendición y confusión del voto en Tabasco.

Si hoy fueran las elecciones y el senador Javier May Rodríguez y Mónica Fernández Balboa, se enfrentaran con cualquiera de las fórmulas que participaron el primero de julio del 2018, sin temor a equivocarme, perderían en forma humillante, principalmente a la teapaneca no se le conoce activismo político, ni servicio a la comunidad, así que el nombramiento que obtiene como Presidenta de la mesa directiva del Senado, ya está manchado, la forma en que se eligió su nombramiento está bajo escrutinio y sobre todo, a la espera de la impugnación que haga Martí Batres, por la forma en que el Presidente de la Junta de Coordinación Política inclinó la balanza, metiendo a votación al PES y dejando fuera al PT, quien desde el 2018 es incondicional del Movimiento de MORENA.

Así es que a partir del primero de septiembre, cuando se inaugure el nuevo período de sesiones en la Cámara de Senadores, si Martí Batres no impugna y tampoco procediera su reclamo, si impugna, seguramente Mónica Fernández Balboa despachará como presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Senadores, nombramiento que le deberá en todas las formas, al zacatecano, Ricardo Monreal Ávila, hombre interesado, perverso y capaz de todo, así que ya tiene nuevo patrón, pues la labor que va a realizar en esa encomienda, irá de la mano de la Junta de Coordinación Política, donde se tomarán los acuerdos para sacar adelante la agenda legislativa y los mandatos constitucionales, la tabasqueña pasó de ser empleada del Presidente Andrés Manuel López Obrador, a ser la chalana del hombre que aspira a ser el sucesor del tabasqueño.

Grillos y grillas
MORENA está muy lejos de consolidarse como un partido político en México, sigue siendo un movimiento, a donde llegan los que migran de otros partidos y otras organizaciones, como partido está lejos de la disciplina y la obediencia que debe tener un instituto en donde la ideología debe estar por encima de los intereses, lo que pasó en el Senado de la República, tendrá consecuencias, porque Martí Batres es un hombre con ideales y de alguna manera, identificado con López Obrador y lo que está pasando en el interior de este movimiento con la pronta decisión de quién será el nuevo dirigente nacional de MORENA y en donde todo parece indicar que el Presidente de la Cámara de Diputados, Mario Delgado se perfilaría como el indicado, mientras que los pataleos de Yeidkol Polevsky y los demás intereses, abrirán esa ruptura que podría ser aprovechada por los conservadores y descontentos, al tiempo… Nos leemos mañana.

 

Compartir: