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Autosuficiencia: ¿individualismo o colaboración? (tiempo estimado de lectura: 7 minutos) “Ignorar es una forma de matar” anónimo Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente 917 1067165 La autosuficiencia alimentaria ocupa un lugar más destacado en la agenda política de varios países tras la extrema volatilidad de los precios de los alimentos; un giro de política […]
8 de enero de 2023

Autosuficiencia: ¿individualismo o colaboración? (tiempo estimado de lectura: 7 minutos)

“Ignorar es una forma de matar”
anónimo

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 1067165
La autosuficiencia alimentaria ocupa un lugar más destacado en la agenda política de varios países tras la extrema volatilidad de los precios de los alimentos; un giro de política ampliamente criticado por algunos sectores económicos. El debate sobre la autosuficiencia alimentaria a menudo se presenta como un choque entre el razonamiento económico y los imperativos políticos. Los defensores apelan al derecho político de los estados a aislarse de los caprichos de los mercados mundiales de alimentos aumentando su dependencia de la producción nacional de alimentos. Por otro lado, los críticos argumentan que existen altos costos para los Estados que priorizan las consideraciones políticas sobre las económicas al establecer políticas alimentarias.

El concepto de autosuficiencia alimentaria, en el contexto de los debates sobre el comercio y la seguridad alimentaria y la elección de políticas sobre este tema, está lejos de ser una elección binaria directa entre los extremos de depender únicamente de alimentos de cosecha propia y una política totalmente abierta. En la práctica, la autosuficiencia alimentaria se define y mide de diferentes maneras, de modo que una comprensión más amplia del concepto es necesaria para considerar la política de autosuficiencia alimentaria de una manera más matizada, en vez de una opción de política.

La FAO (1999) define la autosuficiencia alimentaria como: “la medida en que un país puede satisfacer sus necesidades alimentarias, de su propia producción nacional”. En esta definición básica, un país que produce suficientes alimentos para cubrir sus propias necesidades, es cómo se suele entender la idea de la autosuficiencia alimentaria, pero algunos aspectos aún son confusos. No está claro, por ejemplo, si un país que persigue la autosuficiencia alimentaria sigue participando en el comercio de alimentos con otros países. Determinar cómo encaja el comercio en las políticas de autosuficiencia alimentaria de los países individuales requiere un mayor refinamiento de la definición del concepto y una aclaración con respecto a cómo guía la elección de políticas gubernamentales.

La autosuficiencia alimentaria puede aislar a los países de las interrupciones del suministro internacional que pueden surgir en el contexto de guerras o tensiones políticas, déficits de producción en otros países o aumentos repentinos y pronunciados de los precios de los alimentos. Muchos países también consideran la autosuficiencia alimentaria como un objetivo políticamente importante, no solo como una estrategia para crear orgullo nacional, sino también como un medio para reducir la vulnerabilidad en el escenario político mundial derivada de la dependencia excesiva de otros países para suministros clave.

Algunos economistas consideran que este tipo de políticas amenazan el objetivo a largo plazo de la seguridad alimentaria porque debilitan la eficiencia que normalmente se asocia con el comercio internacional, ya que las distorsiones del mercado pueden debilitar los incentivos para la producción de alimentos en áreas más adecuadas para ello, lo que a la larga conduce a precios más altos de los alimentos. De manera similar, algunos estudios empíricos señalan que los países en desarrollo pueden beneficiarse al orientar su sector agrícola hacia cultivos comerciales, como el algodón, y utilizar sus ganancias de exportación para adquirir alimentos importados. A otros les preocupa que demasiado énfasis en la meta de la autosuficiencia alimentaria nacional, desvíe la atención del gobierno de las preocupaciones apremiantes de seguridad alimentaria a nivel de los hogares. La mayoría de los intentos de autosuficiencia han sido costosos, han creado incertidumbre en el mercado, han exacerbado la inestabilidad de los precios internos y han reducido los beneficios derivados del principio de la ventaja comparativa. Sin duda, los riesgos planteados por los críticos son potencialmente genuinos y deben ser evaluados cuidadosamente por los países al establecer sus políticas alimentarias.

Un diálogo de políticas más abierto y matizado sobre la autosuficiencia alimentaria podría crear un espacio para una evaluación objetiva de los tipos de circunstancias en las que algunos gobiernos pueden desear perseguirlo como un objetivo de política. Para la mayoría de los países, la elección y combinación de herramientas de política para su sector agrícola y alimentario depende de sus propias circunstancias.

La producción de alimentos per cápita a escala mundial se situó en 5,359 kcal por persona y día en 2010, lo que supera los niveles necesarios para que todas las personas del planeta consuman las calorías suficientes para mantener una vida saludable. Después de tener en cuenta el desperdicio de alimentos, la alimentación animal y otros usos no alimentarios de los cultivos alimentarios, quedan aproximadamente 2,870 kcal per cápita por día, disponibles para el consumo alimentario a escala mundial, también por encima de las 2,500 kcal recomendadas. Aunque, en principio, el mundo en su conjunto es autosuficiente en alimentos, existe una gran variabilidad en la autosuficiencia entre diferentes regiones y países, y casi 800 millones de personas padecen desnutrición crónica.

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