Abiud Pérez Olán
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El fracaso de una política social verdaderamente encaminada a resolver los problemas de la gran mayoría de los que habitan este país, son las consecuencias de los hechos violentos como los que se vivieron en San Juan Chamula el pasado fin de semana, la tragedia que tiñó de sangre ese pequeño municipio chiapaneco, debe llamar a la reflexión a los funcionarios públicos que derraman una gran campaña de publicidad sobre los apoyos que el gobierno envía para «combatir la pobreza», tiene como resultado que la gente que no tiene nada, abra sus esperanzas con los recursos que llegan a través de los programas de asistencia social y que muchas veces a través de los municipios, son enviados para su reparto y los intereses políticos y ambición de los alcaldes, los lleva a esta tragedia.

Cuando la violencia arroja resultados y se convierte en una forma para obtener beneficios de una comunidad o sociedad, cunde como ejemplo y desbarata el tejido social, al convertir al Estado solamente en observador, así sucedió en Chiapas, donde el gobernador Manuel Velasco en su loca ambición por destacar para competir por la candidatura a la presidencia de la República en el 2018, no ha ejercido, ni el presupuesto, ni los programas y lo suelta a los alcaldes y «líderes» que utilizan estos recursos para beneficios personales, la pobreza en la que viven esas comunidades llenas de ignorancia y muchas necesidades, son presa de lo que ya vimos, la violencia.

El Presidente municipal que perdió la vida en manos de una turba, al igual que su Síndico de Hacienda, no midieron las consecuencias de la miseria en que vive la mayoría del pueblo de San Juan Chamula y sus alrededores, recursos enviados por la Federación y el Estado, por supuestos 50 millones de pesos, que se debieron utilizar en beneficio de la comuna y el apoyo a los artesanos de la zona, fue el conflicto que estalló y que tuvo como consecuencia cuatro muertes y una docena de heridos, pero lo más triste y lamentable es que un pueblo tan pequeño, se encuentre ahora enfrentado por la necesidad y la presión que se ejerció ese día y que culminó con la tragedia que todos sabemos.

Este asunto trágico, difícilmente se repita de igual manera en una entidad como la nuestra, comparándonos con esa zona por el nivel académico y económico, es demasiado alto, pero con tristeza hay que reconocer, que Tabasco es igual que Chiapas y Oaxaca, de los últimos lugares en educación y atrasados en su desarrollo económico, los alcaldes tabasqueños se han caracterizado de igual manera, por llegar al cargo a como dé lugar, y cuando se encuentran en el poder, no escuchan al pueblo, ni tampoco cumplen sus compromisos de campaña, las complicidades en las que se mueven, los lleva a la impunidad, depredando el presupuesto y dejando al pueblo en un verdadero atraso.

Quizá, no linchen a un alcalde tabasqueño, se cuidan demasiado y jamás asistirán a una reunión pública, pero sí el pueblo podría tomar justicia por propia mano, ante la impotencia de que los presidentes municipales hacen del presupuesto lo que les viene en gana, a casi siete meses de que llegaron como presidentes a las comunas, los 17 que gobiernan este estado, no sólo no han cumplido, sino que los han señalado de corruptos y de ineficientes, lo que pasó en San Juan Chamula, les debe servir de ejemplo para cambiar su actitud y cumplir con la encomienda que se les entrega como alcaldes y que se olviden de que son omnipotentes.

Grillos y grillas
Seguimos metidos en el tema de la inseguridad en Tabasco y mientras el gobierno trate de convencer con cifras maquilladas de que el delito baja la percepción de la sociedad y los hechos dicen todo lo contrario, el secuestro sigue siendo el terror de nuestra sociedad que prácticamente se encuentra acorralada ante un delito que lacera y que no pueden contener, diariamente se lee que se comete en todos los niveles sociales, un delito de secuestro, mínimo por región, al dar a conocer las cifras de incidencias delictivas en Tabasco, durante el mes que está por terminar, se asegura que 0.44 por ciento ha disminuido en algunos rubros, con respecto a los meses anteriores, esto quisiera decir, que ni siquiera un punto porcentual, sería la reducción de los problemas de seguridad en nuestra entidad, aunque se reconoce que en el tema del robo a casa habitación, las cosas en estos tiempos, va la alza… El gobernador Arturo Núñez aceptó el día de ayer, que no tiene la Secretaría de Seguridad Pública, los suficientes elementos para cubrir la exigencia de la sociedad, esta dependencia está reducida de elementos, lo que acrecienta el problema, además que los grupos sociales exigen que se les otorgue mayor seguridad, al menos los médicos que marcharon el domingo, proponen mayor seguridad para sus hospitales y sus personas, un política por cada hospital, es con lo que se cuenta por el momento, no sólo los trabajadores de salud son afectados por la inseguridad, el comercio, los empresarios y todos los ciudadanos que de alguna manera tienen que salir a las calles, son amenazados diariamente… Es necesario un replanteamiento del presupuesto para cubrir las necesidades y exigencias que tenemos en este momento en materia de seguridad, aceptado ya que no hay los elementos suficientes, se entiende que tampoco hay el armamento, ni los vehículos para cumplir con la exigencia… Nos leemos mañana.