Las mujeres, guías de nuestra cultura (tiempo estimado de lectura: 6 minutos)

“Cuando muere una abuela, mueren recuerdos, historias, cuentos, leyendas, remedios, recetas y toda la sabiduría que ella heredó de sus ancestros” Sabiduría popular

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 1067165
Aunque el reconocimiento de la participación de la mujer en las actividades económicas del país ha sido muy limitada; la tendencia actual, es una incorporación paritaria en todas las actividades. Especial interés es el papel de la mujer en las nuevas actividades del mundo de la conservación orientadas a la salvaguarda del «patrimonio cultural inmaterial». Los organismos internacionales destacan la relevancia de las mujeres en la transmisión y mantenimiento de este Patrimonio Cultural, de muy difícil protección, para garantizar su continuidad en el futuro.

Sería impensable conservar los idiomas, sin la intervención de las mujeres, que emiten las primeras palabras que escucha un individuo y por ello se le denomina así a la “lengua Materna”; aquella que se adquiere en la infancia mediante la interacción con adultos del entorno. Su aprendizaje y el desarrollo de la facultad del lenguaje verbal consisten en un mismo y único proceso. Así también las tradiciones culinarias, las recetas que pasan de generación en generación, las técnicas de tejido artesanal, las pautas de crianza, las técnicas de la agricultura familiar y muchos otros saberes que las mujeres resguardan, practican y heredan a sus hijas, a sus nietas y a la humanidad.

Desde hace algunos años, el feminismo ha propiciado la producción de nuevos conocimientos y el surgimiento de una nueva cultura de la información, luego de transitar un largo proceso para que la identidad cultural y social de las mujeres se afianzara. Fue así como se crearon centros de documentación, archivos, bibliotecas, librerías y museos de/sobre mujeres con miras a preservar, potenciar y difundir el patrimonio cultural de las mujeres.

El patrimonio cultural de las mujeres (en todas sus modalidades), ha hecho un largo recorrido, no solo en su producción, sino también en su reconocimiento y su visibilización. Es así como el feminismo en sus múltiples expresiones ha contribuido en resguardar, ordenar y preservar todo aquello que fuera susceptible de ser quemado, vendido o tirado; de todo aquello que no era considerado como valioso para la memoria, la cultura o la historia de un país o de una región. Guardar, ordenar, reunir, institucionalizar, lo que nadie ve, lo que pocos guardan y valoran, lo que las instituciones rechazan, lo que se olvida. La Archivística (conjunto de conocimientos y de métodos para el tratamiento de los documentos y de los archivos) desde una perspectiva de género, es un concepto que debemos establecer en nuestro esquema de valores (Vasallo, 2018); al poner en práctica sus reglas en pos de rescatar y organizar archivos personales de mujeres o al confeccionar instrumentos descriptivos para localizar los documentos que se refieren a ellas en archivos generales, es un camino válido para la salvaguardia del patrimonio cultural.

El continuado proceso de lucha y de reconocimiento hace que las mujeres busquen un espacio exterior en el que identificarse, pero al mismo tiempo sin abandonar aquellas responsabilidades para las que han sido educadas, como ser madres, el cuidado del hogar. Este doble papel que han mantenido les crea cierta angustia personal que han de soportar. Para sobrevivir las mujeres deben adoptar múltiples estrategias en una sociedad que ha ido cambiando lentamente, pero en la que el patriarcado está fuertemente arraigado en la organización social. En este contexto, la igualdad debía ser constantemente legitimada y defendida.

La igualdad y no discriminación constituyen derechos humanos fundamentales. Al considerar la igualdad de género y el papel de la mujer en la cultura desde la perspectiva de los derechos humanos, debe enfocarse hacia el bienestar y la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer eliminando la aplicación de estereotipos a mujeres que les restan autonomía o perjudican sus intereses de otra forma.

Las costumbres y tradiciones se nutren a lo largo del tiempo de nuevas ideas, de manera que, sin perder su esencia y fundamento, evolucionan para seguir siendo parte de la cultura popular. Y a pesar de la controversia y debate adjuntos a cualquier cambio de esta naturaleza, cada vez son más recurrentes en la sociedad las discusiones sobre temas relacionados al género.

La identificación y registro de nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial es una tarea social, somos responsables de nuestra propia memoria biocultural y tenemos en las mujeres de nuestra familia, de nuestro entorno social un potencial de conocimiento poco registrado.