La decisión aparentemente improvisada de Trump de comenzar a establecer conversaciones contrasta con la situación de Kim
Washington, EEUU
Notimex
El presidente estadunidende Donald Trump quizá piense más en las consecuencias históricas que tendrá para su mandato haberse reunido con el líder norcoreano Kim Jong-un, que algún resultado eficaz que los analistas consideran no serán inmediatos.
La posibilidad de hacer historia seduce al magnate metido a presidente, mientras busca verse como el líder capaz de demostrar que puede cambiar el mundo. El anuncio de reconocer a Jerusalén como capital de Israel era el último precedente.
Sin embargo, Trump deberá adoptar una serie de características desconocidas, paciencia, persistencia, objetivos claros y condiciones, y estar preparado para retirarse cuando conozca al líder norcoreano Kim Jong Un, indicaron funcionarios que han negociado con el régimen de Kim.
La decisión aparentemente improvisada de Trump de comenzar a establecer conversaciones contrasta con la situación de Kim:
Corea del Norte se ha preparado deliberadamente durante décadas para una reunión con el presidente estadunidense en funciones, como un paso importante hacia la obtención de legitimidad internacional.
Las negociaciones con el régimen de Corea del Norte son «muy laboriosas y, francamente, dolorosas», dijo Christopher Hill, quien se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Corea del Sur y subsecretario de Estado durante la presidencia de George W. Bush.
«Crees que tienes un acuerdo un minuto y luego no al minuto siguiente», detalló.