Crystiam Estrada Sánchez.
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Amado esposo mío:

Hoy que cumples un año más de vida, quiero dar gracias a Dios por haberte puesto en mi camino, porque sólo tu tuviste la valentía de considerarme tu pareja para toda la vida, a pesar de mis grandes defectos, mismos que ya conocías.

Que ironías de la vida, hoy festejo tu cumpleaños y mañana domingo 31 de agosto, recordaré con tristeza y nostalgia la muerte de mi madre. Pero no cabe duda que Dios sabe lo que hace, pues ella antes de partir hace cuatro años me dijo que le preocupaba me quedara sola, ya que mis cinco hermanos son hombres y tienen sus planes y proyectos propios, pero ya ves, te encontré hace precisamente cuatro años, los mismos que tengo de estar sin ella, pero no sólo eso, también tengo dos hermosos hijos que me has ayudado a educar y sobre todo a cuidar con amor, paciencia y dedicación. Gracias.

Gracias por tolerarme, comprenderme, acompañarme y sobre todo cuidarme, el camino a mi lado, lo sé, no ha sido fácil, pero tampoco te puedes quejar, entre altas y bajas, lograste después de tanto esfuerzo, enamorarme, conquistarme; hasta que por fin y gracias a Dios logramos consolidar esta unión que para mí ha sido otro de los bellos regalos que mi Dios me ha dado.

Buenos y malos momentos hemos pasado juntos, hasta peores, pero todos y cada uno de ellos nos han permitido precisamente consolidarnos como amigos, esposos, padres, familia. Uno sólo.

Sé que no tengo nada que valga en dinero para darte, pero la hermosa familia que tenemos, mi compañía y lo que hemos logrado juntos no sólo en lo material sino en lo humano y material, en el amor, son los mejores regalos que te pueda dar cada día y sobre todo hoy que cumples un año más de vida.

Muchas veces me han preguntado porque te elegí: Porque me gustas, porque tuviste la osadía de enamorarme hasta conquistar no sólo mi corazón, sino también mi cabeza, ya que una mujer como yo profesionista, que ha viajado por casi todo su estado, país y algunos continentes, pero sobre todo libre; piensa más cada vez en unir su vida a un hombre y tener familia, muchísimo más. Te elegí porque tu humildad no está en lo material, sino en lo humano que eres, porque eres capaz de construir sobre ruinas. Por tu nobleza, tranquilidad, paciencia y tolerancia, ya que sin esas virtudes, tú y yo nos hubiéramos dado hasta con la cubeta.

Cuando veo lo que hemos logrado juntos, siendo tan diferentes en todo, comprendo que el equilibrio de una pareja no está en lo material, en la estabilidad económica, en lo efímero; sino que está en lo que juntos con paciencia, dialogo y comprensión, acuerdan hacer juntos, pero todo con un fin común. No me cabe duda que los cuatro, tú, nuestros hijos María del Carmen, Jesús Felipe y yo, somos uno. Gracias a Dios por todo, gracias a ti por todo y muchas felicidades. Te amo.
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P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?