Abiud Pérez Olán
Los enfrentamientos lamentables que se vivieron la mañana del sábado en San Juan Chamula, Chiapas, con un saldo de 5 muertos, una decena de heridos, entre ellos el alcalde Domingo López y el Síndico, Narciso Lunes, es una prueba irrefutable de que el país está fuera de control, la falta de mano dura, o en otro caso, la aplicación de las leyes para poner orden en todos los ámbitos, nos está llevando a este tipo de desencuentros y a la aplicación de la ley por propia mano, los linchamientos que a diario nos enteramos en diferentes partes de la República y aquí mismo en nuestra entidad, es el resultado de la falta de justicia y el crecimiento de la delincuencia por la impunidad, los hechos trágicos en ese pueblo indígena chiapaneco, debe llamar a la reflexión.
Según las informaciones que se originaron desde la mañana del sábado en esa comuna chiapaneca, un grupo que representaba a diversas comunidades chamula, se congregaron en la plaza central para exigir al alcalde Domingo López que los apoyara con obras y la promoción de sus artesanías, el occiso es un político local de filiación priísta, pero que ganó las elecciones abanderado por el Partido Verde Ecologista, con mucho apoyo y reparto de utensilios del campo, así como láminas, cemento, arena y otros artículos de construcción, logró llegar a la alcaldía, sin embargo, ahora que era alcalde, no sólo se negaba al diálogo con los habitantes, sino que no cumplía los compromisos de campaña.
Domingo López González, era un alcalde típico de las comunas indígenas, donde los cacicazgos siguen manejando a su manera los intereses proporcionados a los gobiernos municipales Juan Chamula es un municipio de la región indígena, colinda con Chenhaló, en donde también tenemos los tristes recuerdos de aquella desgracia en la que casi medio centenar de indígenas fueron masacrados por cuestiones religiosas y en donde hace unos meses la presidenta municipal que constitucionalmente gobernaba y que había ganado las elecciones, por ser mujer, fue destituida y asumió el mando el síndico de hacienda, el único “delito”, fue: ser mujer, así se las gastan y así actúan en esa zona.
Por temor, por miedo y por hacer caso a quienes protestan por todo y exigieron que a esos pueblos no se les imponga el orden ni la ley y que actúen como les venga en gana, ahora tenemos un trágico resultado: 5 muertos en plena plaza, en donde Domingo López González, alcalde y Narciso Lunes Hernández, síndico de Hacienda, el Quinto Regidor, Miguel López Gómez y Ernesto Pérez Pérez, trabajador del ayuntamiento y otra persona, de nombre Silvano Hernández Hernández, perdieron la vida en el momento, mientras 12 personas más resultaron heridas, ante la presencia de la policía que no actuó por temor y la desgracia tiñó de sangre a esa comuna.
La historia de México no se escribe de tal manera derramando la sangre y enfrentando entre ellos a los indígenas, ignorantes y a aquellos que tratan de cobrar venganzas de esa forma, indígenas contra indígenas, desatará en Chamula, más sangre y más odios, ante la falta de una autoridad que se convierta en verdadero árbitro y ponga orden, lo que se vivió en este municipio chiapaneco, debe servir de ejemplo para aquellos alcaldes que llegan a la presidencia municipal y se convierten en virreyes, saqueando y robándose el presupuesto, también esta es una muestra de la impotencia del pueblo que no es escuchado por los gobernantes que son nombrados y conquistan el voto comprometiéndolo con quienes le dan el dinero para que regalen y compren los votos en campaña.
La sangre derramada en San Juan Chamula el pasado sábado, no puede quedar tan sólo en un asunto de usos y costumbres, como se lava las manos el gobierno, ante su incapacidad para poner orden, bastantes problemas tenemos con la delincuencia desatada a lo largo y ancho del país, para que se permita que este tipo de enfrentamientos cobre vidas y siembre malos ejemplos, aquí, se debe de aplicar la ley para que se respeten las instituciones.
Grillos y grillas
No tan solo para reclamar justicia por la muerte del oncólogo Gustavo Velázquez Ortega, sino por los centenares de ciudadanos que han perdido la vida en la última década en este estado, ante la grave crisis de seguridad, marcharon ayer desde la unidad del Instituto Mexicano del Seguro Social de Tierra Colorada, a la Quinta Grijalva, es cierto que la pérdida de la vida del profesionista le duele a la sociedad, pero también le duele a las familias cuando pierden un miembro de ellas, de manos de la delincuencia que nos asola a todas horas, los que marcharon ayer y llegaron a la Quinta Grijalva, para reclamar mayor seguridad y justicia, tienen toda la razón y el gobierno debe hacer suyas esta solicitud, no se puede seguir hablando de percepción por la inseguridad que vivimos los tabasqueños, cuando los números nos indican que los homicidios dolosos en Tabasco están a la alza, el crecimiento de la delincuencia ha sido de casi un cinco por ciento en relación al año pasado, las cifras sobre homicidios dolosos ha crecido tanto, que es imposible el crecimiento de Tabasco, ante la grave crisis que vivimos, según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Tabasco está entre las entidades con mayor índice de delincuencia y una capital entre las más peligrosas del país, en el rubro de ejecuciones siguen creciendo a la orden del día, siendo La Chontalpa y Centro, en donde más se ha registrado este delito, ayer fue una solicitud pacífica, no hay que esperar que el pueblo se levante para reclamar lo que por derecho le corresponde: seguridad a sus personas y sus bienes… Nos leemos mañana.
