Heberto Taracena Ruiz
Ruedan chiquillos
el balón por la calle
de los ensueños.
Ellos alegran
el tesoro llamado
imaginación.
En ese mundo
enternecido habitan
de casa en casa.
No desmerecen
imágenes que fluyen
a borbotones.
HAIKUS 442
Imaginando
el niño robustece
el escenario.
Cada sonido
le da pauta a recrear
en libertad.
El crecimiento
lleva consigo rastros
de la inocencia.
En la niñez
fundan fracaso o triunfo
su levadura.
Cunduacán, Tab.,, a 28 de junio de 2023