Aquí… Tabasco dice
Abiud Pérez Olán abiudperez@hotmail.com Ni conservadores, ni anarquistas, simplemente jóvenes que no tienen ningún respeto por los valores, por las autoridades, ni por la sociedad, esos fueron los que participaron y crearon el desorden durante la marcha con la que se recordó la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y que su comportamiento pone […]
1 de octubre de 2019

Abiud Pérez Olán
abiudperez@hotmail.com
Ni conservadores, ni anarquistas, simplemente jóvenes que no tienen ningún respeto por los valores, por las autoridades, ni por la sociedad, esos fueron los que participaron y crearon el desorden durante la marcha con la que se recordó la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y que su comportamiento pone en tela de duda la fortaleza del Estado para poner orden, el gobierno de la Ciudad de México es coincidente con el Presidente de la República y en una muestra de tolerancia permite que estos desórdenes pongan en riesgo la convivencia y el crecimiento de una ciudad que tiene una aportación del turismo de gran envergadura, las pérdidas fueron cuantiosas, tanto en lo material, como en lo moral, la destrucción fue a tal grado, que no habíamos visto en la última década actuar a un grupo con tal impunidad.

Para el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador es muy fácil llamar a la tolerancia y señalar a estos jóvenes, como parte de los conservadores, cuando todos sabemos que en realidad no representan ninguna de esas ideologías, porque el conservadurismo es una doctrina que aunque se opone, a los cambios radicales de una sociedad, tiene sus argumentos sólidos y jurídicos, los conservadores no utilizan ese método para sostener su ideología y si acaso, pelear el poder, ese es un grupo de delincuentes que bien se les debió aplicar la ley para sentar precedente de que el Estado de derecho está vigente y que no hay pretexto para violentar la propiedad de nadie y mucho menos, causar pánico, como sucedió esa tarde-noche del 26 de septiembre pasado, cuando se dieron estos lamentables sucesos.

Está de moda la palabra conservadores, porque el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador la utiliza demasiado y quizá con abuso, cuando se trata de desviar algún señalamiento o cuestionamiento sobre algún tema nacional, cuando ser conservador, es parte de la democracia y el desarrollo de los pueblos, juegan un papel importante, porque mantienen una ideología de conservar sus costumbres y sobre todo, la forma de comportamiento de una sociedad, hay periódicos de corte conservador, todos los conocemos y también, medios de comunicación apegados a esa ideología, simplemente, porque sus patrocinadores o creadores son de ese proceder político, más allá de que se pueda utilizar que el conservador es un corrupto y deshonesto, no se le puede, por ningún motivo, comparar a un conservador, con un corrupto y un deshonesto, porque también los hay entre los demócratas y los liberales, como ya lo hemos visto.

Creo que no se puede seguir justificando el desorden desde ningún punto de vista, el país necesita orden y lo que vivimos en la Ciudad de México el pasado 26 de septiembre por la tarde-noche, es una muestra de que se necesita la mano dura y desde luego, respetando los derechos humanos de quienes respetan los derechos de los demás, 130 millones de pesos en pérdidas materiales, más de 50 millones perdieron restaurantes y centros comerciales, así como de diversión, por el conflicto y otro tanto, perdió la cámara de servicios, según lo dan a conocer las propias autoridades, el daño fue cuantioso y no se puede permitir por ningún motivo que estas personas sigan caminando por México, aumentando la contaminación que tiene el país de inseguridad, desorden y falta de responsabilidad de los gobiernos, cierto es que se hacen llamar anarquistas, simplemente para tapar y que se les solapen los desórdenes que cometen, como bien dice el Presidente de la República, un anarquista es un hombre con ideología, que no cree en el gobierno, pero que busca precisamente cumplir con las responsabilidades del Estado, sin que le obligue y estas personas, son verdaderos delincuentes, por qué no aplicarles la ley?.

Los hechos que vimos por la televisión y escuchamos en la radio, nos mostraron un Estado caótico y una policía inoperante, incapaz de poner el orden y desde luego, sus directivos que no supieron actuar a la hora de sentar precedente, sin temor a equivocarnos, la sociedad le hubiera aplaudido al gobierno, si hubiese puesto orden y responsabilizado de las pérdidas que provocaron, a quienes causaron el daño del que ya hemos dado cuenta, seguir solapando este tipo de cosas, solo aumenta la incertidumbre y aleja las inversiones que podrían ayudar en mucho a México en el proceso de recomposición, cuando tenemos uno de los desempleos más alarmantes.

Grillos y grillas
El asunto de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, simplemente seguirá siendo un tema político, los argumentos jurídicos se alejan por la falta de pruebas y las esperanzas que le abrigan a las madres y padres de familia, que con mucho derecho siguen buscando a sus hijos que desaparecieron aquel 26 de septiembre y en donde la opacidad del Estado y la complicidad de las autoridades, creo esta confusión, se sigue dando largas y ampliando el círculo de esperanza, cuando todos sabemos y hasta las autoridades, que será difícil encontrar a estos estudiantes que según versiones de los peritos oficiales, fueron incinerados en el basurero de Cocula, llevar ante los tribunales ante las autoridades que dieron el veredicto pasado, será ampliar el sufrimiento de los padres, por lo que se debe tener cuidado, porque este asunto se les puede revertir, si se le sigue dando largas y más largas, con esperanza, no se puede permitir que un tema tan doloroso y delicado, sirva para que otros cometan excesos y abusos y hasta surjan organizaciones que se quieren colgar de este tema, para sacar raja político… Nos leemos mañana.

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