Aquí… Tabasco dice
Abiud Pérez Olán abiudperez@hotmail.com El Partido Revolucionario Institucional acaba de renovar oficialmente su dirigencia estatal en medio de una fuerte división y enconos, entre los actores políticos de ese instituto que se inconformaron con el método con que fueron electos Dagoberto Lara Sedas y Katia Ornelas Gil, con la presencia de su dirigente nacional, Alejandro […]
13 de enero de 2020

Abiud Pérez Olán
abiudperez@hotmail.com
El Partido Revolucionario Institucional acaba de renovar oficialmente su dirigencia estatal en medio de una fuerte división y enconos, entre los actores políticos de ese instituto que se inconformaron con el método con que fueron electos Dagoberto Lara Sedas y Katia Ornelas Gil, con la presencia de su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, quien recibió fuertes críticas por la falta de capacidad para manejar los conflictos que vive el PRI en Tabasco y el patrocinio de su transportación en la gira que llevó acabo por varios estados del sureste mexicano, responsabilizando al gobierno de Campeche, quién habría realizado el pago del avión particular que lo movilizó junto con su comitiva, quizá este sea un punto aparte, lo que nos interesa a los tabasqueños es lo relacionado a la dirigencia estatal.

Por más de 80 años el PRI en Tabasco se manejó como un partido fuerte, hasta que en 1988 nació la Coalición del Frente Cardenista que encabezaba precisamente Cuauhtémoc Cárdenas y aquí en Tabasco hizo suyos sus ideales Andrés Manuel López Obrador, dando comienzo la peor pesadilla que haya vivido el PRI Tabasco en su historia, la deserción y los saltimbanquis, traidores al partido que tanto les habría dado, fue consolidando poco a poco una lucha política que se fue fortaleciendo con los arreglos tras bambalinas que posteriormente se convirtieron en triunfos que llegó al Congreso del Estado y posteriormente con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza llevó al triunfo al ex priista Arturo Nuñez Jiménez ya constituido como Partido de la Revolución Democrática, que aunque fue un rotundo fracaso de nueva cuenta López Obrador llevó a MORENA a un triunfo histórico donde en el 2018 su partido ganó todo y el tricolor se fue a una lejana tercera posición.

El tricolor dio inicio su debacle precisamente en 1988, cuando priistas de reconocida trayectoria y funcionarios de gobierno engrosaron las filas de la oposición y posteriormente en el 2018 el tricolor vivió el acto de traición que lo llevó a perder la gubernatura, presidencias municipales, Congreso Local, diputaciones federales y senadores, en pocas palabras, el PRI se fue a la lona y así ha dado tras pies durante los últimos 7 años con la derrota que le habría dado el PRD y ahora MORENA no ha podido enderezar su rumbo, la falta de capacidad y de un liderazgo que congregue en su llamado a una base dispersa y que realmente no se sabe cuántos son ni con que cuentan, ese es el asunto más grave.

Acaba de nombrar su dirigencia estatal en la responsabilidad de dos dirigentes que carecen de capacidad de liderazgo para unificar lo que se pudiera rescatar del PRI y construir una oposición crítica y propositiva que la sociedad tome en cuenta de que no son simplemente los políticos ambiciosos que quieren el poder por dinero sin embargo eso se ve muy lejos, porque Dagoberto no tiene calidad moral y capacidad para señalar los errores que tiene a la vista la actual administración, más allá de todo eso, el tricolor nombró una dirigencia a su manera, dejando fuera toda posibilidad de una competencia justa.

Sin duda que durante la visita del líder nacional del PRI a Tabasco, vimos a un priismo desorganizado y a una base tricolor que no entiende el nuevo que hacer en Tabasco, con un gobierno que radica sus acciones en un prelado de atención directa dejando fuera toda posibilidad de hacer contacto con las organizaciones que tanto fomentó el tricolor y que durante muchas décadas le dio resultado, hoy la política es de contacto directo con la gente, Dagoberto y Katia deben entender que tienen que salir de sus oficinas para escuchar el reclamo de los tricolores y la sociedad tabasqueña que necesita que los auxilien ante la abundante corrupción en los 17 municipios de Tabasco y en el desastre en que se encuentran las comunas.

En sí el reto para el nuevo PRI que dicen los dirigentes van a poner en marcha con acciones y movimientos de sus militantes es conquistar los espacios que en el 2021 se van a abrir a la competencia en la renovación de las 17 presidencias municipales, el Congreso Local y las diputaciones federales, el fracaso y falta de capacidad de quienes gobiernan y llegaron al Congreso Local y el Congreso de la Unión por el éxito de Andrés Manuel López Obrador pero que han mostrado no tener capacidad política ni de acción es conquistar esos espacios en las próximas elecciones intermedias, de lo contrario el tricolor tiende a desaparecer, aunque por hoy no está perdido, hay esperanzas y muchas, pero tienen que dejar de lado el enfrentamiento y el encono interno.

Grillos y Grillas
Dos asuntos que no puede dejar el Gobierno del Estado que caminen bajo el solo escrutinio de la sociedad, son el contrato millonario que la Secretaria de Desarrollo Económico, Mayra Elena Jacobo recibió en su empresa de parte de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, y por otro lado el escándalo que ha desatado los gastos con cargo al erario público de parte del Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera del Estado de Tabasco, Arturo Abreu, quien es señalado de haber hecho desembolsos oficiales en viajes y comilonas en diferentes hoteles y restaurantes de lujo, ninguna de las dos cosas puede pasarse por alto, porque hay un prelado del nuevo régimen de combatir la corrupción, y para ello hay que actuar como se dice en el discurso, el tema de la corrupción que tanto combate el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, es un tema añejo de los que todos de alguna manera en México hemos sido participe porque así era la cultura de un gobierno que caminó sostenido por la corrupción durante tantos años, pero hoy es otro el México que nos prometen… Nos leemos mañana.

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