Abiud Pérez Olán
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El Partido Movimiento de Regeneración Nacional atraviesa por una de las crisis más severas desde su creación, hace diez años, al cumplir su primera década de su nacimiento como Asociación Civil y posteriormente en el 2012 integrarse como partido político, no ha podido superar las luchas intestinas por el poder y el manejo de los recursos económicos cuantiosos que le otorga la ley a través de la entrega de prerrogativas, la disputa entre Yeidckol Polevnsky y Bertha Luján, además de otros aspirantes a la dirigencia de ese partido, que aunque no tienen probabilidades de ganar en una elección ya sea interna o de delegados, los llevó a una asamblea el pasado domingo, en donde con la asistencia de 310 delegados, Bertha Luján le acomodó un duro golpe a la secretaria general con voz de presidenta, destituyéndola prácticamente y nombrando a Alfonso Ramírez Cuéllar.

MORENA es un partido con mucha suerte, desde su fundación como asociación civil, Andrés Manuel López Obrador le supo imprimir el sello de organización de izquierda, que como partido no sólo aglutinó una izquierda mexicana dispersa y discutida, sino también se llevó a los políticos y empresarios descontentos contra el Partido Revolucionario Institucional que amenazaba con seguir en el poder otro tiempo, ya que tanto el PAN, como el PRD, al parecer, habían sucumbido a una estrategia política de control, como la que el PRI sostenía en este país, aglutinadas todas estas corrientes, MORENA fue subiendo como la espuma, hasta llegar al resultado que usted ya conoce, en el 2018.

Hoy, MORENA no ha podido capitalizar como partido en el gobierno, la mayoría que sostiene en la Cámara de Diputados y en el Senado, además de congresos locales y gubernaturas, pues la falta de tacto político y los enfrentamientos de la dirigente nacional Yeidckol Polevnsky, lo ha llevado a ser un partido que le pesa la amenaza del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de retirarse, si se corrompen o siguen en la lucha intestina en la que se han declarado, por lo que este fin de semana, parece que los enfrentamientos rindieron los primeros resultados y al menos, en asamblea, la dirigente nacional fue destituida.

Con la destitución de Yeidckol Polevnsky, MORENA acordó que tiene cuatro meses, a partir del domingo pasado, para relevar a la dirigencia a través de unas elecciones que debe de acordar el Comité Ejecutivo Nacional, todo esto, en medio de los señalamientos que ha hecho el Tribunal Federal Electoral, por los enredos que se desataron desde el año pasado por la renovación de la dirigencia y problemas internos que han derivado en esto último, un albazo con una asamblea que no reconoce la prácticamente destituida dirigente nacional y que pone a MORENA como un partido faccioso.

Las tribus que tanto daño le hicieron al Partido de la Revolución Democrática, de donde prácticamente proviene MORENA, pues los mejores momentos del PRD fueron con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y con Andrés Manuel López Obrador, pero ambas personas más bien liderazgos, sucumbieron ante las tribus que constantemente enfrentaban a la dirigencia nacional y que en muchos de los casos ganaban dejando las propuestas partidistas y la ideología perredista, de lado; al parecer, en MORENA han surgido las tribus y los grupos que entre sí luchan y el domingo vimos una experiencia de lo que son capaces de armar en menos de 24 horas, un Congreso para destituir y proposición de una nueva dirigencia y Alfonso Ramírez Cuéllar fue el nombrado para ejecutar las acciones que se proyectaron.

La designación de Alfonso Ramírez Cuéllar como dirigente interino para conducir la elección del nuevo dirigente, tiene que ver mucho con la relación directa que tiene con Andrés Manuel López Obrador, el Presidente de la República que ayer mismo declaró estar ajeno a lo que pasa en su partido, por ser Presidente de todos los mexicanos y aceptar que las cosas en el partido que lo llevó al poder, están confusas y no se entienden, sin embargo, Ramírez Cuéllar es un diputado que directamente trata con el Presidente de la República, no solamente su función como legislador y encargado del presupuesto, sino también por la lucha partidista que han sostenido desde hace mucho tiempo, por ello, no se puede pensar que su designación haya sido ajena.

Grillos y grillas
México necesita urgentemente dejar atrás los enfrentamientos pre electorales que hubieron ante el triunfo del 2018 y verdaderamente luchar por la unidad, teniendo en cuenta que el enemigo público de los mexicanos, es la corrupción, la ineficiencia y desde luego, la falta de capacidad que tienen los gobernantes para unificar, los hechos violentos vividos en el Zócalo de la Ciudad de México, en donde fueron agredidos de la marcha por la Paz y la Verdad, que encabezaban el poeta Javier Sicilia y los hermanos LeBaron, entre otros intelectuales y artistas, desde luego los luchadores sociales que iban a la cabeza de la protesta, no puede alentarse, ni desde Palacio Nacional, ni desde la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, ni de ningún liderazgo, por pequeño o simpatizante que sea del gobierno, precisamente MORENA es un partido que busca la pluralidad y sobre todo, respetar la libertad y agredir a quienes piensan diferente, no nos va a llevar a nada bueno, seguramente la marcha por la verdad y la paz, quizá a algunos no les simpatice y sus razones tendrán, pero quienes han sufrido el escarnio y la ofensa de haber perdido a algún ser querido en manos de esta inseguridad terrible que vivimos, saben de su razón… Nos leemos mañana.