Abiud Pérez Olán
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La situación crítica por la que atraviesa la Unión Regional Ganadera de Tabasco, no es nada más, ni nada menos que el resultado de la mala administración de quienes tuvieron en las últimas dos décadas, la responsabilidad de la directiva a la otrora poderosa industria del ganado en la entidad, esta organización agropecuaria, que llegó a ser ejemplo a nivel nacional, por la calidad productiva de ganado que no sólo se vendía en el mercado nacional, sino que se exportaba y era competencia con entidades norteñas dedicadas a la ganadería, aunque siempre ha sido subsidiada y respaldada por los gobiernos en turno, el trabajo respondía con la producción y la generación de empleos de esta industria que poco a poco fue en decadencia.

Sin ninguna duda, la debacle de esta industria dio comienzo por las luchas internas y la pelea por el poder, además de la riqueza que generaba ser miembro de la directiva de la Unión Ganadera Regional, Arcadio León Estrada, un ganadero reconocido, hombre de trabajo y de pocas pulgas, siempre fue un líder que manejó esa organización en forma correcta, se enfrentó a gobiernos y a los intereses internos que siempre estaban al acecho del poderío económico y político de la ganadería tabasqueña, posteriormente a la salida de este hombre, empezó la lucha interna y la ambición desmedida, que terminó en una corrupción que hoy los tiene en una verdadera crisis que ya afecta los recursos propios de ex dirigentes y dirigentes actuales.

La historia de la Unión Regional Ganadera de Tabasco, es muy triste, porque no sólo se perdió el trabajo de muchos años y la creatividad de los verdaderos ganaderos comprometidos con esta industria que llegó a ser ejemplo a nivel nacional y el Frigorífico tabasqueño, uno de los mejores que exportaba a México y al mundo, fue la ambición de quienes vieron el dinero fácil que generaba la venta del producto en el mercado nacional e internacional y dispusieron de esos recursos que posteriormente se les convirtió en pesadillas y así gobiernos tras gobiernos, rescataban a la Unión Regional Ganadera, con el fin de mantener una industria que era ejemplo y orgullo de Tabasco, hasta llegar a lo imposible; los directivos eran tan ambiciosos y flojos, que no sólo la endeudaron, sino que se han ido desprendiendo de los poco inmuebles que les quedan, para saciar sus instintos corruptos.

El gobierno de Arturo Núñez, en un acto de complicidad y quien sabe qué intereses inconfesables, habría detrás, conociendo al entonces secretario de SEDAFOT, Pedro Jiménez León, se autorizó un préstamo ante la crisis económica que ahogaba a la Unión Regional Ganadera, desde el primer momento en que se supo de este préstamo, indignó a la sociedad tabasqueña por la forma en que el gobierno estatal se desprendía de un recurso que tanta falta hacía; el compromiso, según documentos que firmaron los directivos, era devolver los 30 millones de pesos que recibieron, más intereses, en menos de un año, sin embargo el tiempo pasó y nunca se hizo el intento por recuperar ese empréstito.

Ahora que el gobierno de Adán Augusto López Hernández busca recuperar ese dinero que tanta falta le hace al gobierno del Estado, ante la problemática que se vive y en donde directivos y ex dirigentes les han sido embargadas propiedades, vale la pena reflexionar sobre el delito que habría cometido el funcionario que autorizó el empréstito, porque el gobierno no es un banco y desde luego, la responsabilidad que habría tenido el gobernador Arturo Núñez, en este asunto, por ello, vale la pena que de una vez por todas, se deslinde la responsabilidad de los ex funcionarios en cuestión, para que haya una muestra de que las cosas están en la legalidad y el asunto de la deuda de la Unión Regional Ganadera, es un tema que nos compete a todos los tabasqueños.

Los directivos y ex directivos que ya les han embargado algunas propiedades por la firma de los pagarés donde se comprometían a devolver el dinero, no tienen otra opción, más que pagar el adeudo, porque como bien dice el gobernador Adán Augusto López Hernández, lo único que se busca es resarcir el daño que se causó a la hacienda pública, pero no debemos olvidar que tanto peca el que mata la vaca, como el que le detiene la pata y los ex funcionarios de gobierno que autorizaron esta operación, deben ser sancionados.

Grillos y grillas
La difícil situación de los ayuntamientos tabasqueños, parecería no reflejarse en la vida privada y pública que se dan los presidentes municipales, quienes viven la gran vida, que nunca antes de ser nombrados alcaldes habían tenido la oportunidad de vivir, ni en sus municipios, mientras los ciudadanos sufrían las inclemencias del tiempo del frente frío del pasado fin de semana, muchos de ellos departían en lujosos restaurantes y plazas de la capital, acompañados de familiares y amigos, los ciudadanos que fueron afectados con las inundaciones nunca vieron a sus presidentes municipales atendiéndolos o apoyándolos en su difícil situación, como cuando caminaban buscando el apoyo para el voto popular, la falta de una liderazgo, principalmente en MORENA, que ponga orden entre los presidentes municipales y legisladores, es la causa, no sólo de estos hechos, sino también de la gran corrupción que se vive en los ayuntamientos, en donde en forma descarada familiares y amigos de los alcaldes saquean los municipios, la unidad de inteligencia financiera, tiene mucho trabajo para atender las denuncias que a diario hacen los ciudadanos en diferentes medios, como una burla al pueblo, construyen edificios, restaurantes y hoteles y lo malo es que nadie de los que tienen el poder, dice nada… Nos leemos mañana.