Abiud Pérez Olán
Mientras que los morenistas no se pongan de acuerdo para resolver la pugna intestina que los divide y los perfila para unas elecciones intermedias complicadas, quizá no tengan la misma suerte que corrieron en el 2018, en donde Andrés Manuel López Obrador los llevó de la mano al triunfo que todos conocemos, mientras que el diputado con licencia, Alfonso Ramírez Cuéllar debía asistir ayer a las oficinas del Instituto Nacional Electoral para que se le reconozca como dirigente nacional de ese partido, la misma institución reconoce por ahora, a Yeidckol Polevsky, como la actual dirigente, lo que por el momento es bastante malo para MORENA, porque desde que se anunció la renovación de su dirigencia, ha sido puro traspiés y más traspiés.
Alfonso Ramírez Cuellar es un político amigo personal de Andrés Manuel López Obrador, quizá no debió participar de esa manera en la asamblea nacional que lo nombró como dirigente, pues existen serias dudas de que sea reconocido por el Instituto Nacional Electoral, porque la asamblea carece del cumplimiento de diversos requisitos , que lo podrían invalidar y así se confirmaría que Yeidckol Polevsky se queda en la dirigencia que tanto anhela y que no quiere soltar de ninguna manera, los morenistas no entienden que tienen que enviar un mensaje a la sociedad de unidad, seriedad y sobre todas las cosas, que están en contra del triste pasado político, que según ellos, tanto daño le hizo al país.
A como está la situación, el partido aún, de Andrés Manuel López Obrador no ha entendido, ni asimila el triunfo del 2018, pero sabe perfectamente que su militancia está reducida a un mínimo para poder competir en las próximas elecciones y ganar de la misma manera, señales que van desde el centro del Comité Ejecutivo Nacional, muestran el temor que tiene MORENA de entregar su padrón y credencial izar a sus militantes, porque saben perfectamente que los 30 millones de votos que sacó el presidente de la República, no son de su partido, sino que son de un conjunto de organizaciones y partidarios de un cambio que aún no se ve y que ha creado, a estas alturas, algunas dudas, MORENA se constituyó, de todo y con todos y por ello, saben perfectamente que a estas alturas, se están dando, precisamente los reacomodos en otras instituciones y partidos, principalmente todos aquellos que quedaron fuera de posiciones en el gobierno.
El Instituto Nacional Electoral tendrá la última palabra en el reconocimiento de Alfonso Ramírez Cuéllar, o de Yeidckol Polevsky, como dirigente nacional de ese partido, de alguna manera, este organismo electoral tiene libertad, no sólo jurídica, sino también política, porque los enfrentamientos con el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, nos da la claridad, que no buscará, ni favorecer a los amigos del Presidente y mucho menos, complicarse la existencia, en donde el Presidente no tiene empachos para criticarlos y gritarles sus cosas, por ello, la decisión que habrán de tomar en estos días para el reconocimiento de quién será por el momento de la dirigencia nacional de ese partido, será de gran importancia para calmar los ánimos y que busquen la reconciliación, porque aún es tiempo y se puedan preparar para lo que viene.
Quizá los políticos de MORENA no han entendido la importancia que tienen las próximas elecciones intermedias, en donde habrán de elegirse 13 gubernaturas, la renovación de la Cámara de Diputados federal, ayuntamientos y congresos locales, aunque la importancia radica en el control de la cámara baja, que podría ser un problema para el Presidente, si no cuenta con la mayoría, como actualmente sucede, en donde con pocas presiones hace y dispone, allí va a radicar, a partir del 2021, el cierre de un gobierno que se dice del cambio y creador de un nuevo régimen, pero sin la mayoría en el Congreso y desde luego, de no ganar la mayoría de las 13 gubernaturas, las cosas se le podrían complicar y toda esa responsabilidad será de los ambiciosos dirigentes de MORENA y no del Presidente de la República, que hace su trabajo.
Grillos y Grillas
Las cosas en Tabasco están complicadas, no se puede pasar por alto, que aun con el anuncio de la construcción de la refinería de Dos Bocas en Paraíso, las cosas todavía no toman su rumbo, y la recesión se sigue sintiendo por todas partes, esto trae consigo descontentos que se suman a la terrible inseguridad que tenemos en la entidad y en donde el gobierno tiene que sumar esfuerzos con empresarios, trabajadores, profesionistas y sociedad en general, para recomponer todo nuestro entorno, que parece no tener solución ante la creciente pobreza que lleva consigo la terrible inseguridad. Ciertos estamos todos, que no es asunto total del gobierno resolver los problemas que aquejan a Tabasco, los ciudadanos tenemos que poner interés y todo lo que tengamos de nuestra parte, para poder resolver tantos problemas que atañen a esta entidad y no agitar las aguas, como el caso de los jóvenes universitarios de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades que protestaron por el encuentro internacional realizado por parte del Colegio Cumbres, que generó una derrama económica importante a la entidad, que tanto se necesita, por la presencia de más de 10 mil visitantes, además de otros beneficios que se materializarán en esta misma división académica.
