Agrotendencias
¿Cambio de horario, o reducción de tarifas? (tiempo estimado de lectura: 5 minutos) “Ya que no podemos cambiar la realidad, cambiemos la forma de verla” Nikos Kazantzakis Elisabeth Casanova García Jorge Quiroz Valiente afgha@hotmail.com jorgequirozvaliente@hotmail.com Muchas de las funciones de los organismos vivos fluctuan en un periodo de 24 horas (ritmos circadianos), como la temperatura […]
14 de abril de 2019

¿Cambio de horario, o reducción de tarifas?
(tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

“Ya que no podemos cambiar la realidad, cambiemos la forma de verla” Nikos Kazantzakis

Elisabeth Casanova García
Jorge Quiroz Valiente
afgha@hotmail.com
jorgequirozvaliente@hotmail.com
Muchas de las funciones de los organismos vivos fluctuan en un periodo de 24 horas (ritmos circadianos), como la temperatura corporal, la secreción de la mayoría de las hormonas, la hora de dormir y despertarse, etc. El horario de verano consiste en adelantar el reloj una hora, y se introdujo por primera vez en cuatro estados del noreste de nuestro país, del 3 de marzo al 30 de octubre de 1988 y hasta el año 1996 se implementó en la mayoría de los estados de nuestro país.

Desde entonces ha sido muy controvertido. Pues tiene efectos en la conducta de las personas, mismos que se eliminan a los 5 días en promedio.

Según algunos estudios realizados en otros países en donde el cambio de horario es ya una costumbre, el efecto de esta medida impacta principalmente a los usuarios domésticos, en el ahorro de energía eléctrica.

Por otra parte, el horario de verano tiene algunos efectos secundarios que afectan algunos aspectos como: creación de una conciencia energética; reducción en el uso de la energía; reducción en la emisión de contaminantes; menor riesgo de asaltos en las noches; también algunos aspectos sociales como llevar a cabo en las tardes actividades que normalmente no se hacen por falta de luz natural (caminar, ir de compras, visitar a los amigos), y tener el mismo horario que nuestros principales socios comerciales.

Los husos horarios que rigen al país datan de 1922. Los usuarios domésticos consumimos energía en función del nivel de equipamiento y hábitos de uso.

Algunos estudios muestran que en el promedio nacional la energía eléctrica en este sector se consume en la forma siguiente: 43% iluminación, 22% conservación de alimentos, 20% aire acondicionado, 12% televisión y 3% otros. Como en muchos casos, los promedios no forzosamente representan algún sector de la población en particular.

Mientras que el nivel de equipamiento está en función del ingreso familiar, los hábitos de uso dependen de muy diversos factores como son número de personas, edades, tiempo de permanencia en la casa, actividades que realizan y condiciones ambientales. Es aquí donde Tabasco, es una gran excepción.

Según la CFE las horas de iluminación se estimaron en 4 horas. En muchas partes del país, esa es una de las principales causas del uso de energía. Pero en el caso de los climas cálidos, las horas más frescas, son las que se desperdician y al irse a dormir más temprano y al despertarse más temprano; el uso de ventilador o aire acondicionado se incrementa. Es decir, la demanda máxima ocurre principalmente en la noche y al amanecer, esto se debe principalmente al uso de equipos de climatización artificial y ventiladores

En un análsis hecho con los recibos de consumo de energía electrica, el incremento de consumo en el verano es de 74.3%, por lo que si hubiera algún ahorro por el cambio de horario es imperceptible para el usuario doméstico.

Lo que si es evidente es que urge una retabulación de las tarifas eléctricas en Tabasco. Para los estados del norte, recientemente se autorizó el subsidio para que a partir de mayo de 2019 se les otorgue una tarifa eléctrica más baja, por las altas temperaturas que tienen.

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