Abiud Pérez Olán
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La moda que está imponiendo el gobierno federal sobre el tema de austeridad, cunde en todo el país, gobernadores y alcaldes le siguen la corriente al Presidente Enrique Peña Nieto, la crisis económica que vive México está repercutiendo ya en el manejo de la función pública, con la reducción en los presupuestos, poco margen de maniobra tendrán los gobernadores y alcaldes para desviar recursos económicos para este importante 2017, como antesala de la gran elección en donde se habrán de renovar todas las autoridades federales y legisladores.

Austeridad es una palabra que encierra mucho y que la venimos escuchando cada sexenio en que meten al país en el brete de los conflictos económicos, pocos son los que han tenido la fortuna de hablar del cuerno de la abundancia y los recursos públicos que no sólo llegaban del exterior por la venta de hidrocarburos, sino también por exportaciones agrícolas y ganaderas, la gran mayoría de los gobernantes se han visto en la gran necesidad de hipotecar al país a costa de los que vienen y así, mantener una estabilidad que siempre ha pendido de un hilo y ahora, las cosas se han vuelto demasiado confusas y no hay un proyecto real de gobierno que pretenda ahorrar los recursos para mejorar la vida de los gobernados.

El presidente Enrique Peña Nieto anunció una reducción de un 10% sobre los altos salarios que devengan sus funcionarios, también recortó gastos de viaje al extranjero y uso de telefonía celular, así también como el uso del dinero público para promociones del gobierno, todo esto, no sirve de nada, al igual que los gobernadores le siguen la corriente y se montan en la moda anunciando presuntos recortes presupuestales que simplemente causan risa, cuando sabemos que la mayoría tiene hipotecada a sus entidades y municipios que ya no aguantan más y se encuentran al borde de la quiebra, la palabra austeridad es solamente un mote de moda.

Si verdaderamente los gobernantes quisieran recomponer el problema financiero que viven las entidades y municipios, no se logra recortándole el 10% del sueldo a los empleados del primer nivel, de ninguna manera, el ahorro está en actuar con honestidad y pulcritud en el manejo del dinero público y sobre todo, reducción del aparato burocrático que todos los partidos políticos en el poder lo utilizan para cuestiones electorales a costa de lo que sea, en las entidades como Tabasco, casi el 80% del presupuesto de 46 mil millones de pesos está encaminado al gasto corriente, nómina y gastos de administración pública, tienen la mayor parte de ese dinero que ya no se puede destinar a la obra pública o a resolver los problemas tan graves que tenemos, como educación, seguridad pública y salud.

Los mexicanos no podemos vivir en medio de las jaladas e inventos de los gobernantes, es necesario un buen planteamiento sobre el manejo de los recursos públicos y aceptar los errores de sus antecesores que crearon un aparato burocrático tan obeso, que ahora resulta imposible seguirlo manteniendo, desde luego, que el Estado está obligado y mandatado por la Constitución, para darle a los ciudadanos empleo y una mejor forma de vida, el Estado no puede seguir siendo el único generador de empleos, sino por el contrario, debe ser quien impulse la creación de fuentes laborales sin utilizar el dinero público.

Grillos y grillas
En este caso, el gobernador Arturo Núñez tiene mucha razón, el mercado Pino Suárez hay que construirlo por ser una necesidad para el municipio de Centro, ha faltado seguramente, formas para convencer a los locatarios de que el mercado provisional sólo estará en funciones mientras se construye el nuevo mercado Pino Suárez, el plazo de la Federación para realizar la obra, está a punto de vencerse, el dinero se encuentra resguardado en la Secretaría de Finanzas y no hemos visto que el gobierno municipal que preside Gerardo Gaudiano Rovirosa, haga lo que le corresponda para que esta obra se realice, hasta pareciera que el edil está más interesado, al igual que sus funcionarios, por avivar los conflictos, que en convencer a los expendedores de esa central de abasto, para que usen el mercado que se construyó provisionalmente para sustituir al que será derrumbado, con más de 50 años de servicio, el mercado Pino Suárez debe ser reconstruido en su totalidad, no sólo es inoperante, sino que ya resulta antihigiénico, porque ha sido rebasado en su capacidad, hoy debieron empezar a cambiarse para el centro provisional los locatarios, sin embargo, en medio de una tensa calma sigue el estira y afloja y es aquí, donde se tiene que aplicar la ley y también el Estado comprometerse a cumplir su palabra de que terminará la obra en tiempo y forma, desafortunadamente los ciudadanos poco le creen a los funcionarios públicos y aquí es una muestra de ello y por lo tanto, habrá que tener cuidado en la amenaza de imponerse por medio de la violencia… A Gerardo Gaudiano Rovirosa, la construcción del mercado Pino Suárez le quedó grande, no ha tenido diálogo con los locatarios, bajo el pretexto de que esa obra le fue arrebatada y por lo tanto, no es su responsabilidad, sólo que olvida que es un aspirante a candidato a gobernador de esta entidad y el que manda es el gobernador Arturo Núñez, no puede seguir mostrándose con berrinches y caprichos… Nos leemos mañana