Una mirada a la nanotecnología en la agricultura
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“Nunca tanta gente, supo tan poco, de tantas cosas” Carl Sagan

Elisabeth Casanova García
Jorge Quiroz Valiente
afgha@hotmail.com
jorgequirozvaliente@hotmail.com
Las nuevas herramientas tecnológicas son cada vez más difíciles de entender y eso podría limitar su utilización. Hemos oido hablar de la NANOTECNOLOGÍA (Tecnología que se dedica al diseño y manipulación de la materia a nivel de átomos o moléculas), que nos brinda la oportunidad de construir nano-HERRAMIENTAS que están en la escala de tamaño de las moléculas, lo que nos permite tratar a cada célula independientemente. El avance de la ciencia está llevando a la humanidad a la era del uso de la tecnología practicada sobre los materiales a nivel molecular.

El crecimiento de la población, particularmente en países con economías en desarrollo, resultará en la necesidad de un aumento del 70% en la producción de alimentos para el año 2050, lo que hace que la mejora significativa de la productividad agrícola en las próximas décadas sea una prioridad. Al respecto, los esfuerzos de la biotecnología se han concentrado en aumentar los rendimientos de los cultivos, pero muchas de las propuestas no son sustentables, dañan los suelos, el agua o generan desperdicios no degradables; por otro lado, el comportamiento del consumidor con respecto a los productos alimenticios se ha visto influenciado por la calidad y la seguridad. Aunque en México, debido al bajo poder adquisitivo, sigue siendo más importante el precio, pero al costo de los alimentos se le debería incorporar el costo del daño al medio ambiente. Tal fue el caso de la Revolución Verde, que surgió como la respuesta tecnológica a una escasez mundial de alimentos, que se convirtió en una amenaza en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. Las tecnologías desarrolladas durante ese período, involucraron semillas de bioingeniería que trabajaron en conjunto con fertilizantes químicos y riego.

El uso de la nanotecnología puede impulsar la producción agrícola y se está convirtiendo en una de las herramientas más importantes de la agricultura moderna, ya que proporciona nuevos agentes agroquímicos y mecanismos de suministro para mejorar la productividad de los cultivos, a la vez que promete reducir el uso de pesticidas a través de las nanoformulaciones de agroquímicos, utilizando nanopartículas de plata, cobre, zinc y fierro, para erradicar la presencia de bacterias y hongos. Los cultivos con que se está trabajando son tomate, chiles, melón y pepino. También permite la aplicación de nanobiosensores en la protección de cultivos. Por otra parte, la descarga de nutrientes en el suelo de forma controlada se puede lograr mediante la utilización de nano-fertilizantes, evitando así la contaminación del agua. El uso de nano-fertilizantes da como resultado una mayor eficiencia, menor toxicidad del suelo y menor frecuencia de fertilización.

En ganadería, es una gran promesa para la salud animal. Una aplicación particular de la nanotecnología en medicina, actualmente en desarrollo, consiste en emplear nanopartículas para administrar medicamentos. Investigadores de todo el mundo están desarrollando nanopartículas para derrotar a los virus; la nanopartícula no destruye las moléculas del virus, pero libera una enzima que impide su reproducción en el torrente sanguíneo del paciente. Otros estudios van encaminados a medir en tiempo real de los cambios en el nivel de estradiol en la sangre. Los nanotubos se utilizan como un medio para rastrear el estro en animales, la señal de este sensor se incorporará como parte de un sistema central de monitoreo y control para activar la reproducción.

La producción de los nanoproductos y su comercialización supone un reto a la hora de respetar los intereses del ser humano, conservar el equilibrio medioambiental y económico, siendo protagonista de las reflexiones éticas iniciales la bioseguridad en la fabricación de sus componentes y sus repercusiones medioambientales. La nanotecnología supone una oportunidad de mejorar la vida de las personas, pero también puede constituir una oportunidad para el desequilibrio.