César Graciano Calvario
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Finalmente la PGJ de Fernando Valenzuela logró la captura de José Ramón Díaz Uribe, el prófugo dirigente del sindicato del COBATAB, que se estaba volviendo un dolor de cabeza para el gobierno de la alternancia. Recuerde Usted que se hablaba de sus cada vez más constantes visitas a la entidad. También su audacia de hacer públicas gestiones para continuar manipulando el sindicato de sus amores. Y hasta el impulso a la agitación sindical para presionar a la dirección de COBATAB, y al gobierno del estado.

Aquí mismo hicimos mención de la situación tan comprometida en la que se encontraba Jaime Mier y Terán, director de esa institución educativa, por su flagrante indecisión o incapacidad, para continuar con el asedio jurídico y judicial al fugitivo. Dando la impresión de que por alguna, o varias oscuras razones, no daba el paso necesario para cerrar el cerco y generar los elementos que requería  la autoridad judicial. Pero NO. Finalmente el trabajo conjunto de Mier y Terán con el de Valenzuela Pernas dio el resultado previsto y ahora tienen tras las rejas al ex cacique.

Esta es una oportunidad para mostrar a Usted cómo es que funciona, O NO FUNCIONA, la justicia aplicada a la administración pública. Lo primero que se requiere es la decisión política de los gobernantes. En este caso la decisión del gobernador Arturo Núñez ha sido muy claramente afirmativa en este sentido. Ello ha permitido detener a peces gordos y aun sardinillas que se beneficiaron del saqueo en la administración Granierista. Y si no se avanza y profundiza en esta cruzada hasta llevar a la cárcel a la mayor parte de los facinerosos es porque además de esa voluntad y decisión política se requiere la intervención de otros actores también responsables de la autoridad pública.

Se requiere la intervención decidida del Órgano Superior de Fiscalización del Congreso (OSF), la Contraloría del Gobierno estatal y contralorías de las administraciones municipales. De las autoridades judiciales locales. Y quizás la intervención más importante al final de la cadena, es la de los responsables sucesores en las diferentes áreas de la administración señaladas como zona de desastre. El OSF puede realizar una fiscalización que permita detectar los daños al patrimonio público. La autoridad judicial iniciar la preparación de los expedientes para echar guante a los delincuentes. Las contralorías municipales  hacer la identificación de la documentación comprobatoria de ilícitos. Pero si los titulares de organismos y dependencias, así como los presidentes municipales, no se deciden a entregar a la PGJ, pruebas y elementos de juicio contundentes que impidan la evasión de la justicia, entonces la actuación de los demás integrantes de la cadena puede ser inútil.

Esto es lo que hicieron Jaime Mier y Terán y Fernando Valenzuela para alcanzar el éxito en su propósito. Esto es lo que no hacen, lo que no han hecho, todos aquellos a quienes se confió, no solo la tarea administrativa en dependencias desvalijadas que fueron nido de corrupción y abuso de autoridad, sino además llevar hasta sus últimas consecuencias la decisión del gobernador para presentar ante la justicia a los depredadores y delincuentes.

….a pie de carretera
Erubiel Alonso
El PRI no pasa por un buen momento. Su dirigente local lo provoca. Con una estatura moral a nivel de banqueta, antes que deslindarlo de ratas de alcantarilla agarradas de la cola, busca mofarse del policía cazador señalando su grano en la cara. Y cuando un inteligente entrevistador lo pone contra la pared, saca medroso su mp3 y pone la única pista auditiva que tiene disponible y que venimos oyéndole hasta la náusea desde que tomo posesión del cargo. Bueno. ¡Hasta Pedro Gutiérrez se ve elegante y hasta propio, junto a Erubiel!  ¡pobres priistas! No se merecen eso.  Algo tendrán que hacer

Esta será la Semana de Juárez en la UJAT. Consulte la cartelera en www.ujat.mx  Tiene actividades verdaderamente valiosas. Hasta mañana SDQ. Adiu
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