Abiud Pérez Olán
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Con bastante tristeza observamos los mexicanos que la institución que debió ser de mayor credibilidad y seriedad en el país desde siempre el presidente en turno la ha prostituido y hoy esta convertida en una verdadero circo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación cayó en lo más bajo, donde se volvió totalmente políticas sus decisiones y su presidente deja mucho que desear con sus acusaciones a toro pasado, le tiembla las corvas ante la presencia de un presidente como Andrés Manuel López Obrador que desde siempre ha señalado y manifestado sus intenciones de luchar por la separación de poderes y sobre todo el saneamiento de las Institución.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación creada en 1825 con el fin de darle certidumbre a la justicia en México y crear un ambiente donde los políticos y poderosos respetaran la ley, teniendo como una de sus premisas fundamental, buscar la verdad y la justicia, los ministros debieron ser hombres y mujeres alejados, de credos, ideología política, reputación comprobada y además verdaderos conocedores del derecho, la elección de los ministros es una propuesta del presidente en turno y una ratificación del Senado Mexicano, sin embargo en un país como el nuestro, donde sabemos claramente como se supedita el legislativo al ejecutivo, la propuesta del Presidente es una orden del que resultará ungido y así la Suprema Corte de Justicia vivió durante muchas décadas en medio del mito y escándalos al oído pero hoy está convertida en un despreciable circo romano.

La renuncia de Eduardo Medina Mora puso en evidencia muchas cosas, hay versiones de la corrupción que rodeó al ministro de Enrique Peña Nieto, un hombre que no cumplía los perfiles para ese honroso cargo desde que fue nombrado, venia de la PGR y actividades policiales que le manchaban el camino, estaba evidenciado como un funcionario al servicio de la delincuencia, pero amigo del Presidente y hasta cómplice según se ha mostrado en las últimas denuncias, la forma en que salió de la Suprema Corte el susodicho, apanicado, como dijera Fox, aterrorizado, por miedo a la cárcel después que la Unidad de Inteligencia Financiera que encabeza Santiago Nieto Castillo anunciara el congelamiento de sus cuentas bancarias que suman muchos millones de dólares.

Este escándalo de Medina Mora puso en evidencia a la Suprema Corte, a más de tres ministros se les arrugo el cuero, tienen mucha cola que les pisen, sabiendo que Andrés Manuel López Obrador no les tiene miedo, ni respeto alguno, porque sabe quienes son, que se venden al mejor postor y obedecen como ratones al chasquido del Presidente en turno, hace unos meses la revista proceso dio a conocer la corrupción que impera en el Poder Judicial de la Federación dando pelos y señales de las conexiones de los cargos en ese poder de familiares, amigos, esposas y amantes de jueces, magistrados y funcionarios de ese poder, y para vergüenza y humillación del pueblo de México no alzaron la voz y callaron ante la criminal situación del máximo tribunal.

Lo peor que pudo hacer el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Arturo Zaldívar Lelo de Larrea fue implorar perdón ante el ejecutivo, arrodillarse y suplicar perdón y como prueba y de la lealtad futura entregó al magistrado Jorge Camero Ocampo que se oponía a la construcción del aeropuerto de Santa Lucía bajo una supuesta investigación por fuertes depósitos a sus cuentas bancarias que aunque no se han evidenciado fue la materia de discusión para el cese, metiendo de nueva cuenta a la Suprema Corte en el escándalo de corrupción y malos manejos de magistrados, jueces y ministros.

La Suprema Corte de Justicia vivió momento críticos durante el gobierno de Benito Juárez quien al dejar la presidencia de esa institución y ante las luchas internas la disolvió y recordemos que el hecho mas reciente fue durante el gobierno de Ernesto Zedillo donde los Ministros fueron “renunciados voluntariamente” para dar paso a una nueva Suprema Corte, Ministros productos de una imposición corrupta como dicen que es el PRI y de donde por cierto proviene nuestra flamante Secretaria de Gobernación, en ese entonces no había oposición de tal manera que las cosas se dieron “institucionalmente” por lo tanto jueces, magistrados y ministros obedecían al Presidente de la República en turno, nunca se ha visto una separación de poderes y por lo tanto el ministro presidente está aterrado y por eso sus habladas.

Convertida en circo romano la Suprema Corte de Justicia tira a los leones a los jueces, ministros y magistrados que estorban pero no se mete con los jueces corruptos que dejan en libertad a mafiosos, asesinos, violadores y secuestradores enemigos de la sociedad, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, hunde a la Suprema Corte de Justicia al arrodillarse ante el ejecutivo y entrar al juego del pasado, acusando al ex presidente Felipe Calderón de que lo presionaba para las decisiones, no lo dudamos que esto haya sucedido, simplemente que fue un cobarde y cuida chamba por no haber hecho la denuncia en su momento, situación que lo convirtió en cómplice, porque ahora todo es a toro pasado.

Grillos y grillas
La semana pasada estalló el escándalo por la mala administración del FIDEET durante el gobierno de Arturo Núñez, durante una reunión con los integrantes de ese organismo y la titular de la Secretaría para el Desarrollo Económico y la Competitividad, Mayra Jacobo Priego que en un acto inusual hizo pública la reunión con la invitación a los medios de comunicación para que atestiguaran las exposiciones de los involucrados, se puso en evidencia los malos manejos en la entrega de programas que no están debidamente sustentados se evidencio el amiguismo y las componendas en el desvío de los fondos que estaban encaminados a impulsar la empresa tabasqueña y desde luego su economía, los involucrados en estas acusaciones mostraron su descontento al quedar asentado que carecían de información real de la otorgación de créditos y apoyos no sustentados, en la sesión se les señaló que tienen unas semanas para entregar cuentas, de lo contrario serán sancionados… Nos leemos mañana.