Aquí… Tabasco dice
Abiud Pérez Olán abiudperez@hotmail.com Fátima, ante el dolor, horror, morbo y la justificación de una sociedad podrida y perdida por la falta de valores, y la adoración de las cosas, sin duda que toda muerte causa dolor y este hecho que a decir de las redes sociales ha dado la vuelta al mundo, nos debe […]
19 de febrero de 2020

Abiud Pérez Olán
abiudperez@hotmail.com
Fátima, ante el dolor, horror, morbo y la justificación de una sociedad podrida y perdida por la falta de valores, y la adoración de las cosas, sin duda que toda muerte causa dolor y este hecho que a decir de las redes sociales ha dado la vuelta al mundo, nos debe llamar a la reflexión sobre la difícil situación por la que atraviesa nuestra sociedad, este no es un asunto del neoliberalismo, de los que se fueron o de los que llegaron, es la responsabilidad de todos los que conformamos la sociedad mexicana, sin valores no podemos exigir un mejor desarrollo y comportamiento de nuestra sociedad, por el contrario, vamos rumbo a un empobrecimiento moral en donde todos tenemos responsabilidad.

Escandalizados hasta decir basta, por un hecho trágico que propiciaron personas sin el mínimo sentido de humanidad que le arrancaron la vida a esta niña de siete años de edad, nos debe poner a todos en alerta para buscar una reconciliación con el pasado, que de alguna manera mostraba mayor responsabilidad social, tanto de los gobernantes como de los ciudadanos, que mostraban un mejor rumbo y desde luego un futuro cierto, que hoy hemos perdido, los buitres que buscan los escenarios y la irresponsabilidad de las autoridades, han llenado con esta noticia los diferentes medios, con diferentes versiones que no solo confunden, sino que aterran más.

Fátima Cecilia, una niña de siete años, que vivió en un hogar disfuncional, se habla no solo de que su madre padece problemas mentales, tíos y familiares enfrentados por problemas que habrían llevado hasta quitarse la vida unos a otros, y hasta el secuestro de otros niños tuvo como consecuencia un descuido de quienes tenían la responsabilidad de cuidarla y como consecuencia la tragedia, los hechos denunciados ante las autoridades mostraron la pobreza de quienes tenían la obligación de poner en marcha el protocolo de desaparición y con ello localizar a la víctima, sin embargo, algo pasó y el descuido propició lo que Usted ya sabe.

Muchas versiones y la intromisión de autoridades, organizaciones civiles y hasta la Comisión de Derechos Humanos han enredado este caso, inventando hechos fuera de la realidad y hasta mentiras que en lugar de ayudar a evitar estos casos, sólo confunden y dañan, nunca se cometió el robo de órganos como algunos dijeron y confirmó en su escrito exigiendo justicia la Comisión Nacional de Derechos Humanos, algo terrorífico pero fuera de la realidad y que pone en evidencia a esas organizaciones que solo buscan reflectores y raja política de este tipo de desgracias.

Ésta tragedia que inició el 11 de febrero en Santiago Tulyehualco de la alcaldía Xochimilco, al desaparecer Fátima Cecilia Aldrihetti Anton a medio día cuando salía de su escuela, ante el descuido de los padres o familiares que debieron reportar, se dice que una mujer que vendía fritangas a las escuelas del colegio, la tomó de la mano y la desapareció, un video privado da muestras de la forma en que la mujer toma de la mano a la niña y camina hacia lugar determinado, se dio aviso a las autoridades y no se procedió en forma inmediata a la búsqueda, entre desencuentros de los encargados de darle seguridad al pueblo posteriormente se encontró el cuerpo mutilado de la niña en cuestión.

Las versiones de este caso han sido demasiadas, cada quien pone en las redes sociales lo que escucha y solo repite sin confirmar, por ello hay mucha confusión en torno a este homicidio, como padre, hermano, hijo, vecino o amigo duele, pero más que quejarnos, tenemos que hacer el esfuerzo por ser mejores, por regresar a esa solidaridad que hemos perdido, para que esto no siga sucediendo ante la bestia humana que aumenta cada día, este doloroso crimen nos debe llevar a una reflexión para cambiar y mejorar nuestra convivencia.

Fátima perdió la vida en manos de unas bestias, su madre culpa a un tío, los vecinos dan cuenta del mal estado en que vivió esta niña por un hogar disfuncional y padres con problemas que nadie atendió, nadie les tendió la mano al fin era su problema, sin embargo hoy en México y el mundo se escandaliza de esta tragedia.

Grillas y grillos
Horror y terror vivimos diariamente a lo largo y ancho de este país, y por ningún motivo podemos permitir que se siga acusando a los que ya se fueron, o el sistema que fue relevado, se necesita sanear nuestra sociedad y regalándoles dinero no es el camino, nuestra entidad también se ha vestido de luto, hace unos días en el municipio de Huimanguillo, supimos de la tragedia que vivió una familia en donde entre los masacrados se encontraba un niño, el cual habría sido colgado como una muestra del poder que tienen los delincuentes y así se pueden enmarcar tragedias tras tragedias, en Michoacán hace unos semanas mataron a nueve niños que jugaban en las maquinas apostadoras de un local, así incontables las huellas de la tragedia de este país, el mayor reto para el gobierno de solucionar es la violencia creciente en este país que está totalmente identificada con la falta de valores y los problemas familiares que vivimos en una época de confusión, entre la libertad y libertinaje, o una democracia mal planteada y pésimamente aceptada que nos está llevando a la ineficiencia, al crecimiento de la ola de terror que estamos viviendo, que estos casos como el de Fátima y niños que han perdido la vida nos sirvan para hacer mejores, luchar por una mejor sociedad, el mundo vive momento difíciles, hasta en los países más avanzados se muestra la violencia y la falta de humanidad, poco valor le dan a la vida… Nos leemos mañana.

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