César Graciano Calvario
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Estos días, la actividad lúdica de amarrarle navajas al gobernador Arturo Núñez con Andrés Manuel –a propósito de la petición que un grupo de los allegados de este último le presentara para que el estado se ampare contra los actos de la federación con motivo de la explotación petrolera- parece ser la preferida de numerosos actores. Para algunos es la oportunidad de asestar al gobierno de la alternancia otros tantos mandobles buscando minar su resistencia. También provocar la confusión, la agitación, el caos entre las filas de la coalición partidista gobernante. Para los más, simplemente la bulla. El mitote. La zalamería.

Así vemos a practicantes contables venidos a dirigentes partidistas -como Jorge Avalos del PAN- hacer recomendaciones melifluas al gobernador para que no se deje mangonear por Andrés. También a personajes impresentables de la ex oposición de plástico como Pablo Rodríguez Bonfil, quien ahora enquistado en el directorio del PRD estatal, considera idónea la oportunidad para tirar su seis de bastos. Y en similar tenor, todo tipo de recomendadores de ocasión, se suben alegremente al trenecito.

Pero el escenario, nos hace reflexionar seriamente, sobre el fondo del asunto. El gobernador conoce bien el tema y el peso político-financiero de este. Forma parte de su agenda con el gobierno de Peña. Y sin haberlo dejado translucir abiertamente, nos parece que reconoce la pertinencia y la justificación de la preocupación de Andrés Manuel. Aquella que tiene que ver con el futuro de Tabasco como la primer provincia petrolera de México, y por lo tanto, región política ESTRATEGICA.

Ambos saben, que una vez en marcha la reforma energética, lo que sigue es la embestida de Peña para recuperar el poder político del estado. Es la única forma de tener asegurada la explotación petrolera en base al modelo operativo de la inversión privada extranjera. Bajo el resguardo de toda la fuerza del estado y garantizándole tranquilidad, y seguridad. A cualquier costo social.

Y deben estar muy atentos a la andanada que Peña mantiene contra la oposición. En el caso de la coalición perredista, la mayoría de sus gobiernos locales ya se encuentran bajo asedio. Guerrero y Oaxaca están sitiados por la fuerza militar y policiaca con el pretexto de su pacificación y protección contra la agitación del CNTE y la delincuencia organizada. En Morelos el gobernador Graco Ramírez se encuentra arrinconado por las organizaciones de filiación priista que -con el pretexto de sus pasivos en el renglón de la seguridad pública- ya le piden su renuncia al cargo. En el DF, una compleja estrategia para fortalecer la organización política en Delegaciones donde el PRD se encuentra más debilitado, junto con la puesta al día del expediente presupuestal sobre los yerros de la administración de Marcelo Ebrard y Miguel Mancera en el caso del affaire de la línea 12 del metro, confirman que el magno operativo priista para recuperar el gobierno de la Ciudad, está en marcha.

No vemos a un gobernador Núñez amparándose contra la federación y alentando marchas reivindicatorias. Pero tampoco lo vemos ignorando el cuadro arriba descrito. Más bien parece que pronto nos alcanzará el destino y conoceremos en vivo y en directo el resultado de su reflexión y visión de estado.

….a pie de carretera
Agapito Domínguez
Dice la conseja popular: “Suerte te de Dios. Que el saber poco te importa” Y no cabe duda de que Agapito viene corriendo con suerte. De aquel asunto de su arranque al frente del ISSET, ya nadie se acuerda. Y ahora que corre a los malos elementos de su feudo sin conocer el marco jurídico de la institución, sus relaciones obrero-patronales, ni la parafernalia legaloide que le impidió hacer efectivas sus cacayacas ¡viene la feria, el paro policial, el Tsunami en Chile! 0-2 dice la pizarra. ¡Hasta la próxima!

Con este calorcito, no debemos excedernos de fibra. Aprovechemos bien la energía. Hasta mañana SDQ. Adiu
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