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Y el beneficio se convierte en maleficio: la lluvia ácida (tiempo estimado de lectura: 6 minutos) “Con la lluvia de mayo, crece el tallo” Dicho popular Elisabeth Casanova García afgha@hotmail.com Jorge Quiroz Valiente 917 1067165 Se sabe desde hace mucho tiempo que los contaminantes atmosféricos como el dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno se […]
8 de mayo de 2022

Y el beneficio se convierte en maleficio: la lluvia ácida (tiempo estimado de lectura: 6 minutos)

“Con la lluvia de mayo, crece el tallo” Dicho popular

Elisabeth Casanova García
afgha@hotmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 1067165
Se sabe desde hace mucho tiempo que los contaminantes atmosféricos como el dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno se oxidan aún más en la atmósfera generando la lluvia ácida, que tiene fuentes importantes de precursores en toda la región del Golfo de. El Programa Nacional de Deposición Atmosférica (NADP) de estados Unidos ha medido la concentración de contaminantes en muestras de precipitación desde 1978 para caracterizar las tendencias de la lluvia ácida y muchos otros contaminantes.

En algunos estudios de deposición atmosférica en México para regiones a lo largo de la costa del Golfo se han encontrado altos niveles de elementos que ejercen efectos sobre monumentos de piedra caliza (que son parte del patrimonio cultural mexicano) y son especialmente susceptibles al deterioro por lluvia ácida. También se ha determinado la composición química de la precipitación de la zona costera y marina, encontrando abundantes cloruros, sulfatos y nitratos. En esta región, un informe desarrollado para 2000–2001 mostró emisiones significativas generadas por la combustión de PEMEX en la región Noreste. Para el año 2000 se recopilaron datos sobre las emisiones atmosféricas de las plataformas petroleras y el aporte de las actividades marinas en la Sonda de Campeche (donde se produce el 76% del total de petróleo y gas mexicano) y aunque no hay estudios anteriores que puedan comprobar el origen de los daños en este sentido, el hecho es que sí existen.

Por otra parte, un inventario de emisiones del Golfo de México de 2011 indica que la producción de petróleo y gas emiten más del 85% de los gases de efecto de invernadero de esta zona y se ha registrado en la costa mexicana la presencia de lluvia ácida desde 2003. Las actividades económicas vinculadas al petróleo involucran a cerca de 20 millones de habitantes que ahora viven en las costas de Tamaulipas, Veracruz, Campeche, Tabasco y Yucatán y tiene una gran importancia ambiental ya que esta zona cuenta con una gran variedad de ecosistemas representativos de la región Neotropical. Todos los ecosistemas pueden verse afectados por la deposición de gases a la atmosfera y se incluyen además 4000 km de islas, cayos, playas de arena, ríos, deltas, estuarios, lagunas costeras, manglares, humedales, arrecifes, dunas y bahías desde la península de Florida hasta la península de Yucatán; es una combinación bastante compleja de hábitats marinos y terrestres compartidos por Estados Unidos y Cuba.

A pesar de las regulaciones establecidas por los organismos gubernamentales para proteger esta invaluable riqueza marina y costera, estos ecosistemas están sujetos a presiones derivadas de las actividades económicas, los asentamientos humanos y la explotación de los recursos. Además de la riqueza ambiental, también existe una enorme riqueza cultural en los sitios arqueológicos a lo largo de la costa, incluyendo casos excepcionales considerados por la UNESCO como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, como la Reserva de la Biosfera “Calakmul”, Campeche.

En México se está produciendo una liberación muy alta de gases en comparación con otros puntos del Golfo de México de Estados Unidos y esto se debe a los controles más estrictos de las emisiones en los EE. UU. y a las reglamentaciones mexicanas menos restrictivas. Por ejemplo, en México, el contenido de azufre en el combustóleo se encuentra entre 2.5 y 4 % en peso (CFE, 2016). En los EE. UU., el combustible comúnmente utilizado es el gas natural, con un contenido de azufre muy bajo.

La lluvia con pH ácido, en el rango de 4.0 a 4.2, se forma por la combinación con dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno. Estos gases pueden alcanzar niveles muy altos en la atmósfera, donde se mezclan y reaccionan con agua, oxígeno y otras sustancias químicas, para su formación. En un estudio realizado en Tabasco, prácticamente todo el año, la lluvia es ácida (Díaz et al., 2021), lo que puede ocasionar daños en las plantas, tal como se ha evidenciado el aumento en la vulnerabilidad de los árboles ante enfermedades y organismos parasitantes como insectos y hongos. En los sistemas acuáticos terrestres se ven afectadas las poblaciones de peces por intoxicación con metales tóxicos, lo que genera graves efectos en las cadenas tróficas con consecuencias en la economía pesquera.

Sería conveniente extender el muestreo de deposición atmosférica a otros sitios de México, considerando la importancia de la compleja combinación de hábitats marinos y terrestres y los sitios de patrimonio cultural. También es necesario evaluar las cargas críticas en la región de manera internacional para proteger los ecosistemas en los tres países (Estados Unidos, México y Cuba) ubicados a lo largo del Golfo de México.

Literatura Citada

Díaz, B.G., Meraz, E.D.Á. y Castro, M.A.P. 2021. COMPOSICIÓN FISICOQUÍMICA DEL AGUA DE LLUVIA EN CUNDUACÁN, TABASCO, MÉXICO.: PHYSICOCHEMICAL COMPOSITION OF RAINWATER IN CUNDUACAN, TABASCO, MEXICO. Journal of Energy, Engineering Optimization and Sustainability 5: 127-146.

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