Abiud Pérez Olán
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Ayer, esta ciudad capital vivió un intenso caos propiciado por un grupo de transportistas que no contentos con cerrar desde temprana hora a la altura de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el periférico Carlos Pellicer Cámara, para la una de la tarde bloquearon el acceso a la autopista Villahermosa-Cárdenas a la altura del puente Los Monos, lo que propició que cientos de vehículos quedaran prácticamente varados, aumentando el congestionamiento vial en diferentes partes de Villahermosa, las exigencias no son válidas porque hay maneras de protestar y exigir el respeto al estado de derecho, y no causando daños a terceros.

La corrupción y la ineficiencia en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, es parte de todo este caos que a diario vivimos y no hay para cuando acabar, toda esta situación amerita una investigación profunda y exhaustiva, para resolver los problemas planteados por transportistas y desde luego, saber qué es lo que está realmente pasando en esta dependencia que en los últimos años se ha visto caótica, ayer la protesta fue de propietarios y choferes de transporte colectivo denominado combis, que prestan el servicio en comunidades y que se ven afectados según las denuncias por la protección de autoridades a transportistas “piratas”.

Como dice el refrán “cuando el río suena, agua lleva”, y aquí es demasiado el conflicto que a diario vemos, precisamente por la circulación de unidades del servicio público denominada piratas, pochimovileros, taxistas, propietarios de combis y rutas foráneas están en la misma tesitura, acusando la falta de responsabilidad de las autoridades para cumplir con la legalidad en el servicio de transporte y autorizar permisos que luego se convierten en problemas como sucede con organizaciones de taxis que surgen cada fin de sexenio que se aprovechan de la falta de autoridad.

El transporte público en todo el mundo, debe de estar regulado por el estado, de eso no cabe la menor duda y este debe buscar los caminos para que la sociedad tenga un servicio eficiente y seguro, que precisamente no es el que se oferta en esta entidad, porque la Secretaría de Comunicaciones y Transporte no cumple con su trabajo de vigilancia e imparcialidad en la supervisión de unidades y rutas, la corrupción de inspectores y funcionarios de esta importante dependencia es lo que propicia este conflicto que ahoga a la sociedad.

En el Distrito Federal, donde habitan más de 8 millones de personas, el transporte público está liberado y sobre todo, el estado maneja una parte que sirve como desahogo ante la falta de transportes colectivos y que ha encontrado una forma de apoyar a la sociedad y a quienes usan esta transportación, liberar el transporte no es que se permita que cada quien haga lo que le viene en gana, lo que pasa es que las uniones y el pulpo de transporte se le cortan los tentáculos, para que cada ciudadano que quiera prestar este servicio supervisado y vigilado por el estado, lo pueda hacer con mayor facilidad y así se cae el gran negocio de la venta de placas y permisos.

Es Tabasco, la Secretaría de Comunicaciones y Transporte, parece no poder resolver el problema del transporte colectivo, siendo rebasado por el pulpo camionero y las mafias que dentro de la propia secretaría siguen traficando con permisos y protección, los intereses son muchos y parece que su titular Agustín Silva descuida su encomienda para dedicar mayor tiempo a sus aspiraciones políticas y el caos no sólo afecta a la dependencia de gobierno, sino también a la sociedad, como sucedió el día de ayer.

La ley debe de ser pareja ha dicho el gobernador que Tabasco no es una selva y que todos nos tenemos que sujetar al estado de derecho y aquí los transportistas vienen violentando la ley, afectando a terceros y no vemos que se aplique la justicia para los afectados con los cierres, las concesiones la brinda el estado y el estado está facultado para recoger o clausurar su funcionamientos cuando no se hace uso correcto de la membresía, no se puede permitir que con el pretexto de exigir justicia se afecte a otros.

Grillos y grillas
El presidente Enrique Peña Nieto, tiene que mirar hacia el interior de su gobierno para buscar de alguna manera recomponer el rumbo que lleva su administración, nunca en la historia de este país se había notado una inconformidad tan grande como la que ahora se manifiesta en todas parte, el pasado 15 de septiembre, durante la celebración de la semblanza del grito de independencia fueron miles los mexicanos presentes en el zócalo que se manifestaron exigiendo su renuncia y gritando al primer mandatario de esta nación, la irritación social que se notó el jueves en el zócalo y que se escucha por todas partes, no es gratuita y se debe tomar en cuenta, no es tan sólo un mal humor social como algún día lo catalogó el propio Enrique Peña Nieto, sino es un pueblo que no encuentra la salida por la severa crisis económica y la ola de inseguridad que azota el país, más claro ni el agua, los mexicanos exigen un cambio y no lo va a lograr el presidente, tan sólo con movimientos falsos y enroques, necesitamos un verdadero cambio de timón en áreas estratégicas como seguridad, economía y en la relación institucional con el pueblo y sus representantes, este 15 de septiembre el pueblo se manifestó y se debe mirar hacia el interior de la administración para encontrar ese rumbo que permita al presidente transitar por un buen camino rumbo a su sucesión… El relevo de algunos funcionarios que no han hecho bien su trabajo es una necesidad apremiante, el cambio podría mejorar el rumbo del país y la imagen del presidente… Nos leemos mañana