Abiud Pérez Olán
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La situación política y jurídica en que se encuentra el ayuntamiento de Paraíso parecería bastante confusa, aun cuando hay claridad en que una decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es inapelable, inatacable y por lo tanto causa efectos sin ninguna posibilidad de defensa para los sentenciados, por lo inédito del caso todavía no se logra conocer los alcances y hasta en el propio Congreso del Estado y el ayuntamiento en cuestión al no recibir la notificación solo se dejan llevar por las especulaciones, pero una cosa si deben de tener por seguro tanto el cabildo municipal actual como el anterior tienen que acatar dicha resolución en la que los actuales serán destituidos y consignados ante un juez federal y para los antecesores solamente serían consignados ante el juez de la causa que se nombre.

La historia sobre el asunto lleva muchos años en cuestión, desde el trienio del doctor Jorge Andrés García Fernández cuando en Paraíso dio inicio la alternancia del poder, los compromisos de los presidentes municipales por llegar a la administración aumentaron y así dieron comienzo las renuncias forzadas de funcionarios y empleados para dar cabida a quienes habrían destacado por su colaboración en las campañas políticas, además de engrosar el aparato burocrático, iniciaron las demandas por despidos injustificados ante los tribunales laborales, en forma irresponsable los alcaldes y sus departamentos jurídicos no atendían las demandas y posteriormente crecieron a tal grado que se volvió impagable, en un municipio como Paraíso donde la alternancia en el poder es prácticamente cada trienio entre PRI y PRD este conflicto se acentuó y también se convirtió en un gran negocio de funcionarios y abogados que negociaban las demandas para pagarles y mocharlas.

Secretos a voces hablan en ese municipio tan politizado que algunos abogados en ese lugar habrían convertido en un jugoso negocio las demandas laborales que al no atenderse de acuerdo a la ley laboral se convertían al tiempo en un filón del oro que se pagaban de acuerdo al criterio del alcalde en turno, este caso del que hoy habla todo México por tratarse de la destitución de un ayuntamiento en pleno y la presunta aplicación de la ley a sus antecesores nos tiene a todos un poco confundidos, en espera de que aparte de la versión de la sentencia y el resolutivo de la Suprema Corte de Justicia el Congreso del Estado diga los pasos a seguir, un asunto que parecía olvidado le explotó a Bernardo Barrada Ruíz, un alcalde que poco interés le ponía a la cuestión jurídica, a quien le tronó el asunto por negligente porque en ningún momento lo atendió cuando habría sido requerido por las autoridades federales.

El tema del que estamos hablando, más allá de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación bien vale para servir de ejemplo para los que integran el cabildo de un gobierno municipal, que llegan a las regidurías sin saber cuáles son sus facultades y responsabilidades, son nombrados por cuotas políticas o por compromisos, en ninguna de las actas de las que la Suprema Corte de Justicia tuvo conocimiento se encuentra la propuesta del ayuntamiento de Jorge Alberto Carrillo o Bernardo Barrada manifestándose sobre esta situación, sin embargo existen las pruebas que fueron notificados por las autoridades federales e hicieron caso omiso.

Si lo vemos desde el punto de vista político, ésta daría en el municipio de Paraíso un cambio tan radical, que al menos el PRD y el PRI tendrán los candidatos que no se esperaban, por el momento no lo hay porque Bernardo Barrada que todos lo dábamos como candidato a la reelección ha quedo fuera y Sebastián Santos del PRI que ya habría recibido su constancia de candidato a presidente municipal se quedaría chiflando en la loma por haber sido integrante del cabildo de Jorge Alberto Carrillo que también son requeridos, tendría que declinar para atender su demanda, aunque se puede asegurar que no tiene ninguna defensa, porque en ninguna acta de cabildo existe de su parte participación sobre el tema, así en Paraíso un asunto jurídico que parecía que sería una bomba de tiempo para el que sigue ha dado un viraje para el futuro y también una experiencia para los que gobiernan y no atienden los casos, en donde se requieren atención.

Bernardo Barrada Ruíz junto con su cabildo no solo dejara de ser presidente, sino que dice adiós a su ambición de reelegirse y tendrá que encarar a la justicia y Jorge Alberto Carrillo, ex presidente municipal de la misma manera será requerido junto con quienes integraron el ayuntamiento por un juez federal, el asunto no lo crearon ellos, es parte de la historia política de este municipio y de la falta de capacidad de los presidentes municipales.

Grillos y grillas
La ambición desmedida de quienes buscan las presidencias municipales o un cargo público para incrementar su fortuna o resolver su problema económico habrían encontrado un camino fácil pues las complicidades, la corrupción y la opacidad los convertía prácticamente en reyezuelos, y siempre después de los escándalos de cada trienio se dedicaban a disfrutar los millones de pesos que depredaban del presupuesto público, y ahora con este asunto de la reelección hay quienes no se conforman con saquear tres años sino que buscan seis, y después de esta experiencia que desde el lunes a medio día se daba a conocer a través de las redes sociales que el ayuntamiento de Paraíso sufría un gran revés por la Suprema Corte de Justicia los debe poner a pensar que las cosas han cambiado y aunque aún sigue la impunidad y las componendas algún día llega la justicia, no haber elegido a un departamento jurídico con conocimiento y que propusiera a los alcaldes Bernardo Barrada y al ex alcalde Jorge Carrillo les va a costar un rato en la cárcel… Nos leemos mañana