Agrotendencias
Los alimentos en la economía circular. valor ambiental y social (tiempo estimado de lectura: 5 minutos) “De lo que se tira, nadie se aprovecha”. Dicho de mi abuela Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente 917 1067165 Un tercio de los alimentos producidos en el mundo se desperdicia en varios puntos a lo largo de […]
3 de julio de 2022

Los alimentos en la economía circular. valor ambiental y social (tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

“De lo que se tira, nadie se aprovecha”. Dicho de mi abuela

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 1067165
Un tercio de los alimentos producidos en el mundo se desperdicia en varios puntos a lo largo de la cadena de suministro. Esta práctica se puede reducir mediante el desarrollo de tecnología aplicable en diferentes partes de la cadena de valor y mediante programas de educación centrados en el comportamiento de los consumidores, estilos de vida saludables y consumo sostenible.

Los alimentos pueden perderse en cualquier etapa de su proceso, incluso en las últimas. El manejo y prevención de desperdicio de alimentos son aspectos importantes para reducir las pérdidas en la cadena de valor alimentaria actual. Por lo tanto, la innovación en los procesos, la tecnología y el manejo del desperdicio de alimentos es importante y coadyuva a la sostenibilidad, en tanto aumenta los beneficios económicos mediante la adopción de conceptos de “economía circular” (es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido).

El manejo del desperdicio de alimentos se puede considerar desde diferentes perspectivas, por ejemplo, la bioconversión a través de insectos (lombrices, larvas de mosca, etc.). Según la última investigación realizada sobre el desperdicio de alimentos en China, la tecnología de tratamiento que ha despertado un interés considerable fue la digestión anaeróbica. Tiene muchas ventajas, como generar energía limpia, producir emisiones mínimas de carbono y ser más apropiada para el reciclaje a gran escala, comparada con otras técnicas como el compostaje, la alimentación y la cría de insectos. La regulación china hace posible que los sistemas de digestión aeróbica para desechos prosperen y se vuelvan ventajosos económica y ambientalmente, ya que pueden incorporar una parte de fermentación anaerobia y generar metano.

El desperdicio de alimentos se puede prevenir a través de la innovación social, como la creación de conciencia contra la cultura del consumo, donde el desperdicio se puede considerar en términos de las necesidades de una persona. Muchos factores tienen que ver con el desperdicio de alimentos, por ejemplo, productores, vendedores, agentes de preparación de alimentos (como restaurantes y hogares) y los consumidores. Las iniciativas para prevenir el desperdicio de alimentos pueden promover un estilo de vida saludable y sostenible y la responsabilidad social hacia los que menos tienen. Una innovación social

eficaz puede ser la creación de campañas o programas de educación social. Las iniciativas educativas enfatizan la relevancia del desarrollo de la innovación social a través de escuelas, universidades y otras organizaciones que permiten a las personas conocer la cadena alimentaria y sus implicaciones en los aspectos sociales, económicos y ambientales.

La efectividad de las campañas de sensibilización se puede incrementar estableciendo iniciativas que sirvan de conexión entre el desperdicio de alimentos y el comportamiento personal. Una campaña en la Universidad de Lisboa denominada “¡Plato limpio, conciencia limpia!” para promover la reducción del desperdicio de alimentos para animar a los estudiantes universitarios a reducir el desperdicio de comida, redujo aproximadamente el 15% del desperdicio generado. Esto muestra que las campañas de concientización sobre el desperdicio de alimentos de los consumidores tienen un impacto positivo en la motivación y la capacidad de los participantes para reducirlo.

Las campañas de educación generalmente son incapaces de hacer frente a los cambios estructurales, sistémicos y materiales. Los minoristas pueden reducir el desperdicio de alimentos eliminando promociones de ventas como «Compre uno y llévese otro gratis», lo que lleva a los clientes a realizar compras innecesarias y aumenta el desperdicio de alimentos en el hogar.

Esta estrategia de reducción del desperdicio de alimento se pagará por sí misma, ya que puede promover la reducción del desperdicio, lo que dará como resultado un mayor nivel de disponibilidad de alimentos. Esto significa que la inversión para la producción de alimentos se reduce a medida que más alimentos producidos están disponibles para servir a una población más grande. Cuando estos esfuerzos se combinan con la tecnología para encubrir el último desperdicio de alimentos para apoyar una economía circular, todo el proceso se vuelve factible en los frentes económico, social y ambiental.

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