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Educación Para Ser Solidarios (tiempo estimado de lectura: 5 minutos) “La solidaridad no es un acto de caridad, sino una ayuda mutua entre fuerzas que luchan por el mismo objetivo” Samora Machel Elisabeth Casanova García Jorge Quiroz Valiente afgha@hotmail.com jorgequirozvaliente@hotmail.com El apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones difíciles, es uno de […]
7 de abril de 2019

Educación Para Ser Solidarios
(tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

“La solidaridad no es un acto de caridad, sino una ayuda mutua entre fuerzas que luchan por el mismo objetivo” Samora Machel

Elisabeth Casanova García
Jorge Quiroz Valiente
afgha@hotmail.com
jorgequirozvaliente@hotmail.com
El apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones difíciles, es uno de los valores que más requiere nuestra sociedad. Un pequeño cambio de actitud personal, puede acercarnos al país ideal que todos anhelamos, mediante los actos que una persona realiza en beneficio de otra sin esperar nada a cambio. En este sentido, está muy ligada con otros valores como el altruismo y el compañerismo. Por eso a grandes rasgos podemos decir que la solidaridad se basa en ayudar y servir a los demás. Así podríamos contribuir a desenvolvernos en una sociedad más respetuosa y humanitaria.

No sólo perteneciendo a una asociación altruista o dando de comer a los perros callejeros se logra este objetivo. Simplemente con evitar el consumo de productos de mala calidad, haciéndolo solidariamente, éstos desaparecerían del mercado en beneficio de nosotros mismos, en el día a día, incluso en pequeños gestos como ceder un asiento o el turno a un anciano, ayudar a alguien que lleva un paquete pesado, consolar a una amistad o una persona conocida que no esté bien.

Para quienes estamos profundamente comprometidos con una educación digna de serlo, la crisis es palpable. Nos obliga a preguntarnos si la educación tiene un papel importante que desempeñar para enfrentar esta situación y ayudar a construir una sociedad que refleje nuestros valores menos egoístas y más emancipadores social y personalmente.

En los esfuerzos por avanzar hacia la sostenibilidad, la educación recibe una gran atención. La idea de que la interacción humana con el resto del planeta puede llegar a ser más sostenible ofrece esperanza a muchas personas. Una de estas fuentes de esperanza, es precisamente la educación, un campo diverso que incluye influir en la forma en que las personas entienden, piensan y se conectan con el mundo que las rodea; desarrollando el pensamiento crítico; y fomentando la participación cívica.

Los valores son «preferencias, principios y virtudes asociadas con las relaciones interpersonales

Fundamentalmente, los seres humanos estamos deseosos por mejorar nuestras vidas. Si esto es así, entonces debemos preguntarnos: «¿cómo hacer que las personas logren cambios para mejorar sus vidas?» Sería imposible considerar el desarrollo sin tener en cuenta los beneficios económicos que nos brinda una vida más cómoda y conveniente.

El desarrollo puede ser una respuesta a las necesidades económicas de los individuos en la sociedad. Sin embargo, nadie puede enfocarse en una sola dimensión del desarrollo, porque éste

implica la transformación de los aspectos económicos, sociales y culturales de un país. La educación desempeña un papel estelar como una forma de desarrollo sostenible.

Otro complemento para contribuir a la manifestación de los valores como la cooperación y la solidaridad es la empatía, porque permite a la persona ponerse en los zapatos del otro. Por lo tanto, incrementa su consideración hacia los demás; entendiendo los sentimientos, las actitudes y los valores de las otras personas.

La solidaridad no tiene que ver con la lástima y la compasión hacia otro ser humano, tiene que ver con una apropiación de las causas justas entender que si tú estás bien, yo estoy bien.

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