Agrotendencias
Autosuficiencia agropecuaria para Tabasco (tiempo estimado de lectura: 6 minutos) “La soberanía alimentaria como requisito para la seguridad alimentaria, es construida a partir de la soberanía que logra un pueblo al producir sus propios alimentos” Jakaru Pora Elisabeth Casanova García Jorge Quiroz Valiente afgha@hotmail.com jorgequirozvaliente@hotmail.com La producción agropecuaria en el mundo ha sufrido una disminución […]
22 de julio de 2018

Autosuficiencia agropecuaria para Tabasco
(tiempo estimado de lectura: 6 minutos)

“La soberanía alimentaria como requisito para la seguridad alimentaria, es construida a partir de la soberanía que logra un pueblo al producir sus propios alimentos” Jakaru Pora

Elisabeth Casanova García
Jorge Quiroz Valiente
afgha@hotmail.com
jorgequirozvaliente@hotmail.com
La producción agropecuaria en el mundo ha sufrido una disminución considerable en comparación con el crecimiento de la población. Por ello, la autosuficiencia es quizá el primer paso a la independencia. Nuestra dependencia en ciencia y tecnología se ve reflejada en productos procesados, combustibles refinados y alimentos. Estos aspectos redundan en una fuga de capitales impresionante. En varias ocasiones en esta columna hemos hecho propuestas para redefinir las políticas del sector agropecuario, pero ahora nos basaremos en la propuesta que hizo por escrito López Obrador, que ha mencionado: “Fijar precios de garantía para los productos agrícolas, producir fertilizantes, y distribuirlos a precios bajos, otorgar créditos ganaderos a la palabra. El propósito es que el país sea autosuficiente en maíz, frijol, arroz, trigo, sorgo, leche, carne de res y de cerdo, pollo, huevo y pescado. En pocas palabras, vamos a producir en México los alimentos que consumimos”.

Quizá lo que ha ocasionado mayor controversia es la propuesta de los precios de garantía, que en las décadas de 70’s y 80’s era la forma de “fomentar la producción”. Los productores mexicanos de granos y de lácteos están hoy en desventaja frente a productores de países desarrollados como Estados Unidos y la Unión Europea, donde sí reciben subsidios gubernamentales. La política de precios en el sector agropecuario en la década de los 80´s consistió en proteger a los productores y consumidores de las variaciones en los precios domésticos e internacionales. Sin embargo, este periodo termina con una fuerte desregulación económica en México a mediados de los 90´s, similar a la que se dio en la mayoría de países en desarrollo, que guiados por la ideología del libre mercado, aplicaron las políticas de liberalización indiscriminadamente. Lo anterior es contradictorio ya que los países desarrollados que impulsaban estas políticas mantenían altos niveles de protección a ciertos productos básicos, que fueron subsidiados, sobre todo en Estados Unidos, Canadá y países europeos (Balcázar, 2003).

Como consecuencias de esa protección, se generaron excedentes en la producción, que implicaron una caída del precio internacional y junto con programas de crédito demasiado

caros para los productores de los países en desarrollo, hizo que la competencia fuera prácticamente imposible, de ahí la caída en la producción de alimentos básicos. Como alternativa se impulsó a los campesinos que se sembraran hortalizas y productos de exportación, hecho que nos ubica como un país que tiene una balanza agroalimentaria positiva, pero que importa cerca del 50% de los alimentos básicos.

En los Estados Unidos, los agricultores han sido tradicionalmente grupos muy influyentes en la política norteamericana. Durante muchos años han recibido generosos subsidios del Gobierno Federal en muy diversas formas, incluyendo precios controlados que, determinan los límites al crecimiento o decrecimiento de los precios cuando se presentan situaciones de emergencia, como la destrucción, por sequía o invierno, de los cultivos de alimentos que tienen una gran demanda en la población, tales como la papa, el arroz, carne y leche, o cuando existe una sobreoferta. Otra forma de subsidio son también los seguros de cosecha, aplicables a las caídas en los precios por exceso de oferta, adquisición de excedentes y en algunos casos, pagos directos a los agricultores para disuadirlos de sembrar total o parcialmente, para evitar que los precios varíen por debajo o encima de ciertos niveles, equilibrando la oferta y la demanda, y asegurando un cierto precio. El costo para el Gobierno Federal es muy cuantioso.

En general, la rentabilidad de los alimentos básicos ha disminuido, por lo tanto, las empresas grandes tienden a salirse de ese mercado y participan en los productos de exportación, pero desgraciadamente en su mayoría siguen siendo materias primas. Los principales factores que impiden el desarrollo empresarial del sector agropecuario son derivados del entorno socioeconómico y político que impera en el medio rural. Los mismos se pueden resumir en: la inseguridad para la vida rural, la libertad personal y en el patrimonio; la incertidumbre sobre las políticas sectoriales y las reglas de juego que definen las fuentes de beneficios en el sector agropecuario; el mal funcionamiento de los mercados de factores, principalmente los de financiación e importaciones a precios más bajos que los de la producción nacional. Es necesario proteger el sector agropecuario, pero no pensando en dar apoyos de subsistencia, sino considerando a los alimentos como una parte fundamental para sacar al sector de la pobreza. La soberanía alimentaria no niega el comercio internacional, sino defiende la opción de formular aquellas políticas y prácticas comerciales que mejor sirvan a los derechos de la población, a disponer de métodos y productos alimentarios inocuos, nutritivos y ecológicamente sustentables. Es aquí donde el lema del caudillo revolucionario del sur, Emiliano Zapata, cobran gran sentido TIERRA Y LIBERTAD!

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