Aquí… Tabasco dice
Abiud Pérez Olán abiudperez@hotmail.com La Suprema Corte de Justicia de la Nación es el máximo tribunal que busco desde su creación en 1825 darle vida a una nación independiente que se perfilara con un régimen de justicia, donde no hubiera avasallamientos y sirviera como equilibrio en un país donde las injusticias y los abusos de […]
8 de octubre de 2019

Abiud Pérez Olán
abiudperez@hotmail.com
La Suprema Corte de Justicia de la Nación es el máximo tribunal que busco desde su creación en 1825 darle vida a una nación independiente que se perfilara con un régimen de justicia, donde no hubiera avasallamientos y sirviera como equilibrio en un país donde las injusticias y los abusos de políticos y poderosos estaban a la orden del día, los mejores hombres letrados y conocedores del derecho serían los que estarían encaminados a tal responsabilidad, que sin duda alguna la honestidad y la transparencia sería el perfil de cada uno, esta constitución del máximo tribunal en México tuvo su traspiés y resistencia pero camino en medio de todas las penumbras que se interpusieron pero que al final de cuentas en el México moderno se encontró con la voluntad presidencial y el enanismo de quienes tenían la representatividad de ministros que la pervirtieron y la han convertido en un nido de corrupción.

La Suprema Corte de Justicia de México es la última palabra en la aplicación de la ley y se supone que con su sabiduría, imparcialidad y honestidad deben juzgar los casos que tienen entre manos, este poder que está por encima de todos los tribunales en México vivió la metamorfosis hacia la corrupción en las últimas décadas a tal grado que los ministros de la Suprema Corte son seres despreciados y aborrecidos por la sociedad mexicana, el abuso en que cayó este poder con el manejo del presupuesto, los exorbitantes salarios y las prebendas de las que gozan los supuestos impartidores de justicia los colocó como unos de los funcionarios con mayor privilegio que han mostrado la ambición por el dinero público y que hoy se resisten al cambio del país y a la austeridad republicana.

La corrupción en el máximo tribunal de México ha sido un hecho que se ha venido señalando desde hace muchos años, parecieran intocables y que en base a una autonomía que manejan a su antojo gozan de plena impunidad, hace más de tres años la revista proceso dio a conocer una larga lista de cerca de 300 funcionarios de la Suprema Corte de Justicia que cometían actos de corrupción y nepotismo al mantener en sus nóminas a familiares, amigos, concubinas, entre otras relaciones consanguíneas que de alguna manera señalaban lo que estaba pasando en este órgano de justicia, nadie hizo caso ante la denuncia, aun cuando se daba pelos y señales, así se fue enumerando actos de abusos sobre los privilegios que los ministros tienen como fondo de retiro, servicio médico privado, asistencia privada, y todo lo que reciben de prebendas cuando terminan como ministros o funcionarios de ese poder.

Aunado a todo ese sin número de denuncias, se han señalado algunos actos de posible corrupción de ministros que almacenaban riquezas y dinero que recibían por favores al narcotráfico o delincuentes que eran liberados en juzgados y exonerados algunos por la Suprema Corte, muchos se ha dicho de estos casos, pero nunca el Congreso de la Unión o el propio Presidente de la República han querido hacer público el descontento por la forma de actuar de quienes tenían o tienen la responsabilidad de poner orden, el escándalo de corrupción traspaso los limites por la valiente denuncia de la oficina de inteligencia financiera del Gobierno Federal, que encontró que encontró en Eduardo Medina Mora un caso que merecía una investigación profunda y sobre todo sembrar un precedente de la podredumbre en esta Institución que debió ser, sin lugar a duda, ejemplo de transparencia y honestidad.

México es un país que no ha podido crecer ni en lo económico, en lo democrático, ni ha podido caminar en el mundo de la justicia, la corrupción ha corroído a las instituciones y las encargadas de procurar e impartir justicia no son la excepción, el máximo tribunal de México está podrido por la ambición y la corrupción de sus ministros y este flagelo frena a México en todo los órdenes, desde la resistencia al cobro de sueldo menor al del presidente de la república y a los gastos superfluo se suma sus nexos con la corrupción a través del narcotráfico y la delincuencia organizada, el máximo tribunal está en el ojo del huracán y por lo tanto urge medidas para subsanar el daño que han causado y que se oponen a un país libre y justo.

Con todo lo que vemos y leemos que sucede en la Suprema Corte de Justicia y con los hechos que embarran al ex ministro Eduardo Medina Mora y otros que no se quedan atrás, tendría el Presidente, Andrés Manuel López Obrador y el Congreso de la Unión para llamar a cuentas a quienes han hecho del poder judicial federal un nido de corrupción, históricamente la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya vivió un descalabro en donde Benito Juárez los desconoció precisamente por el abuso y porque se creían como estos, intocables, están todas las evidencias, para crear una investigación profunda y que se deslinden las responsabilidades, también el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, hizo lo propio con el máximo tribunal y los relevo a todos aunque no se interrumpió sus funciones.

Grillos y grillas
No deben las autoridades tabasqueñas, principalmente los alcaldes hacer oídos sordos al reclamo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, por aquello de las obras que han abandonado y la situación que guardan carreteras y caminos del país, aquí en Tabasco no nos quedamos atrás, un año perdido en que los quince alcaldes de Morena, uno del PRD y uno del Partido Verde, no han hecho nada por sus municipios, con la cantaleta de que los otros que gobernaron se llevaron todo, la mayoría si no es que todos los municipios adolecen de los mismo,, la falta de atención a los caminos y hasta las calles principales de sus ciudades, ya no digamos los poblados y rancherías, el Presidente fue más que claro, gobernadores y alcaldes deben de ponerse a trabajar para que los caminos abandonados y en malas condiciones sean parte del pasado… Nos leemos mañana

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