El clima y la violencia
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“Una vez que se empiezan a desobedecer las normas que mantienen el orden en una comunidad, tanto el orden como la comunidad empiezan a deteriorarse” La teoría de las ventanas rotas, Zimbardo (1969)
Elisabeth Casanova García
Jorge Quiroz Valiente
afgha@hotmail.com
jorgequirozvaliente@hotmail.com
Hasta la fecha, los modelos económicos de violencia dividen este aspecto en dos rubros: la violencia interpersonal e intergrupal y lo enfocan como fenómenos muy diferentes. Los casos de violencia interpersonal, como el asalto y el asesinato, generalmente se consideran “crímenes” que pueden tener una motivación económica o emocional. Asaltar a una persona para expropiar sus activos es claramente económico, mientras que los “crímenes pasionales” son resultado de factores emocionales. A diferencia de la violencia entre grupos de individuos casi siempre se modela como un cálculo estratégico donde los costos económicos del conflicto se comparan con las ganancias potenciales.
México ha experimentado un gran aumento de la violencia en los últimos años, en gran parte debido a las actividades de las organizaciones de narcotraficantes y la respuesta del gobierno a estas actividades. La cantidad exacta de cárteles de crimen organizado varía según el año, pero en general se acepta que aumentaron de 6 en 2007 a 16 en 2010. Varios factores han sido relacionados como causas de esta escalada: 1) la estrategia contra el crimen organizado, es decir, la represión y captura de líderes, 2) esfuerzos de los Estados Unidos y Colombia para reducir los flujos de drogas entre ambos países y 3) factores exógenos como la disminución en el precio internacional del maíz, que es el principal cultivo básico en México y cuyo precio afecta el costo de oportunidad de unirse a la industria de los narcóticos. La contribución relativa de cada uno de estos factores es una cuestión de debate en curso entre los eruditos.
Sin embargo, la acumulación de evidencia científica también apunta hacia un papel importante para los factores fisiológicos y psicológicos en la explicación de ciertos tipos de violencia humana y lo que es más importante, también el potencial de la temperatura para dar forma a estos factores no económicos.
Un aspecto recientemente abordado sobre economía del medio ambiente: el hecho observado de una relación positiva entre los cambios en la temperatura y el conflicto humano. Esta relación temperatura-conflicto ahora se ha documentado en diversos entornos geográficos y para muchos tipos de conflictos humanos; los meta-análisis recientes informan la magnitud del efecto promedio de un aumento aproximadamente del 10% en la violencia intergrupal por aumento de temperatura en solo 1ºC (Burke et al. 2015). Esto implica que el cambio climático pronosticado, podría incrementar la violencia, dado el aumento en la temperatura que se anticipa será mayor a 4 ºC en gran parte de los trópicos durante el próximo siglo. El papel de la temperatura en el incremento de la violencia se ha hipotetizado debido a que disminuye la sensación de bienestar.
Los resultados de otro estudio, encontraron que un aumento de una desviación estándar en el PIB per cápita, que consideramos como un aumento bastante grande en los ingresos, atenúa el efecto de temperatura de los asesinatos (Baysan et al. 2018).
Finalmente, la violencia está dada por factores que tienen que ver con la inconformidad del estilo de vida, para lograr algo con el mínimo esfuerzo. Unirnos en los esfuerzos para poner fin a la violencia, es responsabilidad de todos. Gobiernos, Partidos Políticos, compañías privadas, grupos de la sociedad civil, comunidades y ciudadanos individuales, todos podemos hacer una contribución importante.
