Ortega dijo que hubo un consenso mayoritario al interior del partido en el sentido de que hace falta mayor tiempo de reflexión para abordar temas que iban a debatirse en el congreso
Ciudad México
Notimex
Posponer hasta 2013 el Congreso Nacional del PRD y la elección de su dirigente en el Distrito Federal permitió «serenar las aguas» en el partido, limar asperezas y evitar una confrontación mayor, consideraron Jesús Zambrano y Jesús Ortega, presidente y ex presidente de dicho partido, respectivamente.
En entrevistas por separado, los máximos líderes de la corriente perredista Nueva Izquierda, confirmaron que ambos acontecimientos se realizarán hasta el próximo año aunque estaban en principio agendados para la mitad de diciembre.
Zambrano Grijalva comentó que el hecho de haber aceptado firmar el Pacto por México produjo inconformidades y confrontaciones al interior del Partido de la Revolución Democrática (PRD), pero aseguró que ya quedaron superadas al precisar que lo firmado es congruente con la agenda perredista.
Señaló que hay conciencia de la importancia de mantener un PRD fuerte y unido con capacidad para influir en la agenda nacional, ello sin dejar de reconocer las críticas a su persona y a la forma en que se negoció, pues lo importante es el contenido y no las formas.
A su vez, Jesús Ortega dijo que hubo un consenso mayoritario al interior del partido en el sentido de que hace falta mayor tiempo de reflexión para abordar los temas de interés nacional que iban a debatirse en el congreso perredista.
Ortega Martínez recalcó que lo que más pesó en la decisión de aplazamiento fue la falta de debate y reflexión.
Como uno de los negociadores del Pacto por México por el PRD, aseveró que está listo y preparado para defender en el Congreso los términos del pacto, tal como finalmente se firmó con los otros partidos y con el gobierno federal.
Prueba de ello, explicó, es el presupuesto de la federación para el 2013 dónde ya se manifiesta el énfasis en la agenda social que impulsó el PRD, por encima de la estrategia de seguridad que era prioritaria en la pasada administración panista.
