Analizar perfil de Lanza
Personas que convivieron con él, enfatizan su alta habilidad para poder armar y desarmar computadoras en minutos, además de que en muy raras ocasiones cruzaba palabra alguna con sus compañeros Connecticut, EEUU Agencia El Universal En momentos en que Estados Unidos hacía una pausa el viernes al cumplirse una semana de la tiroteo en la […]
22 de diciembre de 2012

Personas que convivieron con él, enfatizan su alta habilidad para poder armar y desarmar computadoras en minutos, además de que en muy raras ocasiones cruzaba palabra alguna con sus compañeros

Connecticut, EEUU
Agencia El Universal
En momentos en que Estados Unidos hacía una pausa el viernes al cumplirse una semana de la tiroteo en la Escuela Primaria Sandy Hook, emergieron detalles nuevos sobre el atacante, Adam Lanza: según conocidos, era capaz de desarmar y reensamblar una computadora en cuestión de minutos, pero rara vez hablaba con alguien.
En la escuela secundaria, Lanza acostumbraba deslizarse por los pasillos, presionándose contra la pared. Todos los días iba vestido con la misma camisa verde y pantalón caqui. Difícilmente habla alguna vez con compañeros de clase y en una ocasión dio una presentación completamente por computadora, sin pronunciar una sola palabra.
«Hasta donde lo conocí, realmente nunca habló», comentó Daniel Frost, quien tomó clase de computación con Lanza y recuerda su habilidad con la electrónica.
Lanza parecía pasar la mayor parte de su tiempo en su propio espacio amplio en el sótano de la casa que compartía con su madre, el mismo sótano donde ella mantenía una colección de armas, dijo Russell Ford, un amigo de Nancy Lanza que realizó trabajos de chimenea y tuberías en la casa de Lanza.
Hace una semana, Lanza mató a balazos a su madre antes de dirigirse a la escuela primaria, donde mató a 20 niños y seis maestras con un fusil tipo militar. Cuando los policías se aproximaban, usó el arma para suicidarse.
Nancy Lanza fue vista frecuentemente en el poblado y conversaba regularmente con amigos y conocidos en un restaurante local, pero su hijo de 20 años de edad era una figura misteriosa, rara vez vista en esta comunidad de colinas ondulantes y casas coloniales de tablillas de madera, según Ford y otras personas de la ciudad.
El sótano de la casa de Lanza estaba totalmente alfombrado y tenía piezas de arte en las paredes, entre ellas una fotografía de un caballo. Había una computadora, una televisión de pantalla plana, sofás y un equipo complejo para videojuegos.
Nancy Lanza mantenía sus armas en lo que parecía set un estuche seguro en otra parte del sótano, afirmó Ford. «Ella era de la cultura de las armas: ‘Vive libre o muere’. Esa era realmente su formación», dijo Ford, quien frecuentemente se encontraba con la oriunda de Nuevo Hampshire y otros amigos en reuniones regulares los martes por la noche en My Place, un restaurante local.

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