César Graciano Calvario
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Cuando menos desde épocas del gobierno de Manuel Andrade hemos venido insistiendo machaconamente en la importancia (y conveniencia) de emprender una efectiva Reforma Administrativa que libere al gobierno estatal del yugo de una burocracia integrada por algo así como 70 mil cristianos (bueno hay de todas las sectas habidas y por haber) que consumen ávidamente más del 90% de sus recursos presupuestales anuales.

Este es el principal elemento con el que la población identifica a una reforma administrativa. El recorte drástico de su planta de “trabajadores”. Puede haber otros (de hecho los hay) pero el “recorte” es lo que se dice DE CAJON. La gente sabe muy bien que lo que bien o mal, hace o no hace el gobierno, lo puede realizar con LA MITAD de su planta actual. Cuando mucho.

Y el gobierno de la alternancia, consciente de esta conveniencia-necesidad, se ha decidido a emprender tal tarea monumental. Solo que ha tomado un camino azaroso, a nuestro parecer. Tiene el propósito de correr a todo aquel que no entienda la mística del servidor público (¡SERVICIO, SERVICIO!), al que abuse de su autoridad, al que no atienda con primor a la población, al irresponsable que abandona el puesto de trabajo para irse a cobrar su tanda, vender sus géneros, desayunar, comer, recoger a sus mocosos de la universidad, llenar sus quinielas, echarse el cafecito social, atender la radio-bemba, y deja abandonada a su suerte a la población que necesita atención para sus trámites y servicios.

Empezó por correr a los gandayas que manotearon a Manuelito -el Chiapita   vendedor de la zona luz- y se surtieron de dulces, golosinas y cigarros, sin pagar. Siguió la directora del Hospital de la Mujer que mostró insensibilidad para gerenciar tan alta responsabilidad, acompañándola un puñado de doctorcillos y empleados que le auxiliaron eficientemente en el desatino. Siguió el personal de la dirección de fomento económico del ayuntamiento de Centro (bueno, al menos es lo que prometió Bertruy con voz tronante)  que encabezado por su sagaz director, se dedica a perseguir vendedores ambulantes. Pero no crea Usted que como condición indispensable para poder coronar con éxito complejos proyectos para mejorar la economía de este sufrido, pero  abnegado municipio. NO. Los persiguen para comerse su mercancía. Y el último caso –registrado- es el de hace unas horas, cuando Agapito Domínguez, director del ISSET ordenó el cese fulminante del médico que mandó a una mujer en trance de aborto a que fuera a que la atendieran donde se debe y no en sus dominios.

Pero algo que debiera causarnos tranquilidad y satisfacción –la reforma     administrativa caminando- ha comenzado a generarnos preocupación y angustia. Porque a este paso ¿Quién va a cerrar la puerta? ¡No tenemos de otros burócratas más que de estos! Por lo que yo creo que ¡mejor nos regresamos! Y comenzamos a diseñar un proyecto integral, de largo alcance, que permita ir realizando las adecuaciones, la modernización, la capacitación, en fin, los procesos necesarios que permitan ir consolidando avances que aunque lentos, sean paulatinos, irreversibles y virtuosos en su impacto general. No importa que nos tardemos 15-20 años. Lo importante es comenzar hoy.

….a pie de carretera
Dora María Frías Márquez
La Secretaria de Servicios Académicos de la UJAT fue la encargada, el pasado lunes, de hacer la presentación de la Semana de Juárez, que con múltiples y diversas actividades se realizara a lo largo y ancho de la institución para celebrar al estadista que patrocinó la apertura de la educación superior en Tabasco a partir de la fundación del Instituto Juárez. En un Auditorio repleto y expectante, ofreció una pieza discursiva básicamente dirigida a la población estudiantil, exhortándola al estudio y la superación, en tiempos en que es necesario redoblar la fe en ese camino para juventud. Discurso convincente.

¿Nubarrones en la organización de la Feria? No sería justo. Mejor le busco mañana SDQ. Adiu
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