Importancia de las políticas gubernamentales
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“Toda riqueza que no se basa en la agricultura es precaria, toda prosperidad que no tiene origen en el suelo, es incierta” Manuel Belgrano

Elisabeth Casanova García
Jorge Quiroz Valiente
afgha@hotmail.com
jorgequirozvaliente@hotmail.com
Retomando las cifras sobre la disminución de la producción de los principales recursos agropecuarios que se generan en Tabasco, citadas en la columna de AGROTENDENCIAS del domingo 26 de agosto de 2018, y analizando las políticas agropecuarias que se vislumbran con el actual gobierno, todo parece indicar que se deberán hacer cambios más profundos, si se quiere recuperar la autosuficiencia alimentaria de nuestro país.

Un ejemplo es que la estrategia para reactivar la producción de leche fluida por parte de pequeños y medianos productores, fijando un precio garantía que lo convierta la actividad en negocio rentable, no dependen sólo de buenas intenciones. El precio de leche que se paga en nuestro estado está entre $4 y $5, dependiendo de la zona. LICONSA a partir de este año, está pagando al productor $8.20, lo que significa un aumento sustantivo y atractivo para incrementar la producción de leche.

LICONSA adquiere leche nacional en dos diferentes modalidades: Leche fresca, “caliente” y “fría” y leche en polvo. La leche en polvo nacional se adquiere de acuerdo a las condiciones deficitarias o de excedentes en las entidades federativas y que por distancia y manejo imposibiliten como leche fresca su adecuada conservación y traslado a las plantas LICONSA

El problema está en que en Tabasco no hay ningún centro de acopio de leche de LICONSA, hay uno en Campeche, Uno en Chiapas y 6 en Veracruz. Cabe aclarar que en Veracruz existen 10 más, pero no se han podido echar a andar por pugnas entre ganaderos. En Tabasco se ha intentado tener un centro de acopio, pero no se ha podido sostener por la falta de cooperación entre los productores, para entregar leche con la calidad fisicoquímica y sanitaria suficiente para someterse a la industrialización.

Los problemas agropecuarios se deberían de enfocar de manera integral. En muchos casos, por facilidad administrativa, los proyectos están muy sectorizados y la solución planteada es parcial, por lo que no se elimina adecuadamente el problema. Un ejemplo es el caso del programa de crédito a la palabra. En realidad, es una idea ambiciosa que pretende apoyar al sector ganadero. Los ganaderos que tienen excedentes podrán vender a un buen precio hembras de mínimo 350 kg, el gobierno cumple su función facilitando el dinero a través de un crédito y el ganadero con pocos recursos, tendrá acceso a animales que de otra manera no podría obtener.

Sin embargo, la realidad nos demostró que eso no es tan sencillo. En primera instancia, ante la opinión pública se manejó por los medios de comunicación, que los ganaderos estaban lucrando, vendiendo animales más pequeños de lo pactado. Pero eso no fue falta de los ganaderos, pues alguien debió supervisar este punto, eso le toca a algún técnico del gobierno. Por otra parte los beneficiarios del programa, se quejan que, con el peso de los animales adquiridos, no podrán pagar el crédito otorgado. Por lo tanto, la alternativa no solucionó ninguno de los problemas que se habían supuesto.

La solución para este tipo de problemas debería de plantearse de una manera integral. Es decir, realmente ¿un ganadero con menos de 20 vacas en Tabasco, puede ser autosuficiente, haciendo una actividad rentable? Las cifras indican que para que un ganadero que produce leche en sistemas de doble propósito en Tabasco, requiere 35 vavas para ser sustentable y 74 para sistemas de rpoducción de becerros. Los esfuerzos deberán encaminarse para lograr este objetivo