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Año35 Luis Enrique MartínezRumbo Nuevo Todo comenzó en 1987. Aunque ya venía acumulando inconformidades sociales, económicas y políticas desde 1968,1971 y 1982, el sistema mexicano en aquel año parecía inalterable. Puede registrarse que Tabasco era fiel reflejo de esa anomia colectiva nacional pues vivía la efervescencia democrática que desatara en 1985 el gobernador Enrique González […]
13 de mayo de 2024

Año35

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo

Todo comenzó en 1987. Aunque ya venía acumulando inconformidades sociales, económicas y políticas desde 1968,1971 y 1982, el sistema mexicano en aquel año parecía inalterable. Puede registrarse que Tabasco era fiel reflejo de esa anomia colectiva nacional pues vivía la efervescencia democrática que desatara en 1985 el gobernador Enrique González Pedrero con la elección de candidatos—presidentes municipales con la aplicación del método de consulta a las bases establecido en los documentos básicos del PRI desde el 18 de enero de 1946. Entonces, la venidera elección presidencial de 1988, parecía de trámite. Sin novedad alguna tampoco para el caso local donde la oposición partidista había desaparecido con el asesinato de Nabor Cornelio Álvarez el 26 de marzo de 1980.

En la publicación digital Patriotas, Sandra Mahely Montejo recuerda a tal personaje: «Nabor era un líder natural, desde estudiante se podía ver sus cualidades para manifestarse en contra de las ideas autoritarias, tenía una capacidad intelectual para oponerse y expresarse, no daba cabida a perder en cualquier discusión y argumentación, un asiduo estudioso del marxismo-leninismo, y que pronto se convertiría en un antagonista importante del propio sistema. En su paso por el INI, asumió la responsabilidad de enfrentar y luchar a favor de los desposeídos, en las propias palabras de (Andrés Manuel) López Obrador a quien consideraba su hermano declaró:
“un abogado que llegó a lo más profundo de las vidas comunales, era defensor de los derechos. Casi no había tierra en Tabasco que no estuviera invadida por los ganaderos. Todas esas tierras las liberó”.

Siete años después de ese condenable y proditorio crimen, apareció la semilla de la rebeldía en la personalidad silenciosa de un grupo de jóvenes que a la fecha, salvo Tomás Brito Lara, sobreviven en la intrascendencia pública: José Antonio Bulnes, María Elena Vázquez Villarreal, Babe Segura Córdova y César Funoy Rabanales. Esa fugaz e intrépida por inesperada visión, también olió el futuro político de México: invitó y arropó en Tabasco, la visita del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, la cabeza visible de la posterior Corriente Democrática formada en el corpiño hegemónico del PRI. Después, después de la imposición de Carlos Salinas de Gortari y el presumible fraude electoral de 1988, la oposición interna se convirtió en el Partido de la Revolución Democrática, el 5 de mayo de 1989.

Por supuesto que la promoción en la entidad de la nueva organización política involucró al actual presidente Andrés Manuel López Obrador, quien había competido en la elección de gobernador de 1988 con la membresía del Frente Democrático Nacional. La difusión, sin embargo, no sólo fue local sino regional. En el sureste del país. Así es que la presencia en Villahermosa de estudiantes de la Universidad del Sudeste de Campeche, en diciembre de hace 36 años, no fue fortuita, ni vacacional. Al salir de la conferencia en la Casa de los Azulejos, que más bien fue el anuncio del alumbramiento venidero, el promotor de la aglutinación de la izquierda, respondió a una pregunta del reportero que hoy los del partido Morena no entienden como en su momento los del PRD: «No, ustedes no deben afiliarse porque perderían credibilidad ante la sociedad. Si van a ayudar, háganlo afuera, cada quien desde su trinchera y con conciencia periodística…»

Cinco meses después, las calles adyacentes al cine Tabasco estaban congestionadas más de lo normal. Hombres y mujeres, sombreros, cachuchas, sombrillas y chanclas, morrales de yute y nailón, vestían el exterior e interior del inmueble. Desde las primeras filas, extrañaba la presencia de Payambé López Falconi, quien resultaría la abeja en el pajar notarial que había aceptado dar fe pública de la constitución formal del PRD en Tabasco. Y ese 5 de mayo de 1989 fue el que recordaron los otros de los otros que nacieron en la oscuridad y la luz de una fuerza política que alcanzó el poder local para, contradictoriamente, disminunir la energía de 1994, 2000, 2003 y 2012 en 2018.

Aunque la de hace 12 años desplazó del Ejecutivo al PRI, puede señalarse que la más sonada victoria del PRD fue la de 2003: ganó la mayoría de los 17 ayuntamientos y, también, las curules del Poder Legislativo. Fue la aparición en las urnas de los hermanos Adán Augusto y Rosalinda López Hernández y, asimismo, del brigadista Gerardo Gaudiano Rovirosa, quien era becario del gobierno de la Ciudad de México a cargo de López Obrador. Gobernaba Manuel Andrade Díaz, que no era tan popular como ahora dice que lo es en la Feria Tabasco 2024, y desaparecía la Gran Comisión de la Cámara de Diputados para nacer la Junta de Coordinación Política…

Juan Manuel Fócil Pérez se adueñó del Partido de la Revolución Democrática a la caída del gobernador Arturo Núñez Jiménez. Desde 2018, quedó como amo y señor del instituto cuya formación dejó heridos, muertos y resentidos en el camino. Es candidato a gobernador en la elección del 2 junio porque no aceptó aliarse al PRIAN. El roce, y como alumno de López Obrador en el inicio de su carrera política en 1997, de elecciones internas y constitucionales para la presidencia municipal de Centro, diputado federal y local, además de senador, lo motivo a no compartir la empresa con fuerzas en decadencia. Optó por fincar la esperanza de no perder el registro electoral en los municipios de Comalcalco, Cárdenas, Centla y Huimanguillo. La intención es alargar la vida del PRD más allá de 35 años. El futuro es del cambio climático.

Digo
El segundo debate entre candidatos a la elección de gobernador del 2 de junio es, como fue el primero, de trámite. Puro protocolo que cuesta al erario pero permite la educación cívica y estimula el voto ciudadano. Javier May Rodríguez no requiere preparación adicional para salir airoso de tal compromiso. Ganar la elección es cuestión de tiempo, pero además, la contienda 2024 perdió el morbo de la de 2018, cuando algunos esperaban que Gina Trujillo diera el campanazo ante Adán Augusto López Hernández, porque la pasión se desbordó en el vocabulario de la candidata del PRIAN. No es necesario aclarar que tal acervo sea propio de la mujer tropical. Nada que ver. Sin embargo, si Lorena Bourregard había despertado interés en algunos sectores de la población ciudadana, con lo expresado en conferencia de prensa, parece es la imagen de la frustración que comenzó a cavar la tumba del PRI. Ya el PAN tiene la suya. Vaipué.

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