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Propinas y sobornos Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente jorgequirozvaliente@hotmail.com La línea que diferencia las propinas de los sobornos es muy sutil; tanto que valdrá la pena analizarla. Por un lado, una propina indica indirectamente la superioridad social del que la da, por lo menos esa es la percepción general. La propina en especie […]
7 de mayo de 2017

Propinas y sobornos

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
jorgequirozvaliente@hotmail.com
La línea que diferencia las propinas de los sobornos es muy sutil; tanto que valdrá la pena analizarla. Por un lado, una propina indica indirectamente la superioridad social del que la da, por lo menos esa es la percepción general. La propina en especie es más dignificante que en dinero. En este sentido, hay mucha responsabilidad de los empresarios, al convertirse las propinas en parte sustancial del salario de los trabajadores de algunos sectores, de tal manera, que ofrecer o recibir propinas, se vuelve una costumbre, un aspecto cultural y una obligación del cliente. ¿Qué diferencia existe entre recibir una propina si eres un mesero en algún restaurante, o si trabajas en una dependencia en la que se autorizan créditos o apoyos económicos o en especie para algún sector económico?, la diferencia es tenue. Un ejemplo de soborno tiene lugar cuando un empresario le paga una dádiva a un funcionario público con el objetivo de que éste le favorezca en una licitación o concurso. Muchas veces la diferencia se basa en la moralidad de las personas. Los bajos salarios entonces, favorecen el ofrecer o recibir sobornos.

Los bajos salarios y la falta de oportunidades, han fomentado el movimiento de personas de un lugar a otro. Aunque no se le reconozca como tal, México es un país de emigrantes; el más importante del mundo en la actualidad. Si bien los flujos laborales al norte datan de fines del siglo XIX, en las últimas décadas hubo un crecimiento sin precedentes asociado a la incorporación económica al Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, una relación groseramente asimétrica. La integración que tiene lugar bajo el influjo de las reformas económicas liberalizadoras se basaron en lograr beneficios a través de las exportaciones de materias primas y generando una dependencia de la economía mexicana a la estadounidense; a consecuencia de ello, la migración de mexicanos a otras partes del mundo, principalmente a Estados Unidos, ha sido su principal consecuencia, los flujos migratorios se exacerbaron. La hipótesis central que sustenta el argumento es que la fuerza de trabajo mexicana desempeña un papel estratégico en la reestructuración industrial estadounidense, tanto la que labora en el interior del país como la que se ocupa formal o informalmente en Estados Unidos. En el caso de México, la exportación de mano de obra se convierte, paradójicamente, en soporte fundamental de los equilibrios macroeconómicos y en pilar de la estrategia de subsistencia de vastos sectores sociales.

Actualmente el flujo migratorio ha disminuido, están regresando más mexicanos que los que emigran. Para comprender lo anterior cabe señalar que para 1970 menos de un millón de inmigrantes vivían es Estados Unidos, para el año 2000 la cifra llegó a 9.4 millones y en 2007 alcanzó su máximo histórico con 12.8 millones, desde entonces ha ido disminuyendo paulatinamente hasta 11.7 millones en 2014, es decir, disminuyó mientras que el flujo inverso a México desde los Estados Unidos ahora es mayor. Las causas más importantes probablemente son: la lenta recuperación económica de Estados Unidos desde la recesión, leyes migratorias mucho más estrictas que antes y un incremento de deportación de mexicanos. Durante las negociaciones para la inclusión de México, en el Acuerdo de Libre Comercio Canadá-Estados Unidos, que se convertiría en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, los países miembros se opusieron a las sugerencias del gobierno de México que, durante el proceso de negociación, en su estructura formal, quedara incluido el tema migratorio. La negativa fue rotunda.

Lo importante ahora, es que el sector productivo genere empleos bien remunerados. Históricamente, desde la época de la colonia, la riqueza lograda por la iglesia y los empresarios, se basó en pagar bajos salarios, como consecuencia cuando el “salario mínimo oficial” dejó de cumplir sus preceptos constitucionales, es decir, que fuera suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos, nadie lo notó, ni hubo algún movimiento social que echara en cara a los tomadores de decisiones, de las irregularidades que estaban sucediendo. El salario debe basarse en la productividad del individuo. Por lo tanto, será necesario generar empleos en sectores productivos importantes. En Tabasco, el aporte económico se basa principalmente en empleos de empresas gubernamentales como PEMEX, ayuntamientos, CFE, maestros de educación primaria, educación media, Universidades, etc. El sector productivo de Tabasco está representado por las actividades agropecuarias y el turismo. Por lo tanto, urge que además de estos sectores, exista una diversificación encaminada a industrializar a Tabasco. Las series económicas del precio de los alimentos, siguen siendo constantes y cada año tienen un menor precio en términos reales. Por lo tanto, es necesario generar nuevas alternativas en el sector agropecuario, sin descuidar la generación de alimentos, la transformación de la materia prima, puede ser la solución. Procesar los productos del campo, es una idea factible y prometedora.

Somos mexicanos, tenemos sueños e ilusiones, estamos llenos de esperanza y de fuerza, somos valientes y tenemos las ganas de luchar por el futuro que merecemos, por la vejez de nuestros padres, por la infancia, de lo que en un futuro, serán nuestros hijos. Por eso tomamos la decisión de hacer este llamado.

La propina es una práctica tradicional y parece que en general no supone problemas para una gran cantidad de consumidores, sin embargo, el nivel de pobreza de los trabajadores por propina ronda el doble del de otros trabajadores. Tomemos la responsabilidad que nos corresponde en cuanto a la justicia de los salarios. Si seguimos lavando culpas, dando propinas a meseros, cuidadores y limosnas a los indigentes, limpiaparabrisas, etc. Estamos, en realidad, alimentando un sistema salarial injusto y manteniendo personas en la calle en situación de miseria e indigencia.

Las dádivas son una manera de meter la cabeza en la tierra, como el avestruz… y no ver lo que pasa en realidad. Cuarto llamado… la conciencia!

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